Mijaín, la historia de un campeón cubano y universal
La historia del luchador cubano Mijaín López y de la jornada que en París lo convirtió en pentacampeón olímpico fue presentada este martes en la capital francesa de manera excepcional, en el contexto de la Semana de la Cultura de la isla.
Más de un centenar de invitados —franceses amigos de Cuba, artistas, diplomáticos y cubanos residentes— acudieron a la velada en el teatro Traversière y tuvieron el privilegio de apreciar el material de 80 minutos, dirigido y concebido por Rolando Almirante, Ángel Alderete y Héctor Villar.
La propuesta, aún por estrenar de manera oficial, ofrece un viaje en el tiempo y en varias dimensiones hasta penetrar en las interioridades de una hazaña, de su protagonista y de su entorno, la conquista por el luchador del estilo grecorromano nativo de Pinar del Río de la quinta medalla dorada en una misma prueba individual en Juegos Olímpicos consecutivos, el único atleta que lo ha conseguido.
El documental empieza con una imagen que vale mil palabras, López depositando sus zapatillas en el centro del colchón parisino, poco después de vencer en la final al chileno de origen cubano Yasmani Acosta, una señal sin margen para la duda: su leyenda de luchador activo culminó.

Mijaín cuenta en detalle lo sucedido aquel histórico 6 de agosto del 2024 en la Ciudad de la Luz, y lo hace con una enorme capacidad de sumergir al espectador en escenarios diferentes, la Arena de los Campos de Marte, el lugar de la competición en la capital francesa, y Herradura, su pueblo natal, donde familiares y amigos siguen la actuación del campeón.
Por momentos, los más de 7 840 kilómetros que separan a una localidad de la otra desaparecen, y el auditorio, con aplausos incluidos en cada victoria y peldaño hacia el título, siente que está allí, sin importar el sitio.
La obra de Almirante, Alderete y Villar penetra también en la parte oculta de la gloria, desde el rigor del entrenamiento y la dieta hasta la renuncia a abrazar a la familia.
Otro mérito del documental que el espectador agradece es el espacio dado a los otros artífices de la hazaña del coloso de los 130 kilogramos, los que siguen en este mundo y los que lo dejaron, no sin antes aportar lo suyo a la leyenda que perdurará bajo los cinco aros y más allá.

Su madre Leonor Núñez, simpática y cautivadora, rodeada en Herradura de un ejército de familiares y vecinos que empujaron al rival desde la distancia y su entrenador Raúl Trujillo, cerca siempre del atleta en el colchón parisino, son parte del espectáculo.
La proyección del documental estuvo precedida por breves intervenciones del embajador de Cuba en Francia, Otto Vaillant, la vicepresidenta del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (Icaic), Gladys González, y el realizador Almirante.

