Genuinamente popular. Me gustaría catalogar así la obra que Tony Ávila ha desarrollado durante 14 años con su agrupación, desde que aquel 16 de septiembre marcó la fecha de su camino con sus integrantes, muchos de los cuales hoy no están ya con él. Sin embargo, los nuevos celebran cual fundadores, porque siendo tan jóvenes, han crecido escuchando sus canciones y haciendo de ellas la banda sonora de su generación.

El pasado jueves 10 de agosto —tres días antes de festejar su 53 cumpleaños— Tony ofreció un concierto en el Teatro del Museo Nacional de Bellas Artes que, ciertamente, fue disfrutado a plenitud por un público que, una parte incluso procedente de su ciudad natal (Cárdenas) lo sigue donde quiera que se presente. Las butacas rápidamente se ocuparon y fueron las escaleras y las sillas las que cedieron su espacio para que nadie quedara fuera. Eso es otro punto —de los tantos que podemos sumarle— a favor del equipo de trabajo de esta sala de teatro que, dotados de profunda sensibilidad y empatía, saben lo que significa llegar de cualquier parte a deleitarse con las propuestas de su cartelera.

Genuinamente popular es la obra que Tony Ávila ha desarrollado durante 14 años con su agrupación.

Estuvo acompañado por su banda, conformada por Idisan Aldana (saxo alto y soprano, flauta, clarinete y coros), Osniel Regal (bajo), Anamarys Ortiz (batá, misceláneas y coros), Adrián Viamonte (violín, piano, teclados y coros), Shakira Torna (set de percusión y coros) y Juan Miguel Sánchez (tres, guitarra eléctrica y coros).

Tony había anunciado un repertorio variado, en el que incluyó temas de la autoría de Teresita Fernández, “Lo feo”, con su hijo Idiel Antonio como invitado; Pepe Ordaz, “Son para ti”; Silvio Rodríguez, “Desnuda y con sombrilla”; Pablo Milanés, “Amor” y Vicente Feliú, “Créeme”, porque quiso también en esta presentación, rendirle homenaje a la Nueva Trova por su medio siglo.

De su propio repertorio, regaló “Ella saltó del papel”, “Amor cromagnon”, “Brisa”, “Lluvia”, “Hombre nuevo”, “Que pena me da con Juana”, “La yunta de bueyes” y “Cirugía”. En “Sálvate de mí”, invitó de manera especial a las jóvenes hermanas Roxani y Ruth Aldana, violinista y oboísta, respectivamente. Y en el conocido “Silbando un Bossa Nova”, se estrenó en el dúo con la cantante cubana Vionaika Martínez, quien sorprendió a algunos que no conocían su cálida voz y de los otros recibió el fuerte aplauso y los elogios más sinceros. 

Con esta presentación, Tony quiso rendirle homenaje a la Nueva Trova por su medio siglo.

Con ella también compartió la dupla de “Flor de pantano” y la propia “La rosa y el trovador”, esta última compuesta por él en respuesta a la primera. Vionaika estuvo feliz. ¿Quién sabe por qué no la vemos con mayor frecuencia en nuestros escenarios?

Irremediablemente, aun cuando no estaba concebido en el programa del concierto, Tony cantó “La choza de Chacho y Chicha”, a petición de los presentes, quienes le acompañaron en el estribillo y la seguidilla de sus improvisaciones.

Tony Ávila se estrenó en dúo con la cantante Vionaika Martínez, quien sorprendió a algunos que no conocían su cálida voz.

Complació, además, a quien deseó escuchar su tema “Atrapasueños” y fue muy emotivo, como siempre lo es, que le pidieran “Mi casa.cu”, una canción de reafirmación identitaria, de principios, de sentimientos profundos, de amor.

En cada presentación que ofrece Tony Ávila, debe sentir que su propósito 14 años atrás se ha cumplido. O desde antes, cuando fundó y dirigió Clave Cuarta, cuarteto con el que defendió sus primeras canciones, y Agua Tibia, dando con este último, pasos más serios en el ámbito profesional. Con clave [1] fue también un antecedente valioso en su carrera artística, para lo que vemos hoy, completamente bien estructurado y armónicamente coherente con su banda.

Fue muy emotivo que le pidieran “Mi casa.cu”, una canción de reafirmación identitaria, de principios, de sentimientos profundos, de amor.

Intérprete de guarachas, sones, boleros y otros géneros de culto popular, Tony sigue la línea, tal vez, trazada por Faustino Oramas y otros, pero ya con su impronta personal. Sigue siendo cronista ingenioso de su tiempo, haciendo de la filosofía estudiada, académicamente, su herramienta ideal para abordar situaciones y conflictos con miradas dialécticas, y proponiendo, desde su guitarra, el andar optimista y comprometido que necesitamos. ¡Felicidades, Tony Ávila!


Notas:

[1] En el 2002 fundó y dirigió el quinteto Con Clave, agrupación con la que participó en el III Festival Cultural cubano en Londres en los meses de octubre y noviembre del 2004.