Marcos David Fernández Brunet, o mejor dicho el Kikiri de Cisneros, aunque a juzgar por su popularidad es en realidad de toda Cuba, aseguró en exclusiva que aprendió a decir décimas “cuando tenía tres años de edad”.
Este talentoso joven, que todavía no alcanza un cuarto de siglo de vida, nació en la hermosa ciudad de Cienfuegos, “exactamente en la calle Cisneros. De ahí viene el Cisneros. Mientras que el Kikiri es porque era tan pequeño que parecía un gallito. Un niñito de solo tres años al que su padre le enseñaba a decir décimas. Lógicamente por aquellos años no improvisaba, pero aprendía de memoria las décimas que él me hacía repetir y repetir hasta que lograba aprendérmelas totalmente.
“Mis inicios en la improvisación fueron así realmente: Mi padre, un fiel seguidor del repentismo, enseñaba a mi hermano que tenía cinco años de edad. Pero sucedió que un día mi hermano no se aprendía una décima. Y de pronto salí yo y la dije de principio a fin. Tendría entonces dos años y medio, tres cuando más. En esa época decía décimas de tres o cuatro versos, aprendidas de memoria como dije antes. Pero cuando tenía seis o siete años ya era capaz de crear mis propias décimas. Para ser sincero, eran de pocos versos. Sin embargo, en mi opinión lo más importante es que las creaba yo mismo, sin la intervención de nadie, particularmente de mi padre.
“Para mí el repentismo, más que el acto de improvisar, más que el acto de crear en el momento, es un estilo de vida. Creo que yo pienso, vivo como mismo improviso”.
“A partir de aquel momento me sumergí en el maravilloso mundo de la improvisación y, lo que es mejor todavía, nunca he intentado salir de él y estoy convencido de que jamás lo intentaré”.
De formación más autodidacta que académica, el Kikiri, sin dudas un genuino exponente de una manifestación artística devenida patrimonio de nuestra nación, refirió más adelante que afianzó y perfeccionó sus cualidades innatas para la improvisación en “los talleres de repentismo creados e impartidos por el reconocido poeta y escritor Alexis Díaz Pimienta. Asistí a esos talleres en la propia ciudad de Cienfuegos, cuando todavía era un pequeñín de menos de siete años. Gracias a ellos aprendí a dominar múltiples técnicas del repentismo que hoy me resultan muy, muy beneficiosas a la hora de improvisar”.
“Además de estos conocimientos curso el tercer año de la carrera universitaria de Historia del Arte”.
Desde hace ya un tiempo formas parte de la dirección nacional de la Asociación Hermanos Saiz. ¿Cuánto te ha aportado esta organización juvenil en tu formación profesional?
“Soy miembro de la Asociación desde los dieciséis años, justo la edad en se permite ingresar a esa hermosa organización de vanguardia que agrupa a destacados creadores cubanos. Agradeceré de por vida a la AHS de Cienfuegos que fue la primera en abrirme sus puertas. Fue allí donde verdaderamente me hice repentista gracias a la ayuda de un grupo muy valioso de creadores, los cuales, más allá de los conocimientos que me aportaron, me enseñaron a amar esta organización y a verla como mi propia casa.
“Ciertamente, en la actualidad formo parte de su dirección nacional y a pesar de que esa responsabilidad representa un reto constante, al propio tiempo me permite ir esparciendo el arte por todas partes. Por ello quiero aprovechar esta oportunidad para agradecer a los hermanos radicados en todo el país por acogerme y darme ese abrazo sincero que tanto necesito siempre y que me hace sentir inmensamente feliz. Les agradezco por permitirme caminar con ellos, junto a ellos, hasta donde el tiempo lo permita.
“La Asociación Hermanos Saiz nunca descansa, menos aún en los meses de verano. Así para este período vacacional, que abarca los meses de julio y agosto, hemos organizado una amplia y variada programación artística especialmente para la Feria Arte en la Rampa que se celebra por estos días en el Pabellón Cuba, donde precisamente radica nuestra sede.
“Arte en la Rampa es un evento muy popular y esperado por los habaneros, que está dirigido a un público de todas las edades y que involucra además a casi todo el sistema de instituciones culturales del país. Durante su desarrollo la Asociación ha organizado históricamente actividades infantiles de todas las manifestaciones del arte. Asimismo, conciertos para beneplácito de los jóvenes y adultos en general, la inauguración de exposiciones, encuentros semanales con la participación de jóvenes creadores y consagradas personalidades de la cultura cubana, entre otras muchas actividades.

“También en el transcurso de estos meses llevaremos a cabo una expedición cultural integrada por unos treinta jóvenes creadores, que iniciaremos el recorrido en Ciego de Ávila. En esa provincia, sede de las celebraciones por el aniversario 72 de la heroica gesta del 26 de Julio, realizaremos, junto a diversas presentaciones artísticas en comunidades intrincadas, encuentros con sus residentes y visitas a instituciones que acogen a personas vulnerables
“Actividades similares tendrán lugar en otras provincias del país como Villa Clara, Santi Spíritus, Santiago de Cuba y Guantánamo. En estas y otras regiones visitaremos sitios de valor histórico, hasta concluir con un nuevo ascenso al Pico Turquino.
“Esta expedición, portadora del entusiasmo y alegría que caracteriza a la Asociación, terminará en la occidental provincia de Pinar del Río. Aquí visitaremos la casa natal, convertida en museo, de los hermanos Saíz, a cuyo heroísmo y legado rinde homenaje permanente la Asociación con cada una de sus acciones”
¿Oralitura Habana?
“Soy fundador del proyecto Oralitura Habana. Y nunca olvido que cuando se realizó el primer choque de improvisadores, mientras se efectuaba su primer festival en 2019, me encontraba formando parte del público. Pero no tuvo que transcurrir mucho tiempo para que me convirtiera en uno de sus protagonistas. Hoy tengo el inmenso privilegio de ser, no solo uno de los integrantes de ese magnífico proyecto liderado por el estelar Alex Díaz Hernández, sino también de haber sido incluido en el equipo de repentistas que protagonizan los choques de improvisadores tan gustados por el público, sobre todo por los jóvenes”.
¿Y qué es el repentismo para Marcos David Fernández Brunet?
“Para mí el repentismo, más que el acto de improvisar, más que el acto de crear en el momento, es un estilo de vida. Creo que yo pienso, vivo como mismo improviso. Debe ser porque desde niño me he dedicado a practicarlo. O tal vez obedezca a que es todo lo que he visto y vivido desde que tengo uso de razón.
“Cada momento de mi vida cotidiana lo llevo a la décima, lo llevo a la escala de la improvisación, como si se tratara de un pie forzado. En realidad considero que este don, por llamarlo de algún modo, esta posibilidad, lejos de ser un defecto que traje al nacer, es lo más hermoso que me ha sucedido, que me ha dado la vida. Muchas personas piensan que solo improviso cuando me encuentro sobre un escenario. En la práctica no es así. Me paso la vida entera improvisando”.
“Cada momento de mi vida cotidiana lo llevo a la décima, lo llevo a la escala de la improvisación, como si se tratara de un pie forzado”.
Por último, y sin el menor ánimo de poner a prueba las extraordinarias cualidades, repetidamente demostradas en los más disímiles escenarios, de este ingenioso joven decidido a preservar una tradición, le pedimos que fuera él quien finalizara nuestro encuentro con una de sus aplaudidas décimas.
No había transcurrido siquiera un minuto, cuando, echando hacia atrás su largo cabello como ya es habitual en todas sus presentaciones, dijo resuelto “vamos allá”. Y sin preámbulos añadió: “Yo que repentista soy desde el día en que nací,/ de mi padre aprendí el camino adonde voy./ Yo que improvisando estoy de una manera sencilla/de mi ciudad amarilla que es otra forma de amar,/ tan solo le quiero dar las gracias a La Jiribilla”.
Las gracias siempre a ti, Kikiri, por el privilegio de recibirnos y permitirnos dar a conocer la vida de quien ha apostado sin vacilaciones por defender y difundir una parte esencial del entramado cultural identitario de nuestra nación.

