Una marcha de amor

Giselle Zamora Chacón
8/4/2019

Son las nueve de la mañana de un soleado domingo y en la céntrica calle 23 se alza la quijotesca figura que divisa la llegada de una inusual muchedumbre. Mujeres y hombres de todas las edades, algunos acompañados de sus pancartas y cintas naranjas, perseguían un mismo objetivo: marchar en contra del maltrato animal y lograr que se contemple una ley que ampare los derechos de estos seres.

Todos perseguían un mismo objetivo: marchar en contra del maltrato animal y lograr
que se contemple una ley que ampare los derechos de estos seres. Foto: De la autora

 

La consigna de: “No al maltrato animal” acompañó a quienes disciplinadamente marcharon hasta el cementerio de Colón, sitio donde se rindió homenaje a Jeannette Ryder, una filántropa norteamericana que vivió en Cuba a principios del siglo XX. Fundó la organización humanitaria  “Sociedad Protectora de Niños, Animales y Plantas”, también conocida como el Bando de Piedad. Fue enterrada en el cementerio de Colón y su sitio de reposo se conoce como la tumba de la lealtad, ya que después de su muerte, su perro Rinti yacía a los pies de su tumba, negándose a ingerir alimentos y agua, hasta que murió.

Se rindió homenaje a Jeannette Ryde. Foto: De la autora
 

“Hoy me dieron una patada y tengo adolorido el cuerpo. Me siento solo”. Estos pueden ser los pensamientos de muchos animales callejeros que día a día transitan por las calles de nuestra ciudad; no solo es el caso de perros y gatos, sino de caballos maltratados a latigazos obligados a llevar una gran carga, de aquellos que son cazados indiscriminadamente. Definitivamente se necesita cosechar más bondad y amor al prójimo. Es la manera de lograr también el amparo de los que no tienen voz para expresar su sufrimiento y que no pasen desapercibidos a ojos de las personas.

Esta marcha fue una muestra de amor. Muchas gracias a los protectores de animales, aquellos que se preocupan diariamente por su superpoblación que en ocasiones se encuentran maltrechos y olvidados.

Esta marcha fue una muestra de amor. Foto: De la autora
 

Gracias por la infinita bondad al recoger a estos callejeros y darles una segunda oportunidad. Gracias a los que desde esta perspectiva también comparten la nobleza y la bondad de los seres humanos.