Muy pronto niños y jóvenes volverán a tener en la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí un espacio para encontrarse con el mundo de la lectura, un lugar en el que se sientan tan bien como refiere el poema de ese grande que da nombre a esta sala: Eliseo Diego. En las áreas aledañas al edificio principal de la institución se levanta el nuevo sitio que abrirá sus puertas cuando las condiciones epidemiológicas lo permitan.  

“(…) En las áreas aledañas al edificio principal de la institución se levanta el nuevo sitio (…)”.

No es la primera vez que la Biblioteca cuenta con un área destinada a la satisfacción de las necesidades de información de niños, adolescentes y jóvenes. El 14 de diciembre de 1959, bajo los auspicios de la entonces directora María Teresa Freyre de Andrade de Velázquez, fue inaugurado el Departamento Juvenil, convertido tiempo después en la Sala Infantil y Juvenil Eliseo Diego, que funcionó en la institución hasta 2010, cuando fue trasladada a la Casa de Cultura de Plaza, sede de la primera biblioteca infantil del país. En 2011 cerró y diez años después renace el proyecto con otras áreas y servicios a tono con las exigencias actuales.

De acceso libre y gratuito, la nueva sala atenderá a niños de 1 a 5 años y alumnos de primaria, enseñanza especial y secundaria básica. Además de las áreas destinadas a estos grupos, ellos podrán disfrutar de la Ludoteca y Mediateca, así como de un jardín para realizar actividades al aire libre. Juegos didácticos, recreativos e instructivos, talleres diversos, algunos en coordinación con la Unicef, marcarán el paso de muchas de las actividades que proyectan realizar los especialistas de la Sala Infantil y Juvenil Eliseo Diego. En cuanto a los talleres, son varios los que ya están planificados para impartir cuando sea posible. Entre ellos destacan los dedicados a las temáticas del medioambiente, los derechos y deberes de los niños y las niñas, la formación vocacional, las manualidades, las artes visuales, la bibliotecología, la historia, entre otras que demanden los propios usuarios.  

Inauguración de la Sala Infantil de la BNJM.

Sobresale también la Bebeteca, un espacio dirigido a niños de la primera infancia y a sus padres, en el que podrán relacionarse con los libros, juegos y manualidades. Visitas dirigidas, concursos, actividades de narración oral y exposiciones bibliográficas, destacan en un programa cultural que servirá de complemento a las habituales funciones de una sala de este tipo. La de la Biblioteca Nacional tiene la intención de convertirse en un lugar de referencia para la promoción de la lectura y el enriquecimiento cultural de un público tan especial.

A los servicios habituales de consultas, referencias y préstamos se suman otros que van desde la orientación en el uso y manejo de estantes y catálogos, hasta la incorporación de servicios digitales a partir de una actualizada colección de libros y productos electrónicos. Los usuarios dispondrán de computadoras y otros medios para acercarse desde la tecnología al mundo de las letras, como es el caso del sitio web Mundo Polilla, creado especialmente para apoyar la promoción de la lectura y la obra de autores cubanos, así como de manifestaciones del arte y la cultura.

La Sala Infantil y Juvenil Eliseo Diego tendrá acceso por la calle Aranguren, entrada independiente de la que también harán uso los lectores de la Sala Circulante María Teresa Freyre de Andrade, la otra área que funciona como biblioteca pública dentro de la institución.