Sociedad Cultural José Martí: empeños de 25 años

Juan Eduardo Bernal Echemendía
2/11/2020

Después de transcurridos 25 años de su fundación, la Sociedad Cultural José Martí advierte en época nueva una mayor difusión desde las provincias, de las ideas y la estatura de nuestro Apóstol, el más alto referente de la nacionalidad y uno de sus valores congénitos. Por más de un siglo su presencia ha conformado nuestro pensamiento y la conducta de varias generaciones, aunque no siempre fue suficientemente difundido, en correspondencia con su importancia universal.

 Por más de un siglo el ideario martiano ha conformado nuestro pensamiento y la conducta de varias generaciones.
Foto: Tomada del Portal José Martí

 

Durante décadas de la etapa republicana, incluso dentro del curso revolucionario, la escuela no ofreció un acceso continuado al conocimiento profundo de su obra, lo cual contribuyó a que durante mucho tiempo se transitara por el espacio cubano sin la adecuada preparación para entender la magnitud de su pensamiento. A esto contribuyó notablemente que lo explicado muchas veces se hallara signado por lo superficial y por la leyenda negra de que resultaba difícil la comprensión de su lectura.

La década de los noventa del pasado siglo en Cuba refirió un cuestionamiento crítico de otros paradigmas extendidos en la escuela y otras instituciones, y una necesidad inaplazable de ampliar el estudio de los principales sucesos y gestores de nuestra memoria cultural e histórica. Entre ellos, naturalmente, José Martí.

Como resultado de esa contradicción, surge el 20 de octubre de 1995 la Sociedad Cultural José Martí, fundada por un grupo de eminentes pensadores cubanos, con la intención de establecer desde Cuba canales de comunicación acerca de la obra del Apóstol, hacia diferentes lugares del mundo.

Al constituirse filiales de esta institución en todo el país, se activó un sistema de promoción del ideario martiano a través de estrategias diversas, que tienen en la cultura la vía más expedita para materializar los postulados que definen todo el pensamiento humanista de Martí.

Desde entonces y de forma gradual, ha sido visible un notable cambio de la responsabilidad del cubano, en atención a las innumerables exigencias derivadas de las expectativas de las generaciones actuales en Cuba y fuera de ella, sobre el conocimiento de la herencia cultural del Héroe Nacional.

Pero es tan extensa y variada la obra de Martí, tan copiosa en cada lectura, que revela sentidos múltiples, y en pocos años no es posible conseguir logros de mayor profundidad y productividad no solo en su estudio, sino en una actitud de reconocimiento, de búsqueda individual de las esencias de Martí y todo el pensamiento cubano fundador y continuador, para una apropiación profunda.

 Es tan extensa y variada la obra de Martí, tan copiosa en cada lectura, que revela sentidos múltiples. Foto: Internet
 

Un papel de ganado protagonismo de la indagación sobre esos temas se había definido durante décadas en el Centro de Estudios Martianos y en una política de compromiso de los jóvenes hacia la figura del Apóstol en los Seminarios de Estudios Martianos. La ausencia en las provincias de instituciones que pudieran homologar intenciones con el primero y la pérdida de orientación por etapas de los otros, no facilitó la extensión sistemática de los objetivos masivos de estas búsquedas indispensables para el alma de Cuba, desde el acercamiento frecuente a José Martí y al conjunto voluminoso de su obra.

La aparición entonces de la Sociedad Cultural José Martí contribuyó a desenajenar ciertas actitudes en cada territorio y recuperar, con iniciativas originales desde cada provincia, fórmulas de promoción de la obra del héroe y el acercamiento a su figura.

Los concursos nacionales y los surgidos en casi todos los territorios, un sistema de eventos de alto prestigio e innumerables acciones culturales y científicas se estructuraron en esos espacios, para impulsar conscientemente, desde una convocatoria social y muy extendida, los propósitos de la Sociedad Cultural José Martí, formada por la vanguardia comprometida con el actuar y pensar del Apóstol de Cuba.

La iniciativa de elevados tonos que significó la aparición de los Cuadernos Martianos, permitió catalizar desde la escuela la enseñanza sobre la obra de Martí, socializar su forma de preparación, comprometer a los docentes con el manejo de ese medio, aproximar a los estudiantes, y comprobar las carencias docentes para asumir con total profesionalidad la necesidad de difusión. La Sociedad Cultural José Martí ha participado en este empeño desde todas las provincias.

La aparición de los Cuadernos Martianos permitió catalizar la enseñanza sobre la obra de Apóstol.
Foto: Ecured

 

El trabajo con los Cuadernos martianos requiere hoy de un nuevo impulso en su tratamiento desde la escuela cubana, para que una decisión tan elevada pueda alcanzar una mayor productividad. La Sociedad Cultural José Martí y otras instituciones deben contribuir a esos esfuerzos con novedosas iniciativas.

La motivación en organismos y organizaciones, aun cuando pudiera ser más sistemática, cada día eleva más su frecuencia de proyección en el método promotor de la obra de José Martí, procurando una mayor valoración de su trascendencia desde iniciativas culturales diversas, que permiten la desacralización y nuevas posibilidades de aproximación espontánea a su figura.

Transcurrido un cuarto de siglo de ejercicio de la Sociedad Cultural José Martí, este momento provoca nuevas reflexiones, y ante tantas inquietudes, el alivio por el surgimiento de iniciativas nobles y actuales, genuinas según las características territoriales, con fortalezas desde Cuba, y su extensión y conocimiento hacia todo el mundo.