Tiempo de Post-it

Maikel José Rodríguez Calviño
23/10/2017

El pasado viernes, el Centro Cultural La Plaza de 31 y 2, sita en el capitalino barrio de La Timba, acogió la premiación y clausura de Post-it 4, muestra-concurso que auspicia el Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC) y las galerías Galiano y Artis 718 para promocionar el trabajo desarrollado por artistas menores de treinta y cinco años.

El jurado del evento, compuesto por el crítico y editor David Mateo, la profesora Odette Bello, el artista de la plástica Michel Pérez (El Pollo) y las curadoras Gretell Rodríguez Álvarez, Miriam P. Casanellas, Sandra García Herrera y Elisa M. López Rodríguez, otorgó el Primer premio al conjunto escultórico Tarde para no creérselo, de Luis E. Milán (Ciego de Ávila), quien también se alzó con un reconocimiento colateral conferido por el grupo creativo The Merger.


Tarde para no creérselo
, Primer premio de Post-4.
Foto: Maité Fernández
 

El segundo y el tercer premio recayeron, respectivamente, en el Dúo Medialuna (integrado por Alfredo Coello y Osmani Rodríguez, de Granma) y en Michel M. Chailloux, de La Habana, por las obras Fe y Pastoral, respectivamente. El jurado decidió otorgar tres menciones que fueron recibidas por Yohandrys Suárez, Alfredo Mendoza y Ernesto Crespo, de La Habana.

En la ceremonia de premiación, que contó con la presencia de Fernando Rojas y Guillermo Solenzal, viceministros de Cultura, Lesbia Vent Dumois, residenta de la sección de Artes Plásticas de la Uneac, y Rafael González, Vicepresidente de la Asociación Hermanos Saíz (AHS), especialistas de Galería Galiano declararon el carácter anual del concurso y lanzaron la nueva convocatoria.

En esta ocasión, el jurado se decantó por obras de profundo vuelo conceptual, supeditando en todo momento la idea y el carácter manufacturado de las piezas por encima de sus valores estéticos. Tanto el conjunto Tarde para no creérselo como la pieza Fe se distinguen por el empleo de procedimientos manuales (cerámica y tejido) que se alejan de las técnicas escultóricas tradicionales. Asimismo, las pinturas reconocidas con el tercer premio y las respectivas menciones apuestan por una estética de avanzada que comulga con los presupuestos del neofigurativismo pictórico más actual, lo cual redunda en el interés de los organizadores del evento por destacar poéticas muy contemporáneas.

Sin embargo, no fueron tomadas en cuenta un amplio número de obras que aúnan una mayor riqueza formal con profundidad conceptual y altísimos niveles de sugerencia. En mi opinión, cuando se producen eventos de este tipo, en los que se reciben piezas de muy variada factura, debe establecerse un equilibrio a la hora de premiar, siempre y cuando la diversidad técnica y conceptual lo amerite. Por desgracia, este necesario equilibrio no fue tomado en cuenta a la hora de seleccionar los premiados; deuda que ojalá sea saldada en futuras ediciones de un evento dedicado a mostrar el lado más joven de la producción simbólica cubana actual, sin importar cuán academicista o tradicional nos resulte determinada propuesta.