Desde su fundación el 28 de octubre de 1948, el Ballet Nacional de Cuba (BNC) se dio a la tarea histórica de cumplimentar tres importantes líneas de trabajo, que fueron las de la creación coreográfica, la pedagógica y la de divulgación masiva de ese arte, tanto en Cuba como en las múltiples giras que ha realizado alrededor del mundo. Su trabajo en el campo de la creación le ha permitido enriquecer la cultura danzaria del pueblo cubano. Ha llevado a cabo la producción de 784 títulos representativos de las grandes tendencias que ha conocido el arte del ballet a través de su historia, como el ballet de acción, en el siglo XVIII; los estilos romántico y clásico del siglo XIX, y el ballet moderno, donde coexisten el neoclasicismo, iniciado por George Balanchine en 1928 con el estreno de Apolo, guía de las musas, con las más disímiles tendencias surgidas en el quehacer balletístico en los siglos XX y XXI.

Alicia y Fernando Alonso durante una clase en la filial pinareña de la Academia de Ballet “Alicia Alonso”, en 1951.

La labor pedagógica, a partir de la creación de la Academia de Ballet Alicia Alonso en 1950, se hizo extensiva a lo largo y ancho del país, y gracias a su trabajo se gestó el hoy mundialmente reconocido fenómeno técnico-artístico de la Escuela Cubana de Ballet. De forma paralela a estas dos líneas de trabajo, en su obra creadora, figura con especial relieve la labor realizada en el campo de la divulgación masiva del arte del ballet en toda la nación.

Nuestra principal compañía danzaria, dirigida en la actualidad por la primera bailarina Viengsay Valdés, realizó una exitosa gira a la ciudad de Pinar del Río los días 1 y 2 de diciembre del año recién terminado, que incluyó actuaciones en el Teatro Milanés de la capital provincial, con un variado repertorio integrado por: Tarde en la siesta y Muto, de Alberto Méndez; Canto Vital, de Azari Plisetski; Alfonsina, de Gustavo Herrera; La muerte del cisne, de Mijail Fokine y escenas de Cascanueces, según la versión de Alicia Alonso sobre la original de Lev Ivanov.

Esta nueva visita vuelve a patentizar los antiguos y estrechos lazos que une a nuestra compañía de ballet con la región pinareña, ya que en 1951 se creó allí una de las primeras filiales de la Academia de Ballet “Alicia Alonso” y fueron muy frecuentes las actuaciones de nuestra gran bailarina y del conjunto, en el antiguo teatro Riesgo, entre las cuales se destaca el estreno del ballet Narciso y Eco, creado por la Alonso, con música del célebre compositor francés Claude Debussy.

El célebre bailarín Carlos Acosta cursó en la Escuela Vocacional de Ballet de Pinar del Río gran parte de sus estudios en el nivel elemental.

Con el triunfo de la Revolución, la Escuela Vocacional de Ballet de esa provincia ha forjado una valiosa cantera de bailarines, especialmente en la vertiente masculina, cuyos exponentes han sido muy aclamados como miembros del Ballet Nacional de Cuba, incluso como estrellas de prestigiosas compañías internacionales, entre ellos el célebre Carlos Acosta, quien cursó allí gran parte de sus estudios en el nivel elemental. En mayo del 2022 el BNC ofreció muy exitosas presentaciones en el Teatro Milanés de Pinar del Río y recibió el Escudo de Pinar del Río, otorgado por la Asamblea Provincial del Poder Popular, y en noviembre hizo extensivo a la provincia las actividades del 27mo. Festival Internacional de Ballet de La Habana “Alicia Alonso”.

Hermoso ha sido el recibimiento que acaban de tributarle a nuestros bailarines en este nuevo encuentro los alumnos y profesores de los Talleres Vocacionales de Ballet, bajo la dirección de la Escuela Profesional de Arte “Raúl Sánchez”, institución que debe seguir su valiosa labor formadora, que por diversas razones se ha visto obstaculizada en los últimos tiempos. Este agasajo, al que se sumaron los más altos representantes del Partido y del gobierno en esa provincia, le ha permitido una vez más al BNC ratificar su honrosa condición de Patrimonio de la Cultura Nacional.