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El documental Lucy and Desi (2022), de la actriz y comediante Amy Poehler (en su debut como directora), realiza una inmersión en la vida de esta pareja: Lucille Ball y el cubano Desi Arnaz, en la que toca detalladamente escaños de su historia poco tratados. Además, el metraje diseña un bosquejo dinámico sobre su influencia, conflictos y dificultades en el Hollywood de la década de los 50, experiencias siempre entrelazadas con su sitcom I love Lucy.

Este documental forma parte de la Segunda Muestra de Cine Estadounidense en La Habana, con escenario en el cine Acapulco, que comenzará el próximo 23 de mayo y concluirá el 26. Esta cuenta, a su vez, con una selección de otros cuatro filmes, entre largos y cortometrajes, que tienen por tópico central el retrato de varias mujeres que impulsaron e inspiraron al movimiento feminista y sus luchas en sus diferentes etapas y olas en ese país.

El documental de Poehler tiene una estructura convencional, entramado a partir de imágenes de archivo, fragmentos de programas televisivos, reproducciones clasificadas y los aclaratorios, cuando no oportunos, testimonios de varias personas que convivieron con estas celebridades o son expertos en el tema. Figuran entre ellos Bette Miller, Carol Burnett, Norman Lear, entre otros que acompañan a Lucie Arnaz y Desi Arnaz Junior, hijos de ambas estrellas.

La serie I love Lucy permaneció en cartelera televisiva durante seis temporadas.

Si bien su confección es tipológica, en el mismo se respira un ritmo dinámico, comedido e íntimo a la hora de transparentar los sucesos que marcaron la vida y la relación amorosa de los protagonistas entre las risas y los problemas, entre la pasión, las infidelidades y el desamor.

Por otra parte, la cinta dialoga con el espectador a través de una marcada perspectiva feminista. Hablar sobre Lucy Ball es tratar posturas en apoyo a la mujer, aunque ella no formara parte in situ de los movimientos antipatriarcales norteamericanos de la época que estaban a un paso de su segunda ola, en la que se polemizaban temas alrededor de la igualdad oficial y no oficial, el entorno familiar y laboral, y el derecho al aborto.

Quedan descritos en el metraje, en ocasiones explícitos, en otras no, los principios de Lucy, sin alejarse del recorrido vital expresado en el documental, con respecto a la posición de las mujeres en una época compleja con un Estado machista dominante, cuando las féminas tenían pocas oportunidades laborales en los espacios televisivos (por mencionar un ámbito concreto y cercano al mercado en que se desarrollaba la celebrity).

Lucille Ball protagonizaba una comedia junto a su esposo en la que exponía la vida de un ama de casa, Lucy, y las situaciones que enfrentaba en su día a día. A partir de estos conceptos representativos, el show sirvió para reconfigurar el sistema televisivo, el cual impactó, pero también fue un panegírico para el movimiento feminista, que lo adoptó por sus declaraciones tácitas en la comedia, aunque no existieran afirmaciones políticas directas por parte de quienes llevaban los roles principales.

El filme Being The Ricardos (2021) contó con los protagónicos de Nicole Kidman y Javier Bardem. Imagen: Fotograma de la película

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Este biodoc de la vida de Lucille Ball y Desi Arnaz sirve de soporte profundo a los acontecimientos relatados en la película Being The Ricardos (Aaron Sorkin, 2021), la cual recrea la crisis personal y profesional de la pareja en 1952, situación que puso en peligro sus carreras artísticas y su renombre en Hollywood.

La posición temperamental y fuerte que se evidencia de Lucy en el personaje desarrollado por Nicole Kidman, no muy diferente al carácter que se transparenta en el documental de Poehler, modela un estatuto feminista renovado para el contexto actual.

Este biopic específicamente se acoge a una construcción tipológica posfeminista. Es un ejercicio progresista en el que se abordan a personalidades que son o se convierten en símbolos de un movimiento social o cultural que representa a ciertas comunidades, comprendidas como minorías sociales en contados casos.

“La posición temperamental y fuerte que se evidencia de Lucy en el personaje desarrollado por Nicole Kidman (…) modela un estatuto feminista renovado para el contexto actual”.

Los biopics posfeministas se centran en la vida de mujeres célebres o excepcionales plasmadas desde una perspectiva feminista en su representación. Estas películas buscan contar la vida de mujeres que han desafiado las normas de género y han luchado por la igualdad y la justicia, desde una mirada crítica y reflexiva.

Lucille Ball fue una mujer que gozó, y goza en estas cintas que le sucedieron, de una libertad enrarecida por la contraposición ideológica que se conoce de la época. Ambas películas son evidencia de su manera de pensar y proyectarse ante establecimientos políticos retrógrados. Eluden una muestra estereotipada de la concepción de mujer célebre en pro de traslucir la esencia de una dama fiel a sus convicciones, sin marginaciones ni reservas turbias.

Dichas obras, tanto la de Poehler como la de Sorkin, tienen por característica natural la conexión de la opresión de género con otros tipos de opresión, y desde aquí crean una experiencia única, desde una historia con poderoso impacto social que evidencian su complejidad representacional.