Siempre octubre y noviembre nos convocan, nos ponen atentos a particulares fechas que no puedo resumir ante el riesgo de soslayar alguna.  No son pocas las personalidades de la cultura cubana nacidas por estos días, pero dos son especiales: el 25 de octubre, cuando en Sagua La Grande, en 1930, nació Alfredo Sosabravo; y el 6 de noviembre, cuando en Cruces, en 1932, nació Lesbia Vent Dumois. Sin dudas, Sosabravo fue exposiciones, alegría y apogeo noticioso en sus 95.   

Recordando siempre a nuestra imprescindible Corina Mestre, cuando llamó al 2021 “El año de Lesbia”, hacemos un giro al 2019. Andábamos inmersos en los embates de la COVID-19, pero el jurado sesionó y concedió a la artista la condición de Premio Nacional de las Artes Plásticas, hecho que ha desencadenado más de un quinquenio de goce por Lesbia.

Pensar en Lesbia es poner en su justo peldaño una vida entregada a la creación en dos vertientes: su extensa producción plástica, con su experimentación en la pintura, el dibujo, la escultura, la instalación y el grabado, y su compromiso social, evidenciado en la conducción de la Dirección de Artes Plásticas de la Casa de las Américas durante los primeros decenios de la Revolución y su multifacético andar por la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), de donde actualmente es vicepresidenta.

“Pensar en Lesbia es poner en su justo peldaño una vida entregada a la creación en dos vertientes: su extensa producción plástica, con su experimentación en la pintura, el dibujo, la escultura, la instalación y el grabado, y su compromiso social”.

El 30 de septiembre del 2021, cuando en la sede del edificio de Arte Cubano del Museo Nacional de Bellas Artes, Abel Prieto dejaba inaugurada la exposición antológica Memorias de Lesbia Vent Dumois, se exponía al público una muestra de su amplia exploración por las artes visuales, al tiempo que se registraban valores estéticos, expresión de su formación, diversidad de actuaciones, tareas realizadas y profesionalidad sostenida.  

Memoria fue recapitulación de la manera en que la artista discurre sobre asuntos que merecen llamado de atención, como lo femenino, tratado a través de imágenes o símbolos que reverencian a mujeres que han aportado a la humanidad desde plurales universos como Isadora Duncan, Violeta Parra, Nahui Olin, Tina Modotti y Frida Kahlo, entre otras. También son los niños, los cortadores de caña, las mujeres en sus labores domésticas, en la defensa y la producción y, junto a ese universo temático, va el compromiso del artista con la historia, con su tiempo histórico, con sus héroes cotidianos, pero dicho con la particularidad del lenguaje de Lesbia, con su dominio técnico para representar las recurrencias, desde la persistencia de lo onírico, lo satírico y lo lúdico.

En el 2019 le fue concedido el Premio Nacional de las Artes Plásticas. Imagen : Cortesía de la autora

Para intentar resumir a Lesbia recomiendo el texto Memoria prodigiosa, escrito para el catálogo de la referida exposición por Virginia Alberdi; recorrer las páginas del libro: Lesbia Vent Dumois, editado por Collage Ediciones y el sello Arte Cubano en 2021 o revisitar su diálogo con Arleen Rodríguez Derivet en la Mesa Redonda dedicada a su historia de vida.

Lesbia, mujer elegante, diseñadora de su particular estilo de vestir, artista, diligente; la que ha recibido infinitas condecoraciones, la Maestra de Juventudes, la que siempre anda atenta a su incontable repertorio de amigos, la que combina sonrisa, palabra precisa y sensibilidad, la que sabe del deber, la consagración y la dulzura, está cumpliendo 93 años este jueves 6 de noviembre del 2025. ¡Felicidades Lesbia!