Trío Móviles: Lo diferente en lo clásico

Ana María Domínguez Cruz
31/3/2021

Puede que en estos tiempos resulte raro hallar jóvenes que disfruten la música de concierto, en especial aquella que nos regalan instrumentos como el oboe, el fagot o el clarinete. No es justo colgarle etiquetas a este tipo de música, pero ciertamente su público es reducido y selecto, aunque los ejecutores sean jóvenes interesados en su divulgación. Justo ese es uno de los objetivos del Trío Móviles, conformado por dos clarinetes y un fagot.

Con su movimiento creativo, su inusual repertorio y su quehacer constante en la música de cámara, la agrupación da validez a su nombre.
Foto: Internet

El Trío Móviles defiende el repertorio académico y clásico cubano y universal escrito para ese tipo de formato, y busca atraer públicos más diversos, por ello incorpora a su trabajo temas conocidos del panorama musical cubano contemporáneo. Su director, el fagotista Osmany Hernández, cuenta acerca del surgimiento del trío hace once años:

Surgió en la Cátedra de Música de Cámara del Instituto Superior de Arte, como una práctica académica. Lo denominamos así porque lo primero que nos viene a la mente al escuchar la palabra móviles es el dispositivo celular, lo cual nos acerca irremediablemente a la comunicación, y eso es vital en la música, a partir de las interacciones con el público.

Móviles fueron obras de Harold Gramatges que cambiaron la historia de la música cubana en los 60 y actualizaron el papel de la vanguardia cubana con determinados aspectos no tratados hasta el momento. Como antecedentes, incluso de la inspiración de Gramatges, están los móviles que, como esculturas giratorias, se colocan en la cuna de los bebés y se mueven con corrientes de aire. Eso lo trabajó por primera vez el escultor Alexander Kelver, y es también el título de nuestro grupo, para rendir homenaje. Son las primeras manifestaciones del arte cinético aplicadas a la escultura en el siglo XX, y es un camino que involucra a varios artistas.

¿Son comunes estos instrumentos en un trío como Móviles?

En cuanto al trío, existen tres modalidades de instrumentos de viento-madera. Las más divulgadas son la de clarinete, oboe y fagot (considerado el trío clásico) y la de flauta, clarinete y fagot, el que tiene nuestra agrupación. Existen obras compuestas precisamente para estos formatos. El más divulgado es el clásico, pero en Cuba todos han tenido presencia de una manera muy discreta. Puede decirse que son terrenos vírgenes. El trío de dos clarinetes y un fagot data del siglo XVIII, cuando el clarinete se mantuvo de manera más estable en las orquestas europeas y en las cortes.

¿Cuáles dificultades ha debido sortear el Trío Móviles?

El público cubano conoce otros formatos e instrumentos, pero el fagot, el oboe y esta formación han sido poco explorados. El reto ha sido crear contacto con el público a partir de un repertorio variado, así como abordar los clásicos universales y ampliarnos como proyecto.

Trabajamos la música del Renacimiento —cuando no existía el clarinete— a partir de transcripciones del siglo XVI. Si bien cultivamos obras populares, no tenemos una sonoridad popular, más bien el repertorio de este tipo se estiliza y suena diferente.

La música clásica también puede protagonizar conciertos. La diversidad de estéticas abunda y los compositores clásicos igualmente beben de la música popular. Todo puede ofrecérsele al público, solo hay que escoger el repertorio indicado para sensibilizar a las personas. Queda un trabajo educativo muy grande en la comprensión de los códigos académicos, pero se puede aprovechar el amplio conocimiento que existe en Cuba, un país tan musical, para enriquecer nuestras propuestas.

¿La apropiación de repertorios no habituales en dichos instrumentos diferencia el trabajo del Trío Móviles?

Sí. Cómo llevar la pulsación de un contrabajo a un instrumento de lengüeta, por ejemplo. Tenemos la obra “Ida y vuelta” en el disco Transfiguraciones, un ciclo de cinco piezas muy diversas que asumimos de una manera rigurosa y que incluye la guajira, el bolero, el mambo y la música afrocubana.

¿Tienen proyectos futuros?

Anhelamos un disco propio. En esta etapa de cuarentena hemos grabado muchas piezas y algunos compositores contemporáneos nos han regalado algunas, lo cual es una alegría inmensa. Además, la antología de la zarzuela cubana es un proyecto que tenemos hace tres años. Se trata de un rescate patrimonial de obras de Ernesto Lecuona, Rodrigo Prats, Gonzalo Roig y Eliseo Grenet. Son 40 zarzuelas situadas entre las décadas 1920 y 1940. ¡Vamos bien!