Nido de mantis en estreno nacional

Ernesto Cuní
4/9/2019

A partir de hoy miércoles 4 la película cubana Nido de mantis, del realizador Arturo Soto, se estrena a nivel nacional, según se informó en conferencia de prensa en la que se encontraba el director junto a actores y parte del equipo de realización.

En conferencia de prensa fueron dados a conocer detalles del filme. Foto: del autor
 

Después de casi 20 años de escrito el guion, el director de Pon tu pensamiento en mí cumple su sueño, no exento de dificultades en su realización. Gracias a una coproducción entre el ICAIC, ITACA FILMS y COTTOS, se logró su filmación.

Difícil de realizar por la variedad de épocas que aparecen en su trama y el elevado costo de producción, el filme ya ha tenido recepción en diversos festivales internacionales. En Cuba tuvo su premier el año pasado y participó en el 40 Festival del Nuevo Cine Latinoamericano.

La trama principal recrea el clásico triángulo amoroso, aquí aderezado con los contextos que viven los tres personajes principales: Elena, Tomás y Emilio. Desde niños, ambos hombres se disputan el amor de una mujer campesina que no desprecia, en sutil juego amoroso, la atención de ninguno de los dos.

Destacó Arturo que en su nueva producción la historia principal, a pesar de subrayar varios momentos históricos de nuestro país —comenzando desde los años 50, el triunfo revolucionario del 59, la zafra de los 70, el período especial en 1994, entre otros—, no tiene como meta resaltarlos en la trama, sino centra la mirada en los personajes principales y su conflicto en medio de esos entornos.

La película comienza con la acusación a Azúcar, la niña nacida al calor de la oscura pasión de la triada afectiva. Es acusada en 1994 de la muerte de los tres amantes. Es ahí cuando —en constantes flash back a lo largo de la película— se empieza a narrar la historia de 50 años atrás.

Caleb Casas, Armando Miguel Gómez y la novel Yara Masiel dan vida a estos protagónicos, junto a otro grupo importante de actores y actrices, entre los que se encuentran Patricio Wood, Luis Alberto García, Néstor Jiménez, Osvaldo Doimeadiós y Mario Guerra, gracias a los cuales se ha logrado un nivel de autenticidad en la historia narrada.

 La novel Yara Masiel, Armando Miguel Gómez y Caleb Casas dan vida a los protagónicos.
Foto: Cortesía del equipo de realización

 

Yara Masiel resulta la gran incógnita de esta película. Desconocida para el público cubano, después de un largo proceso de casting Arturo le encargó el personaje de Elena, mujer que se debate en dos aguas tempestuosas y que debió mostrar los matices que llevan a esa protagonista a mantener las expectativas de ambos hombres.

En este mismo sentido, la joven actriz Amelia Fernández, quien asume el personaje de Azúcar y debuta en la pantalla ancha, demostró madera. Para ella fue una magnífica experiencia profesional y humana. Gracias a Arturo y a la dirección de actores pudo perfeccionar su personaje y hacerlo crecer, dijo en la presentación.

Varias especialidades se llevan las palmas en esta coproducción: la dirección de arte, impecable, recreó los varios momentos históricos del país; la fotografía, pensada para cada escena, acentúa los clímax del filme; y en general la producción, realizada sin grandes recursos. 

También fueron un reto los cambios físicos de los actores, dadas las distintas épocas de las vidas de los personajes que tienen que representar. Igualmente sucedió con las locaciones, buena parte de ellas fuera de La Habana.

Para la música, Soto llamó a la compositora Beatriz Corona, con la cual había trabajado en Amor vertical, otro de sus filmes. Consiguió el empaste entre su propósito y lo realizado por Beatriz, a la cual consideró de extremadamente profesional, “fue muy cómodo el trabajo con ella, logró que la música fuera un personaje más”, comentó.

Otro de los temas tratados en el encuentro fue el uso del color. Se utilizó el blanco y negro en algunas escenas, en otras el color. Resultó difícil según la época a representar, “trabajamos sobre el concepto de la memoria, el cómo yo recordaba esos colores; fue un trabajo muy rico”, aseguró Arturo.

Soto sueña con otros filmes, tiene infinidad de guiones para realizar en el futuro, “mi gavetero se desborda”, concluyó.