37 Coloquio Internacional Boleros de Oro consolidó la ruta patrimonial del género
El 37 Coloquio Internacional Boleros de Oro, organizado por la Sección de Musicología de la Asociación de Músicos de la Uneac y el Centro de Investigación y Desarrollo de la Música Cubana, se desarrolló los días 2 y 3 de octubre de 2025 en la Sala Villena de la Uneac. Dedicado al 95 cumpleaños de Omara Portuondo y al 75 aniversario de la Televisión Cubana, el evento marcó el inicio de dos jornadas de intensa reflexión y celebración en torno a este género musical.
La primera actividad académica fue el panel inaugural, titulado “El bolero como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Una declaratoria binacional”, moderado por Mabel S. Castillo Mompié. Panelistas de Cuba y México, como Cecilia Margaona, Pavel Granados, Leannelis Cárdenas, Sonia Virgen Pérez Mojena, Ángel Michel Aleaga Hung y Rafael Lara, disertaron sobre la crucial importancia de inscribir el bolero en la lista de la Unesco. Se destacó que esta declaratoria binacional no diluye la autoría, sino que celebra una simbiosis cultural centenaria que enriqueció el género, protegiéndolo de su folklorización y garantizando su vitalidad para las futuras generaciones mediante un Plan de Salvaguardia Binacional.
“El bolero es pasado y presente de un diálogo entre culturas”.
Inmediatamente después tuvo lugar el Panel Unesco sobre los “Procesos de candidatura para la Inscripción en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial”, moderado por Lea Cárdenas. Los panelistas Dr. Francisco “Pancho” López y Alejandro Gumá explicaron los intricados procedimientos y requisitos técnicos que exige la Unesco para tal reconocimiento, detallando las etapas de evaluación y la importancia de la cooperación internacional en este esfuerzo conjunto.
La sesión matutina del jueves continuó con dos ponencias. Heredia presentó “Omara y el bolero”, un análisis dedicado a la trayectoria y el legado de la homenajeada Omara Portuondo. Seguidamente, Alicia Valdés disertó en el panel “Ausencia no quiere decir olvido. 20 años del Diccionario Mujer y Música”, investigación que rescata la contribución de las mujeres a la música cubana. La mañana concluyó con la presentación y proyección del documental Voces del feeling (2025), dirigido por Rosalía Arnáez y Marilú Macías.
La sesión de la tarde se abrió a las 2:00 pm con el panel “El bolero en la radio y la televisión cubana”. En este espacio, Arnáez enfatizó en la necesidad imperante de incluir al bolero en la programación habitual de la televisión y la radio. La locutora y pedagoga argumentó que “este género, que es parte fundamental de nuestra identidad, no puede quedar confinado a eventos especializados; debe llegar a los hogares cubanos a diario para educar el oído de las nuevas generaciones y mantener viva nuestra memoria afectiva”. Junto a ella, los panelistas Arnaldo Díaz y Mireya Yorka debatieron sobre los desafíos y oportunidades para lograr una presencia más robusta del género en los medios audiovisuales.

Como parte del programa del evento se presentaron revistas de música: los números 1 y 2 de 2025 de la revista La Corchea, El sincopado habanero (Vol. X, enero-junio 2025), y Clave (No. 1-2, 2024). La tarde continuó con la sección “Detrás de la Portada a Tiempo de Bolero”, donde se presentó el álbum mexicano Entre boleros (EJE Music) y Boleros con swing (Producciones Colibrí).
En la jornada del viernes se presentó la ponencia de Cárdenas “Las peñas de bolero como práctica sociocultural”. Posteriormente, sesiónó el panel “La figura del portador en la práctica comunitaria del bolero”, con Castelio Saborit, Gilberto Castillo y Ada Oviedo, entre otros líderes de peñas. La mañana finalizó con la ponencia “El bolero en los discos de vinilo” de Rafael Valdivia, y la proyección del documental La razón no valía (2018), presentado por Mayra María García y Frank Padrón.
En el marco del coloquio, la musicóloga Leannelis Cárdenas detalló el complejo proceso de inscripción del bolero. Explicó que, si bien el acercamiento inicial fue desde la musicología y la historia, donde la información sobre características formales y exponentes como Pepe Sánchez, Sindo Garay o Manuel Corona era abundante, el verdadero reto fue abordar el fenómeno desde un enfoque patrimonial. “Era menester acercarnos al fenómeno a partir de un enfoque patrimonial”, señaló, lo que requirió de un equipo multidisciplinario. Cárdenas relató que, “durante todo el período de confección del expediente para la declaratoria nacional, muchos fueron los encuentros con las comunidades de portadores”, subrayando que “ser bolerista va más allá de interpretar y componer boleros. Implica un tipo de comportamiento, una cadencia al hablar, un estilo específico en el vestir. Ser bolerista es inherente a ser apasionado”.
Respecto a la candidatura binacional con México, Cárdenas confesó que inicialmente surgieron dudas: “¿Acaso el bolero no nació y se desarrolló en Cuba? ¿Por qué compartir lo que sentimos como nuestro patrimonio cultural con otro país?”. Sin embargo, al establecer contacto con los colegas mexicanos, todo comenzó a tener sentido. “Su pasión por el bolero era igual a la nuestra”, afirmó. Al analizar la relación entre exponentes de ambos países y la frecuente apropiación de boleros a uno y otro lado del Golfo, resultaba “casi imposible decidir cuál de los dos países realizó mayores aportes”. La musicóloga concluyó que “el bolero es pasado y presente de un diálogo entre culturas”, y que el trabajo conjunto para implementar el Plan de Salvaguardia Binacional continúa, pues “la lucha por la preservación del patrimonio recién comienza”.
“Ser bolerista es inherente a ser apasionado”.
La sesión de la tarde del viernes estuvo nuevamente dedicada a “Detrás de la Portada a Tiempo de Bolero”, con la presentación de los discos Ellos y ellas cantan boleros (Egrem) y Tiempo para un buen bolero (Bis Music). El coloquio cerró con una clase demostrativa: “El bolero y las jóvenes generaciones”, impartida por Robertina Morales y jóvenes cantantes egresados de las academias de música.
Paralelamente al coloquio, el 37 Festival Internacional Boleros de Oro desplegó una extensa programación artística del 2 al 5 de octubre. Las galas centrales en la Sala Covarrubias del Teatro Nacional fueron “Momentos del Bolero”, “Omara de Cuba” y un homenaje por el 75 aniversario de la TV Cubana dedicado a la música de Adolfo Guzmán, con elencos que incluyeron a figuras como Raquel Hernández, Haila María Mompié y Beatriz Márquez. El Teatro América acogió las galas Corona es sensibilidad y Jóvenes del bolero, mientras el Patio Hurón Azul, la Casa de Cultura de Plaza y el BuleBar 66 ofrecieron tardes y noches de “Añorado encuentro” y tributos a Benny Moré. Otros espacios como Arte Habana, la Casa de 18 de Artex, el Café Miramar y el mítico Gato Tuerto completaron la oferta con descargas, recitales y noches de boleros y poesía hasta altas horas de la madrugada, confirmando la vigencia del género.

