Islas Creativas

Jorge Brooks Gremps
1/7/2016

¿Cómo llegamos hasta aquí? Para algunos puede ser por una coincidencia, pero una vez que se comienza a organizar esa cadena de sucesos, entonces es el resultado del trabajo, en este caso creativo, de aprovechar las oportunidades y darles un carácter concreto.

Coinciden dos sucesos: la presencia de un grupo de Directores de Teatro de Edimburgo en el Festival Internacional de La Habana en 1999, lo cual propició el contacto con Mikel White, quien había inaugurado la sede del British Council en Cuba en 1998, y por esas casualidades no tan casuales, en ese año comencé a trabajar en la Agencia Comercializadora de Las Artes Escénicas, más conocida como EscenArte.

En el año 2000, recibí el encargo de Relaciones Internacionales del MINCULT de contactar con una inglesa (Elyse Dodgson), que desde hacía dos años quería venir a Cuba para intercambiar con el Consejo Nacional de Artes Escénicas (CNAE), pero no había recibido respuesta. Elyse, Directora Asociada para el trabajo internacional del Royal Court Theatre, resultó ser de New York.

En coordinación con el British Council y el CNAE, Elyse visita a Cuba en enero del 2002, y acordamos poner en marcha su idea de un taller para el desarrollo de dramaturgos emergentes en la Isla, que ya tiene más de 15 años y por el cual han pasado varios de los dramaturgos que se han establecido en la escena cubana. A través de esa vía estreché mis vínculos con esa institución británica.

En el 2003 Carlos Acosta estrena Tocororo, una fábula cubana, y la nueva generación de bailarines de Danza Contemporánea de Cuba (DCC) es admirada en Londres. Miguel Iglesias me propone trabajar como representante de la compañía, y desde ese momento traté de desarrollar un proyecto similar al de los escritores de teatros emergentes, tutoreado por el Royal Court, pero esta vez para la danza.

Margaret Michel es comisionada por el Channel Four de Inglaterra para hacer un pequeño film sobre La Habana. Su visión fue mostrar nuestra ciudad a través de la danza, y escogió a Cathy Marston para coreografiar su película You Cuba. Cathy había visto en Londres Tocororo…, y fue una buena ocasión para que ella trabajara con los excelentes bailarines que la habían deslumbrado. En entrevista concedida a Marilyn Garbey para la emisora Habana Radio en el 2006, confiesa: “Hace un año y medio filmé aquí un trabajo para el Channel Four de Inglaterra y fui afortunada al trabajar con cinco bailarines de DCC (…) Miguel me invitó a hacer una obra y acepté gustosa. Fue muy duro organizar el trabajo, encontrar el dinero para regresar, pero gracias al auspicio del British Council pude venir. Estoy muy feliz de  trabajar con esta Compañía”.

Con el apoyo del British Council y Edmundson  William, quien en ese momento era su director, Cathy Marston estrena El Dorado el 7 de abril de 2006 en la Sala Covarrubias. A partir de ese momento comenzamos a buscar nuevos sponsors para que Cathy regresara a trabajar con la compañía. El camino para penetrar el circuito de la danza en el Reino Unido empezó a despejarse. Aunque el estilo de la Marston no fue del todo admirado, despertó interés por la compañía y llegaron nuevos presentadores de ese país, convencidos por ella.

En la gira del 2006 a Inglaterra con el elenco de Tocororo…, por el interés de Cathy Marston en regresar a Cuba, Miguel Iglesias se reúne con Alistair Spalding, director del Sadler’s Wells Trust Limited, y con Assis Carreiro, quien fungía como directora de DanceEast. En particular, Assis estaba dispuesta a comisionar a uno de los coreógrafos radicados en el Reino Unido para trabajar con DCC, a la vez que dos coreógrafos cubanos fueran a Ipswich a impartir un taller y a hacer una coreografía para la academia de danza de esa ciudad. Ella apostó por Rafael Bonachela, quien en ese momento ya tenía un trabajo muy interesante en Inglaterra.

En el 2007, con el sponsor del British Council bajo la dirección de Jenny White, George Céspedes y Julio César Iglesias, como parte del acuerdo, viajan a Ipswich, y Rafael llega a Cuba, según él, con una música muy rara y difícil que había escuchado, pero que se había instalado en su cabeza. Conocía el trabajo de los bailarines de DCC, y manifestó que “solo ellos la podían bailar” así. De la mano del multipremiado y carismático catalán, los bailarines iniciaron la aventura de Demo-n/Crazy.


Demo-n/Crazy, de Rafael Bonachela. Foto: Kike
 

Desde su  estreno el 31 de agosto de 2007 en la Sala García Lorca, del hoy Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, la pieza ha sido un suceso en disímiles escenarios del mundo donde ha sido presentada. En gran medida, ello decidió, la primera gira como compañía en el presente siglo al Reino Unido, en el mes de abril del 2008. Ya para ese entonces Laura Pérez fungía como manager de Comunicación y Marketing del British Council en Cuba, pero su verdadera vocación siempre han sido los proyectos.

Al Ipswich-Snape Maltings Concert Hall, en Suffolk, fue un grupo de directores de teatros y críticos de medios de prensa muy influyentes en la opinión pública de ese país. Las próximas giras estaban aseguradas, y regresamos a Cuba con el Proyecto Second Out, del New Castle Royal Theater, enmarcado en el programa cultural de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, y con el sponsor de dos coreografías para la gira del 2010. Una de ellas fue Mambo 3XXI, de George Céspedes, de la cual Ramiro Guerra expresó: "Luminosa y transparente, Mambo 3XXI es una coreografía que posee la simplicidad y el poder de las grandes obras danzarias. Identitariamente cubana presenta con talento, una nacional y universal frescura y profundidad conceptual significativa, casi perdida hace tiempo en nuestra danza".

El Sadlers Wells Theatre, DanceEast y Dance Consortium son los sponsors de CASI-CASA, de Mats Ek, y Mambo 3XXI. George ya había presentado sus credenciales en ese país con El Peso de una Isla, junto a DCC y Carlos Acosta, además de su multipremiada La Ecuación. El resultado fue el más grande reconocimiento a la danza moderna o contemporánea en Cuba. Por sus vibrantes actuaciones en la gira del 2010 en Reino Unido la compañía fue nominada por Mambo 3XXI a los Premios Olivier en la categoría Best new dance production y al Premio Nacional de Danza del Círculo de la Crítica de Inglaterra en la categoría “Mejor Compañía Foránea”, entre otros.


Mambo 3XXI, de George Céspedes. Foto: Gerardo Iglesias.
 

El Proyecto Second Out del New Castle Royal Theater estaba fundamentado sobre la base de la tradición de boxeo en esa ciudad que fue subsede olímpica para ese deporte. De inmediato ellos pensaron en DCC, por la proyección física y destreza técnica de sus bailarines, y ser nuestro país uno de los principales exponentes de esa modalidad. Devino en la pieza Sombrisas del israelita Itzik Galili, presentada como parte del programa cultural de las Olimpiadas del 2012.

Desde el 2009 al 2012 se produce un cierto estatismo del apoyo del British Council al intercambio cultural con el CNAE en Cuba, y al finalizar este período es nombrado Julian Baker. Ya Laura Pérez se desempeña como manager de proyectos, y ellos retoman la colaboración con DCC. En el 2013 Tom Dale, reconocido coreógrafo británico, sobre todo por el uso de las nuevas tecnologías en función de la danza, debía venir a la Plataforma CubaDanza, pero no se concretaron acuerdos con el Consejo de las Artes Escénicas. Por la relación con el British Council, ellos solicitaron nuestra ayuda y acordamos poner en marcha este proyecto en el 2014, como parte de nuestras celebraciones por los 55 años de la compañía. Ya el presupuesto estaba aprobado; sin embargo, por todas las complejidades logísticas, técnicas y tecnológicas, se decidió cancelarlo y trabajar entonces con Billy Cowie —también premiado en el Festival de Edimburgo—, quien centra su trabajo en danza más arte digital, con bailarines virtuales y reales, imágenes en 3D, y el uso de espejuelos por parte público durante toda la función, además de impartir talleres.  

Billy Cowie, con una residencia artística en DCC, llega a nuestro país e imparte durante tres días un Taller de Danza y Arte Digital con 20 participantes —coreógrafos, estudiantes de danza, bailarines con interés en la coreografía y realizadores de audiovisuales—, en la Sala Tito Junco del Complejo Cultural Bertolt Brecht. Los bailarines de la compañía ya estaban listos para el montaje. Él manifestó su asombro porque los seleccionados se habían aprendido toda la pieza por una grabación, y decidió estrenarla de forma íntegra en Cuba.

Este primer contacto entre Billy y la compañía nacional motivó a todas las partes a  plantearse un segundo trabajo, que esta vez sería comisionado por el British Council para una nueva creación con DCC, y continuar con sus talleres de video-danza.


Billie Cowie durante los ensayos de Tangos Cubanos. Foto: cortesía de DCC.
 

Tangos Cubanos fue ideada y llevada a escena por Billy Cowie para los bailarines de DCC. Cowie es autor de la música, los textos y la coreografía que fue montada nota a nota. Contó con la colaboración para el diseño visual de la artista plástica alemana Silke Mansholt, Holly Murray confeccionó el vestuario, utilizó la voz de Clara García Fraile, y en el violín al reconocido ejecutante japonés  Tadasuke Iijima. Billy es un artista y maestro en todo el sentido de la palabra, y sus Tangos Cubanos, que tienen como base rítmica el género de la habanera, es una obra de arte. Se estrenó el 13 de febrero de 2014 (viernes); la fecha escogida por Billy (14 de febrero), no fue fortuita: era su regalo por el día de San Valentín para el público cubano.

Tras un largo y arduo camino recorrido junto al British Council para desarrollar proyectos de intercambio cultural entre las dos orillas, las visitas recurrentes de directores y funcionarios de sus oficinas en los países de América a DCC para apreciar el resultado de la colaboración, nos llevó a pensar a ambas partes que estábamos en condiciones de desarrollar un nuevo proyecto a corto plazo. El objetivo es establecer un Laboratorio Coreográfico en la sede de nuestra compañía, a realizarse en La Habana entre los meses de marzo y abril a partir del 2016 y por un período de tres años, el cual tendrá como mentores a reconocidos coreógrafos cubanos y británicos.

El Arts Council y el British Council en el Reino Unido apoyaron los fondos para este proyecto. A su convocatoria en el mes de julio de 2015 asistieron a intercambiar sus puntos de vistas y a realizar sus propuestas, 21 directores, coreógrafos y managers de compañías inglesas. A todos les pareció una idea muy interesante y se mostraron prestos a participar.

Billy Cowie regresó a impartir un nuevo taller en febrero de 2016 y a remontar Tangos Cubanos. Su trabajo afianzó las bases para iniciar una etapa en la cooperación y como consecuencia de lo alcanzado hasta ahora.


Theo Clinkard durante el montaje de The Listening Room 
con bailarines de Danza Contemporánea de Cuba en la sede de la compañía. Foto: cortesía de DCC.
 

Theo Clinkard fue el primer coreógrafo seleccionado dentro de Islas Creativas. Según manifestó, esa selección había sido uno de los grandes sucesos de su vida, y trabajar con DCC, un gran honor por el prestigio internacional de la compañía. Llegó a nuestro país junto a Leah Marojević como su asistente artística, impartió talleres, al cual fueron convocados coreógrafos de otras compañías, con casi una nula presencia; pero el trabajo de los intérpretes y creadores de la compañía tiene hoy un registro superior.

Las jornadas durante 18 días fueron gratas y agotadoras (en la mañana clases y parte del taller, en la tarde composición y montaje). El resultado del trabajo no fue solo la puesta en escena de The Listening Room. El taller abrió nuevas posibilidades de expresión a reconocidos intérpretes y  creadores, motivó a algunos que se mantenían en un segundo plano, y potenció el trabajo de los aún nueve estudiantes en práctica pre-profesional. Theo logró hacer funcionar a la compañía al unísono y corroboró que DCC continúa siendo, desde su fundación, el sueño de muchos.