El rol decisivo de las comunidades en las proyecciones museográficas
Presidida por el lema “El futuro de los museos en comunidades en constante cambio”, desde el 13 y hasta el 18 de mayo se desarrolla en todo el país la Jornada de celebraciones por el Día Internacional de los Museos. La conmemoración, que tiene lugar en el mundo entero, obedece a un acuerdo adoptado en 1977 por el Consejo Internacional de Museos.
De manera particular en nuestra capital los especialistas de los treinta y dos museos pertenecientes a la Oficina del Historiador, dieron inicio a la Jornada en el Museo Napoleónico. “En esta institución, considerada una de las más importantes de Cuba, realizamos el primero de los tres paneles que forman parte del evento académico, teórico, aunque más bien de carácter práctico pues en esencia están dedicados a mostrar cómo han ido cambiando los escenarios en nuestro país y cómo los museos se han ido adaptando a esos nuevos escenarios”, dijo en exclusiva para La Jiribilla Surisday Reyes Martínez, directora del Museo Nacional de Cerámica Artística Contemporánea.
El programa de celebraciones por el Día Internacional de los Museos en la capital incluye además la inauguración de exposiciones. Y entre estas Reyes Martínez destacó como una de las más sobresalientes la muestra colectiva Tesauros, “que es expresión del trabajo colaborativo de todas las instituciones de la Oficina del Historiador.
“Los museos no son espacios inamovibles. No son un espacio creado solo para atesorar una colección de objetos, sino un espacio formativo, para conservar, para enseñar, para salvaguardar y comunicar”.
“Si bien Tesauros fue inaugurada el 14 de mayo y se exhibe en la Casa de la Obrapía, en la sede del Gabinete de Arqueología, que se ha sumado a estas festividades, se muestra también al público una exposición en la que por primera vez se dan a conocer varios objetos arqueológicos que han sido encontrado por sus especialistas en distintas excavaciones. Y ellos de igual modo tienen a su cargo diversas actividades programadas para los patios coloniales de algunas instituciones del Centro Histórico. Mientras que en su propia sede han previsto la presentación del número 15 de su revista.
“De la misma manera la Casa de África, entre otras actividades, ha organizado desfiles de modas en los que se muestran atuendos típicos de ese continente. Y otro tanto sucede en la Casa de los Árabes, que se convierte en escenario para presentaciones danzarias. Y no menos relevante resultan las actividades de la Casa de Asia, por solo citar algunas instituciones.
“Lógicamente, de manera muy especial hemos organizado la clausura de la Jornada, prevista para el domingo 18 de mayo, justo la fecha en que se celebra el Día Internacional de los Museos. Será sin dudas una gran fiesta protagonizada por todos los museos del Centro Histórico de La Habana Vieja. Las festividades comenzarán desde las diez de la mañana en la Plaza de la Catedral y las actividades se irán simultaneando a lo largo de todo el día.
“Esta fiesta de clausura la hemos pensado exhaustivamente, de manera que los públicos se sumen a cada una de las acciones preparadas por los museos, los cuales saldrán a los espacios externos. O sea, se trata de que ese día los museos saldrán a la calle.

“Es decir que desde el 13 y hasta el 18 de mayo, preferentemente este último día, serán jornadas muy intensas, atractivas y provechosas caracterizadas por la realización de un cúmulo de actividades a las cuales se suma, por supuesto, el Museo Nacional de Cerámica Artística Contemporánea, que precisamente, coincidiendo con las celebraciones por el Día Internacional de los Museos, está conmemorando el aniversario 35 su creación”.
Sobradas razones entonces para que esta institución, reconocida como la única de cerámica artística existente en Cuba, sorprenda a los asistentes a la clausura de la Jornada, el 18 de mayo, con “algo muy emotivo y sui generis a la vez porque pondremos a disposición del público, en la calle, un horno alfarero con el cual y también con la ayuda del estudiante de la Academia San Alejandro, Javier Cruz, no solo los niños sino personas de todas las edades podrán amasar la arcilla y crear sus propias piezas, que quién duda puedan ser hasta verdaderas obras de arte.
“Ocurrirá también otro suceso igualmente bonito cuando saquemos a la calle, hecho de cerámica, el horno Dragón inspirado en un horno minigrama japonés. Con él, de la misma manera, el público podrá hacer sus propias creaciones. Son en su totalidad actividades que acompañan la labor preciosa que llevan a cabo la Oficina del Historiador y la Dirección de Bienes Patrimoniales”.
¿Cuándo se crea exactamente el Museo Nacional de Cerámica Artística?
“El 5 de mayo de 1990. Su fundador y primer director fue Alejandro Alonso, licenciado en Historia del Arte. Su primera sede estaba ubicada en el Castillo de la Real Fuerza, donde permanecimos desde 1990 hasta 2005. A partir de ese año su valiosa colección se trasladó a la Casa Aguilera, donde radicamos actualmente y donde se resguarda ese panorama de la cerámica artística cubana desde 1950 hasta la fecha.
“En realidad comenzamos a celebrar nuestro aniversario desde diciembre del pasado año cuando dimos a conocer la convocatoria para el evento más importante que el museo realiza desde 1990: la Bienal de Cerámica Contemporánea Cubana. Es un evento competitivo, de carácter nacional, en el que participan todos los ceramistas, artistas y creadores en general, profesionales y aficionados interesados en el universo de la cerámica.

“Ese concurso, como expliqué antes, se dio a conocer a fines del pasado año y recientemente, en el mes de mayo, realizamos su clausura. Asimismo, en 2025, a propósito de nuestro aniversario, implementamos una diversidad de acciones encaminadas sobre todo a la educación. A la educación patrimonial particularmente en el entorno del Centro Histórico. Con esta acción nos propusimos irradiar conocimientos desde nuestra colección y desde la propia proyección del museo, a esas nuevas generaciones de las que acostumbramos a decir serán las continuadoras de nuestra labor.
“Sus resultados no se han hecho esperar. En la actualidad recibimos, previas coordinaciones con el Palacio de Pioneros de La Habana Vieja y distintos centros estudiantiles, a un grupo de niños estudiantes de enseñanza primaria que asisten a nuestras sesiones de talleres creativos impartidos por distintos especialistas. En ellos los niños aprenden a hacer cerámica y al propio tiempo a conocer sobre la colección del museo.
“Un logro muy significativo de nuestra institución es que estos talleres son impartidos igualmente a niños de enseñanza especial. Niños con discapacidad intelectual de la escuela Sierra Maestra. Nos hemos propuesto que ellos también puedan desarrollar habilidades en la cerámica, habilidades manuales y lógicamente intelectuales.
“A la par de la realización de estos talleres, en el museo tienen lugar la inauguración frecuente de exposiciones y las visitas guiadas.
“Comoquiera que nuestro museo tiene una colección joven en el sentido de que las primeras piezas con que contamos están fechadas en 1950, no por ello las colecciones que atesora carecen de valor patrimonial. Conservamos aquí obras de consagrados y prestigiosos artistas como Amelia Peláez, Wifredo Lam, René Portocarrero y Mariano Rodríguez, entre otros grandes creadores de la Vanguardia de la Plástica cubana.
“A ellos le siguen otros creadores de gran notoriedad como Alfredo Sosabravo, quien precisamente en el venidero mes de octubre estará cumpliendo 95 años y a modo de homenaje estamos preparando una interesante exposición personal. Como esta hemos programado otras muchas actividades que nos han permitido y nos permitirán celebrar hasta el 30 de mayo el aniversario 35 de nuestra institución”.
Cada vez es más acentuada la tendencia a que las instituciones culturales estrechen sus vínculos con las comunidades. El propio lema que preside esta Jornada así lo confirma. A partir de tus experiencias, ¿el acercamiento a las comunidades fortalece, enriquece o debilita a los museos?
“Indiscutiblemente los fortalece, los enriquece siempre y grandemente. Los museos no son espacios inamovibles. No son un espacio creado solo para atesorar una colección de objetos, sino un espacio formativo, para conservar, para enseñar, para salvaguardar y comunicar. Y la mejor manera de comunicar ese patrimonio es con la comunidad donde se encuentra enclavado y aún con las más distantes a partir de estrategias de comunicación bien coherentes. En casi todos nuestros museos se han creado aulas museos, que en todos los casos representan la vinculación tempranamente de esos niños en el diálogo con el patrimonio del museo que los acoge.
“Igualmente ocurre con los talleres que efectuamos sistemáticamente, devenidos expresión de que es imprescindible que esas nuevas generaciones se formen en los predios del mundo patrimonial.
“El desarrollo, por ejemplo, de este evento académico que tiene lugar en el contexto de la Jornada, ha venido a reforzar que efectivamente la comunidad juega un rol decisivo, incluso para las propias proyecciones museográficas.
“No trabajamos para los grandes eventos, como tampoco para grandes públicos. Trabajamos para todos los eventos y para todos los públicos. Por ello y en función de eso tenemos la obligación de brindar atención ante todo a la comunidad donde nos encontramos, conocer sus intereses, detectarlos y saber encausarlos. Debe ser esa la base fundamental para la proyección educativa y hasta artística cultural de los diferentes museos que existen en el país”.