Una República de poetas imprescindibles

Ana Esther Zulueta
11/4/2019

Una abuela —como solo saben hacerlo ellas— solicitó al bardo el poema retirado de la tendedera; su nieta ya lo había elegido, no importaba que el texto estuviera escrito para un amor maduro, le sedujo el formato y lloró como si le hubieran arrebatado un juguete.

Jóvenes estudiantes de Medicina que integran el proyecto Hojas Clínicas se sumaron a República poética
para regalar versos en tarjetas y pergaminos durante la Feria del Libro en Isla de la Juventud.
Fotos: Roberto Díaz Martorell

 

Imposible soslayar el hecho, sobre todo porque esta reportera, sin sospecharlo, quedó atrapada en el conflicto; pero el artista conmovido se hincó ante Malena Morales y en susurro le habló en décimas del “Romance de la rosa y el ciempiés”, para gracias al verso ver dibujada una sonrisa en el rostro de la niña.

Es la primera vez que una pequeña me pone en semejante situación, reconoce Rafael Carballosa, además de escritor, vicepresidente de la Uneac en Isla de la Juventud y director de Áncoras, una de las cinco casas editoriales de la Asociación Hermanos Saíz en Cuba.

Con seguridad el lector se cuestiona por qué poemas en tendederas y es precisamente esa una de las singularidades de República poética, devenida suceso cultural en la XXVIII Feria Internacional del Libro de La Habana y sus versiones en Sancti Spíritus, Holguín, Pinar del Río, Villa Clara, Cienfuegos y en este Municipio Especial.

A pesar del olvido involuntario de los organizadores de la fiesta de la letra impresa en el complejo Morro-Cabaña —sede habitual del evento editorial más importante del país—, José Antonio Taboada, Jorge Luis Garcés, Liudys Carmona, Yadián Carbonel y Carballosa armaron su tendedera, de la cual pendieron exclusivos pergaminos.

“Lo que ocurrió allí fue bellísimo: 50 personas regresaron a sus hogares con un pedacito de nuestra Isla, la gratitud que nos mostraron realmente nos rebasó…, no estábamos preparados para esa avalancha emocional”, cuenta entusiasmado.

¿Cuándo, cómo y para qué surgió el proyecto?

En 2017, a mi regreso de la misión Cultura corazón adentro, en Venezuela, decidimos unirnos para crear República poética, un deleite diverso y público, conformado por cinco poetas, cada quien con su proyecto estético y manera de respirar la poesía.

El propósito es sacar a la poesía de peñas, tertulias y bibliotecas, sitios habituales de consumo, y llevarla a casas, centros de trabajo, calles y plazas en un diálogo más diáfano con los posibles lectores, agrega el autor del poemario “Habitación con flores”, alusivo a las relaciones humanas, la sensualidad y la aceptación.

De ese modo, rompemos la monotonía y el tempo habitual de la gente, aunque no todos los públicos son iguales. En la Isla hemos perdido la tradición del consumo cultural y el lector suele ser muy duro, es muy difícil arrancarle un aplauso, no ocurre lo mismo en La Habana o en otras ciudades donde nos presentamos.

El nombre de nuestro proyecto constituye la respuesta risueña al filósofo griego Platón, quien en el año 380 a.n.e. expulsó a los poetas por considerarlos un mal referente en su modelo ideal de República, y en homenaje a aquel bardo regresamos a los espacios públicos, para decir: somos poetas, vivimos en tu barrio, nuestra cotidianeidad es la misma y mi lector eres tú.

Otro espacio público por excelencia se vive en las redes virtuales, esa es asignatura pendiente de la República poética; no podemos quedarnos en el siglo XIX, la sociedad cubana está cambiando y si los poetas no entendemos eso nos vamos a quedar solos, concluye.

Poemas en la tendedera, una de las singularidades del proyecto colectivo República poética
en la Feria del Libro en Isla de la Juventud.

 

Si bien nuestra iniciativa descolló en el país como suceso, al punto de que asistirá a la versión de la fiesta de las editoriales cubanas en Santiago de Cuba, también destacaron por su aceptación dos títulos impresos en las editoras pineras, dice Víctor Martínez, director del Centro del Libro y la Literatura.

Figuran entre los textos más vendidos la antología erótica femenina Té sin limón. Ellas hablan de amor y sexo —compilación de Dulce María Sotolongo— y La masonería cubana y el Tratado Hay-Quesada, de Javier Negrín y Jorge Fernández, a los que se suman otros de literatura infantil, cocina y consejos para el hogar.

La versión local de la XXVIII Feria Internacional del Libro en Isla de la Juventud tuvo una apertura de lujo el 2 de abril último, al contar con la presencia del destacado intelectual franco-español Ignacio Ramonet, quien presentó El imperio de la vigilancia y la cuarta edición de Cien horas con Fidel.

Aunque todavía quedan en el tintero subjetividades que pudieron restar brillo a la cita local del 2 al 6 de abril, la gente vivió un ambiente de feria y celebró la diversidad. Cira Romero, asesora del Instituto Cubano del Libro, la calificó de buena y elogió el esfuerzo de los pineros por desarrollar una Feria a la altura de estos tiempos.  

Especial de la ACN para La Jiribilla
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