La providencia cienfueguera: 80 años de la Orquesta Aragón en el bicentenario de su ciudad natal

Alegna Jacomino Ruiz
15/5/2019
Velada conmemorativa por los 200 años de Cienfuegos y el aniversario 80 de la Orquesta Aragón.
Foto: Modesto Gutiérrez Cabo/ Cubadebate

 

La ciudad cienfueguera, moderna y patrimonial, converge en este 2019, junto a la orquesta Aragón, en la celebración de dos aniversarios cerrados, los doscientos de la primera y los ochenta de la segunda. La Aragón nace del seno de una ciudad que expande identidad y refinamiento a partir de la apropiación estética que muestra, la admiración por su historia encaminada hacia la búsqueda de las raíces y valores espirituales, el trazado de cuadrícula de sus calles, la riqueza de su arquitectura presente en las construcciones neoclásicas en las que se mezclan componentes populares, franceses, hispanos y universales, la belleza única de su centro histórico declarado Patrimonio de la Humanidad y, no por último menos importante, las disímiles sonoridades que —según el musicólogo José Loyola— “se respiraban en la ciudad, existía una cierta concepción de pensamiento musical”.[2] Recorrer las calles cienfuegueras significaba para el paseante ir escuchando, tal vez desde el portal de su casa, a una profesora impartiendo sus lecciones de solfeo, piano o violín; si de casualidad era domingo sería entonces el deleite con pasodobles y hasta sinfonías interpretados por la banda municipal en la glorieta del Parque Martí; la radio ya comenzaba a trasmitir música en vivo cerca de la década del 30 del siglo XX; de igual forma mediante el cine se socializaban importantísimas piezas musicales, y qué decir de otros espacios como las funciones del teatro Tomás Terry, o las que se hacían para los de mayor poder adquisitivo en el Casino Español, en el Liceo o en el Yacht Club, para los demás estaría disponible el Club Minerva o algún parque en el que se estuviera presentando algún septeto, como “el más famoso” según la prensa de la época, el Ron San Carlos.

En este hábitat surge, en 1939, la orquesta Aragón. En el año en que se crea la orquesta, la ciudad cumplía 120 años, por lo que la orquesta es resultado de un momento histórico en el cual la música, tanto en la ciudad de Cienfuegos (ciudad natal de la Aragón) como en la región, formaba parte de la vida social y esta a su vez era aprehendida con rasgos característicos por la orquesta.

El mundo artístico, intelectual y musical de la región se encontraba en sus más altos momentos. Se percibía un sonido cienfueguero marcado por un peculiar sello sonero que se explica por las tradiciones danzonera y sonera, formatos musicales (sextetos, septetos, conjuntos, bandas, charangas, jazz bands), géneros (danzón, danzonete, habanera, bolero, son) e instrumentos (violín, flauta y piano) que desarrollaron en la región un particular modo musical en las décadas del 30 y 40 del siglo XX. Estos orígenes quedan demostrados cuando Enrique Jorrín compone el tema de la orquesta Aragón y muy atinado escribe: Si tú escuchas un son sabrosón, ponle el cuño, es la Aragón/ si tú escuchas un rico danzón, ponle el cuño que es la Aragón. Este modo de interpretación es reconocido por el público y es este el que va creando un ambiente propicio a su identificación con la orquesta y su sonoridad. 

El hecho de que la orquesta Aragón arribe a su ochenta cumpleaños, es el resultado de la permanencia de su sonoridad en el tiempo, en la preferencia musical no solo nacional, sino, sobre todo, internacional, y de sus innumerables reconocimientos que hacen palpable la excepcionalidad de una orquesta que tiene historia propia y singular. En tal sentido, nos propusimos conocer la opinión de su director, Rafael Lay Bravo, sobre este aniversario, junto al de su ciudad natal, Cienfuegos.

En este 2019 la orquesta Aragón arriba a su 80 cumpleaños. ¿Cómo valorarías la sonoridad de la orquesta, en vísperas de este nuevo aniversario?

“Conservamos identidad y estilo interpretativo como prioridad y condición, lo cual no contradice el añadir y recrear elementos sonoros y estructurales establecidos a posteriori sujetos a la evolución y el perfeccionamiento. Mantenemos la capacidad de mostrar diversidad en períodos y géneros implantados a través de ocho décadas ininterrumpidas de trabajo musical”.

¿Cuáles son los retos de la orquesta, en medio de un contexto musical tan complejo, lleno de nuevas sonoridades y ritmos que se imponen cada vez con mayor fuerza en la cotidianidad del cubano?

“El desafío es una constante, afrontar públicos diversos, generaciones que se suceden, modismos que se establecen. Es parte del trabajo lidiar con estas realidades, acertar en complacer y convencer al público receptor es un reto permanente”.

La orquesta siempre ha reflejado el devenir histórico del país, con la interpretación de piezas como: Los barbudos y el pueblo (parodia de Los fantasmas, de Rosendo Ruiz Quevedo, con arreglo de Richard Egües, 1959); Los diez millones (Rodrigo Prats, 1970); Como lo soñó Martí (Juan Arrondo); El mayor (Silvio Rodríguez), entre otras. ¿Su repertorio cuenta con nuevas piezas de este corte?, ¿qué planes tienes?

“Nuestra obra es abarcadora e integral, reflejo de épocas vividas vinculadas a la sociedad cubana y su idiosincrasia. Temas de contenido social se mantienen en activo en el repertorio, ejemplo de ello son los temas: Cuba que linda es Cuba, de Eduardo Saborit, o el emblemático Hasta siempre Comandante, de Carlos Puebla, están prestos a ser interpretados oportunamente, como también versiones de obras de Silvio y Pablo o Carlos Varela y Tony Ávila quedan previstas para ser incluidas”.

De igual forma en el repertorio aragonero ha tenido especial relevancia el reflejo de la vida cotidiana mediante anécdotas, dichos, pregones, etc. ¿Se mantiene en el 2019 este tipo de piezas en el repertorio de la orquesta?

“En una inmediata producción discográfica se incluyen temas de actualidad como el acceso a internet por Wifi, o el fenómeno de las redes sociales, con dicharachos propios de la jerga popular, entre otras”.

¿Qué deficiencias ves hoy en la orquesta que puedan afectar su popularidad? ¿Consideras que la orquesta cuenta con compositores de la talla de Rafael Lay Apesteguía y Richard Egües?

“El de Rafael Lay Apesteguía y Richard Egües es un binomio que coincidió en un justo momento con ideas musicales geniales y congruentes, devino resultado que marcó pauta predominante dentro del clásico formato de charanga. A 80 años de su fundación, continuamos insertados en los diferentes mercados que nos competen, de índole nacional e internacional, atendiendo ofertas y solicitudes, ampliando el círculo de autores que vivifican y actualizan el repertorio conforme al momento”.  

Una de las características que definió a la orquesta desde sus inicios fue el deseo de su fundador, Orestes Aragón, de formar una gran familia. ¿Sigue siendo este un principio de la orquesta?

“Es una energía establecida de inicio que perdura a través del tiempo, las relaciones humanas, la comprensión entre los miembros, la atención y dedicación al trabajo son premisas que se mantienen, y cada persona que ingresa lo percibe, integrándose al colectivo”.  

Ustedes comúnmente tienen actuaciones en distintas regiones del país, ¿qué sienten cuando les toca visitar Cienfuegos? ¿Qué de especial tiene? ¿Qué significa para la orquesta que, casualmente, en el año en que la ciudad cumple sus 200 años de fundada, la orquesta también cumple sus 80?

“Le atribuyo a la providencia esta casualidad, es un regalo divino coincidir en fecha cerrada, y festejar aniversario juntos es halagador y gratificante. Presentarnos en Cienfuegos nos devuelve a las raíces y evoca la historia nutriéndonos con su espiritualidad”. 

¿Piensas que Cienfuegos, a diferencia de otras regiones del país, ha contado con insignes músicos que han marcado la historia musical cubana? ¿A qué crees que se deba?

“Cienfuegos es una ciudad concebida con buen gusto, buenos modales apegados al buen arte y vasta cultura asentada en un territorio extremadamente hermoso, rodeada de mar y una bahía espectacular. Posee y brinda todos los elementos de un escenario que despierta y estimula la sensibilidad y creatividad artística”.

Foto: Uneac
 

Indiscutiblemente la orquesta debe ir asegurando un relevo de igual calibre que el de los músicos que han formado parte de ella. ¿Tendrías en cuenta solo sus condiciones musicales?

“La condición musical es importante, más en estos tiempos donde el nivel es bien alto y generalizado por la preparación y el conocimiento adquirido en los conservatorios de todo el país. Pero, paralelamente, la condición humana hay que tenerla en cuenta, pues la interrelación del personal juega un importante papel en el posterior resultado artístico”. 

¿Cómo soñarías la orquesta en los próximos 80 años?

“Espero que el sonido emanado del violín, el piano o una dulce voz siga brotando de las manos o la garganta del ser humano, que el mundo continúe admirándolo independientemente del nivel tecnológico que se haya alcanzado. La buena música es un antídoto, si en años venideros escuchar temas de la Aragón se prolonga y ocasiona satisfacción y beneplácito, ¿qué más podemos pedir?”.

Si la orquesta no hubiera nacido en un país como Cuba, con sus grandes particularidades y con una política cultural en defensa de los más auténticos valores, ¿qué de diferente o igual hubiera significado su recorrido artístico?

“Definitivamente no existiría la Aragón, Cuba es su plataforma, ahí surgió y ahí permanece. Lograr 80 años de ininterrumpida vida musical es bien complejo, un pueblo musical y bailador es su caldo de cultivo y perenne escolta y consejero. Queda demostrado el eslogan de La Charanga Eterna, que así se define: ‘ponle el cuño es la Aragón’, no hay otra”.[3]

 

Notas:
[1] Término utilizado por Rafael Lay Bravo, director de la orquesta Aragón al referirse al significado que tuvo para él la coincidencia del aniversario 80 de la orquesta y el 200 de la ciudad cienfueguera que los vió nacer.
[2]Loyola, J. (2016). Sobre la música cienfueguera. Cienfuegos.
[3]Lay, R. (2019). Sobre el 80 aniversario de la emblemática Aragón y el bicentenario de la ciudad de Cienfuegos.