Los títulos Agua de paraíso, de Alberto Marrero (novela) y El año que nieve, de Rubén Rodríguez (cuento), premios Alejo Carpentier 2019 y Macerar, de Alberto Peraza, premio Nicolás Guillén en poesía, volvieron a la mira de los amantes de las letras cuando se presentaron en la XXX Feria Internacional del Libro de La Habana.

Agua de paraíso

Durante la cita, en el Palacio de los Capitanes Generales, el narrador Alberto Marrero señaló que hasta Agua de paraíso no se contaba en la isla con el “relato prístino y ameno de lo ocurrido en Cuba partir de la fuga del dictador Fulgencio Batista el 31 de diciembre de 1958, ni del amanecer victorioso del primero de enero de 1959”.

La novela no hace concesiones estéticas en lo contado; por el contrario, constituye un laborioso rompecabezas para los lectores más severos e informados. “El público busca, en primer lugar, una historia que los cautive y contenidos que los estremezcan, les informen y los transporten a una realidad capaz de liberarlos de sus rutinas”.

Agua de paraíso no hace concesiones estéticas en lo contado; por el contrario, constituye un laborioso rompecabezas para los lectores más severos e informados.

La historia narra las vivencias de la familia Álvarez Jiménez y de su hijo menor Javier. “Asistimos a la última cena familiar en La Habana previa al triunfo de la Revolución y, a la vez, a la huida del tirano. Resulta importante el hecho de que la obra nos describa estos sucesos desde dentro evitando las generalizaciones. Eso es una ganancia de la ficción y un beneficio para los receptores, en especial para los jóvenes, los cuales solo tienen referencias globales de los acontecimientos de la huida de Batista”, explicó Michel Encinosa, presentador del libro.

A la vez, añadió: “Esta historia requería ser contada por la generación de escritores a la que corresponde Marrero. El autor de Agua de paraíso salta otras experiencias contadas con anterioridad y llena contextos que faltaban en ese periodo revolucionario”.

El año que nieve

Seguidamente, la escritora Laidi Fernández de Juan presentó El año que nieve, un libro realista que narra historias relativas a conflictos humanos que suceden en la Cuba actual.

“El matriarcado narrativo, por decirlo de alguna manera, alcanza esplendor en El año que nieve, volumen de cuentos que resultó con justeza premio. De forma velada, explícita o protagonizando, desdichada, sumisa o abiertamente posada, siempre la mujer es el verdadero eje central de cada narración, el esqueleto sobre el cual descansa la penitencia, la anécdota, la acción o simplemente la crónica que Rubén nos cuenta”, explicó Fernández de Juan.

“El matriarcado narrativo, por decirlo de alguna manera, alcanza esplendor en El año que nieve”, señaló la escritora Laidi Fernández de Juan.

Sobre Rubén Rodríguez, periodista, editor y crítico de arte, dijo que es uno de los creadores más versátiles de Cuba y que su obra para niños y jóvenes se caracteriza por un delicioso humor, que podría también ser delirante y aventurero. “Mientras, sus libros dirigidos al público adulto suelen ser descarnados y rudos. En sus novelas y volúmenes de cuento siempre consigue lograr un anticlímax que muestra la realidad sin disfraces, pero sin lamentaciones. Podría decirse que la resignación sobrevuela cada narración suya como quien observa la realidad a través de un dron para luego mostrarla tal cual, casi de forma acrílica y con suma elegancia”.

Macerar

Según Caridad Atencio, Macerar es el pensamiento de un alma rechazada: “La condición efímera de la vida aquí se expresa con el verbo macerar, dando fe de una violencia omnipotente donde los sucesos y objetos dejan de ser o se convierten en otros, atravesados por el bramido hermoso de la naturaleza”.

Según explicó Caridad Atencio, este no es un libro sobre un tipo específico de maceración, sino sobre todos los maltratos que sufren los seres que se apartan de lo común.

“El libro parecería simple, de fácil captación, pero es todo lo contrario. Hay imágenes que revelan una alta sensibilidad humana; el gusto por la palabra; la asociación precisa acompañada por una visión filosófica de la realidad; el amor, la muerte, la fidelidad, el egoísmo. La obra está escrita en prosa melódica, sin exabrupto, altisonancia, lugares comunes y otros vicios que empañan el buen decir”, aseguró la intelectual cubana.

Según explicó Atencio, este no es un libro sobre un tipo específico de maceración, sino sobre todos los maltratos que sufren los seres que se apartan de lo común, de lo llamado natural, de los cánones severos que impuso la sociedad humana, hasta que se conquiste toda la justicia.