Una exposición desde lo real-maravilloso de Togo hasta La Habana

Belén Cañas López
18/12/2018

Fotos: Catálogo de presentación de la exposición en La Casa de África.

 

Hoy en Benín: una mirada desde Togo es el título de la exposición que se podrá apreciar en la Casa de África de La Habana, sita en Obrapía entre Mercaderes y San Ignacio, desde el 17 de diciembre de 2018 hasta el 30 de marzo de 2019. El autor de esta muestra, Didier Ahadji, es de origen togolés y ofrece un acercamiento al arte contemporáneo del África del Oeste. Se presentarán al público cincuenta esculturas en metal de lo más representativo del original y divertido estilo del artista. La muestra llega a Cuba gracias a la colaboración sostenida por más de dos años entre el Museo Casa de África, la asociación cultural Fait à Cuba y la Galería Vallois de París. Su curador, Rosmy Porter, declaró en la inauguración el interés de estas entidades promotoras del buen arte de realizar intercambios con Cuba en dos direcciones: potenciando la visibilidad de artistas cubanos en Francia y África, así como de artistas africanos en Cuba, por ser nuestro archipiélago uno de los focos diaspóricos más distintivos de esta última.


Vendedor ambulante de herramientas.

 

Didier, profesional del oficio de la soldadura y la chapistería, encontró su derrotero en el arte de la escultura. Su trabajo parte del reciclaje de objetos y desechos de diversos orígenes, los cuales transforma en piezas del más distinguido arte. Para la crítica, su cualidad artística primera es la capacidad de “atrapar en el hierro momentos y sensaciones que fungen como testimonios ꞌvivosꞌ y tridimensionales de la actualidad togolesa”.[1] Sus obras llenas del encanto de la inmediatez cotidiana, que roza el hiperrealismo, nunca llegan a abalanzarse al mimetismo inocuo. A través de estas se abre sin dudas una ventana a la realidad del África negra.


Didier Ahadji mientras trabaja.

La presentación de la muestra de este renombrado artista en Cuba es una oportunidad para conocer y acercarse al espíritu artístico y la idiosincrasia de un continente al que nos unen los más variados lazos culturales e históricos. Las esculturas de Didier tienen ese aire de vida propia que impresiona a los más incrédulos. Entre la combinación de la policromía y los rasgos caricaturescos casi se olvida su cualidad de objetos inanimados y pareciera que nos encontramos rodeados de personas que recuerdan mucho las esencias propias.


La vendedora de frutas y hortalizas. Metal y pintura acrílica.

 

Calificado como “documentarista de su época” este artista es capaz no solo de transformar lo real en arte desde la más absoluta originalidad y calidez, sino que es capaz de transformar vida en mágica creación. Esta es una escuela que aún tiene mucho que enseñar.


Vendedor ambulante de helados. Metal y pintura acrílica.

 

Catálogo oficial de la muestra


Notas:
[1] Dayma Crespo Zaporta: “Didier Ahadji: un testigo de su tiempo”. Casa de África, La Habana, 2018-2019.