“Estamos en presencia de uno de los patriarcas del arte cubano”, expresó el ensayista e investigador Rafael Acosta de Arriba a propósito de un conversatorio celebrado en la galería El Reino de este Mundo de la Biblioteca Nacional de Cuba “José Martí”, con el fin de celebrar los 95 años de Alfredo Sosabravo (el próximo 25 de octubre) y la Jornada de la Cultura Cubana.

Sosabravo, obra gráfica reúne treinta litografías del archivo histórico del Taller Experimental de Gráfica desde la década del 60 al 2000 realizadas por el artista plástico cubano, el cual manifestó su agradecimiento y sorpresa al recordar esas creaciones dentro del conjunto y la multiplicidad de su trabajo.

El empleo del color y el universo onírico se dan cita en Sosabravo, obra gráfica. Fotos: Cortesía del autor

El uso del color, la universalidad y el universo onírico (en particular el recuerdo de la infancia) son, a juicio de Acosta de Arriba, las motivaciones principales convidadas en la muestra expositiva, que referencia otras características típicas en los trabajos de Sosabravo desde la exploración de la imaginación del autor.

“Es un ser de la visualidad. En el orden personal es un hombre realmente notable, extraordinario”, afirmó el también crítico de arte e hizo hincapié en su pertenencia a una tradición de las artes visuales cubanas potente, poderosa y viva, que Sosabravo ha ensanchado y enriquecido durante su vida.

Acosta de Arriba reseñó los premios y distinciones del artista, la significación de René Palenzuela en la vida de éste, su recorrido por algunas de las galerías más prestigiosas del mundo, los elementos reconocidos por la crítica internacional, su habilidad en la titulación y la presencia de la sensibilidad que, más allá de formatos como la litografía, el grabado o la escultura —por mencionar algunas manifestaciones en su extenso catálogo— tiene a la pintura como raíz y causa primera de su trabajo.

“Es un ser de la visualidad. En el orden personal es un hombre realmente notable, extraordinario”.

“Gustave Flaubert decía que cuando uno miraba una obra por mucho tiempo la convertía en interesante. En el caso de Sosabravo, usted la mira un minuto, un segundo, y ya resulta una obra interesante”, destacó el ensayista.

Sosabravo intercambió con los asistentes a la charla en la cual estuvieron alumnos de las escuelas de arte, a quienes aconsejó trabajar para crear lo que se desea. También rememoró las dificultades y desafíos en su carrera, en especial la escasez de materiales al tiempo de elaborar muchas de las piezas de la exposición y valoró la importancia de la persistencia con el fin de solventar los problemas y estimular la creación artística. “Voy a seguir trabajando hasta que mis manos y la vista me lo permitan”, expresó el Premio Nacional de Artes Plásticas.

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