Coro Nacional de Cuba brilló con Armonías del Mundo en el Festival de Música Sacra de Bogotá
Escuchar al Coro Nacional de Cuba dirigido por la maestra Digna Guerra fue un privilegio. Así lo corroboró el afamado tenor lírico colombiano Diver Higuita, quien disfrutó del talento cubano en dos funciones durante el XIV Festival Internacional de Música Sacra de Bogotá (FIMSAC).
Desde el Auditorio León de Greiff de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), el Coro Nacional de Cuba presentó el espectáculo Armonías del Mundo, una cuidadosa selección de obras corales que abarcaron diversos periodos, estilos y tradiciones dentro del repertorio sacro universal, bajo el tema central de “La Gloria”. La propuesta combinó espiritualidad, virtuosismo vocal y sensibilidad artística, llevando al público en un recorrido desde la solemnidad del canto litúrgico europeo hasta la expresividad profunda de los espirituales afroamericanos.
“Conciertazo pleno de calidad interpretativa, técnica y solvencia musical para un repertorio de colosal factura”.
El afamado tenor Diver Higuita elogió sin reservas ambas presentaciones del coro cubano. Tras el concierto en el Teatro El Ensueño, en Ciudad Bolívar, lo describió como un “conciertazo pleno de calidad interpretativa, técnica y solvencia musical para un repertorio de colosal factura”. Al asistir también a la función en el Auditorio León de Greiff, Higuita pudo constatar el altísimo nivel de compromiso del conjunto. “Ayer y hoy hicieron dos programas totalmente diferentes, cada uno con sus complejidades tanto técnicas, como musicales”, destacó, añadiendo que el repertorio abarcó “desde el barroco hasta contemporáneo, académico hasta popular y ambos programas de memoria”.
El tenor también resaltó la “riqueza tímbrica lograda por un arduo trabajo dinámico pleno de una bella paleta de colores”, así como el “refinamiento en cada fraseo” y la “diversidad en los solistas que brillaron según el estilo que cantasen”. Confirmó que “el Coro Nacional de Cuba deleitó a un público que hoy vibró de principio a fin en el bello Auditorio León de Greiff”. Para rematar la velada, el coro cubano tuvo como invitados especiales al Coro Nacional de Colombia, con quienes interpretaron dos obras: una del folklore cubano y “La Piragua”, del folklore colombiano.
El programa Armonías del Mundo incluyó piezas contemporáneas como el “Credo” de Egil Hovland y el evocador “Lux Aurumque” de Eric Whitacre, junto a obras de fuerte arraigo en la tradición coral como “Psalm 43 – Richte mich, Gott” de Felix Mendelssohn y el “Ave María” del compositor colombiano Adolfo Mejía. El concierto también incorporó espirituales tradicionales arreglados por figuras como Moses Hogan, David L. Brunner y Jonathan Rathbone, aportando una dimensión emocional intensa y conmovedora. La visión global de la música sacra actual se consolidó con obras de compositores contemporáneos de diversas latitudes como Budy Susanto (Indonesia), Gyöngyösi Levente (Hungría), Vytautas Miškinis (Lituania) y César Alejandro Carrillo (Venezuela).

Por su parte, en “Del barroco al bolero, de la espiritualidad coral al ritmo caribeño”, presentado el 28 de septiembre en el Teatro El Ensueño, el Coro Nacional de Cuba presentó un programa ecléctico y cautivador que fundió lo culto con lo popular, lo antiguo con lo moderno y lo universal con lo local. La primera parte ofreció un viaje espiritual con obras como “Lauda Jerusalem” de Monteverdi, el himno noruego “Hvad est du dog skjon” de Grieg, y el “O Magnum Mysterium” de Morten Lauridsen, espirituales tradicionales como “My Soul’s Been Anchored in the Lord” y piezas contemporáneas como “Non Nobis Domine de Ily Matthew Maniano” y “Jubilate Deo de Fredrik Sixten”. La segunda parte transitó hacia lo popular y folklórico, incluyendo el sensible “Tríptico” de Guastavino (Argentina), el emotivo “Londonderry Air” (Irlanda), y versiones corales de “Seaside Rendezvous” de Freddie Mercury, “Unicornio” de Silvio Rodríguez, y “Qué manera de quererte” de Luis Ríos, y culminó con sabor caribeño gracias a “Cachita” de Rafael Hernández y “De Cuba pal Mundo” de Adalberto Álvarez.

Esta participación se enmarcó en la XIV edición del Festival Internacional de Música Sacra de Bogotá, que se desarrolló desde el 10 de septiembre hasta el 4 de octubre de 2025 en diversos teatros, iglesias y recintos de la capital colombiana. Bajo la dirección de Marianna Piotrowska, el FIMSAC es un evento musical anual, único en el continente americano por su carácter multirreligioso. Fundado en 2012 en homenaje a los 50 años del Concilio Vaticano II, su objetivo es promover la unión, el diálogo interreligioso, el respeto a la diversidad de creencias, una cultura de paz y la reconciliación entre los pueblos a través de la música sacra de diferentes estilos, épocas y religiones.
El festival de 2025 agrupó a 750 artistas de 20 países en más de 30 escenarios, con una programación que incluyó solistas, ensambles, orquestas y coros. La programación presentó una selección diversa de más de 40 eventos, entre ellos 20 conciertos con cantos medievales, música sacra del barroco latinoamericano, música de Vivaldi y Purcell, dos óperas en alianza con el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo (“Nabucco” de Verdi y “The Fairy Queen” de Purcell), góspel del Caribe colombiano, música desde Irán y Turquía hasta Israel, y estrenos mundiales como el “Gloria” del compositor colombiano Diego Vega, obra comisionada por el FIMSAC.
“El Coro Nacional de Cuba deleitó a un público que hoy vibró de principio a fin en el bello Auditorio León de Greiff”.
Entre los platos fuertes del festival estuvieron la representación escénica de la ópera “Nabucco” de Verdi, con el tenor mexicano Andrés Carrillo en el papel de Ismaele; la representación de “The Fairy Queen” de Purcell a cargo de la agrupación francesa Les Arts Florissants dirigida por William Christie; y un concierto de Vivaldi y Purcell con el contratenor alemán Andreas Scholl. El festival concluyó con el “Requiem” de Johannes Brahms, interpretado por la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia y el Coro Nacional de Colombia, cerrando con broche de oro un evento dedicado a la espiritualidad y la excelencia musical.

