Herminia Sánchez: pasión auténtica

Ana María Domínguez Cruz
23/1/2019

¿Por qué se esperó tanto? ¿Por qué la Cacha Basilia de Cabarnao; la Bernarda Alba; la Lady Macbeth; la Madre Coraje del teatro cubano; la Rafaela de Lucía; la Josefa de Hello Hemingway; la actriz, dramaturga, directora y profesora entrañable Herminia Sánchez no recibió antes el Premio Nacional de Teatro?

Herminia Sánchez
Herminia Sánchez en El sueño americano, de Teatro Estudio. Foto: La Jiribilla
 

Fue justo este martes 22 de enero, Día del Teatro en Cuba, cuando en la sala Hubert de Blanck ella se sentó en el centro del escenario, en cómoda butaca, al lado de su compañero en la vida, y recibió el agasajo correspondiente al 2019. Tiene 96 años. Podía haber sido antes, digo yo, porque méritos le sobran desde hace tiempo.

Actrices y actores que bebieron de su savia se dieron cita en la capitalina sala habanera y compartieron fragmentos de obras en las que ella fue protagonista y Herminia se sumó a la actuación, como solo ella puede hacerlo, así, tan natural.

Minutos antes se proyectó un audiovisual en pantalla grande, para que el público asistente recordara momentos importantes de su carrera, y esta excelsa figura de las tablas en Cuba sonreía. Ella no veía las imágenes que se visualizaban pero escuchaba, atenta, los parlamentos, y los recordaba. Su rostro reflejaba satisfacción. NO lloró, lanzó besos al auditorio y reafirmó su amor infinito.

“Vendrá lo que venga. Todas las cosas técnicas más ajenas, más increíbles, más grandes. El teatro siempre estará ahí porque vivimos, viví yo, trabajando en el empeño de que el que se siente en esa butaca, ame el teatro”.

El Jurado del Premio Nacional del Teatro evaluó las propuestas recibidas y luego de nominar también a Miriam Muñoz, Zenén Calero y Rubén Darío Salazar, decidió por unanimidad otorgarle el reconocimiento a quien es parte de la historia del teatro en el país, fundadora de Teatro Escambray y principal animadora del Teatro de Participación Popular, dispuesta a estimular la creación teatral en el ámbito comunitario y portuario.

Herminia se vinculó a Teatro Estudio, impartió clases en el Instituto Superior de Arte (ISA) y publicó textos como Teatro; De pie y Monólogos teatrales cubanos.

“Me comprometí a ser una actriz y es lo que he hecho. Siempre lo he perseguido.” Foto: Cubaescena
 

Siempre fue, Herminia, auténtica. El cineasta Fernando Pérez así lo reconoció en la velada: “…la autenticidad o quizás, la organicidad, no sé, porque por más que me empeñe, no encuentro la palabra adecuada que exprese en todos sus matices el misterioso instante en el que el juego del actor se hace invisible, se esfuma, desaparece, y el personaje comienza a vibrar, a ser y existir verdaderamente en el escenario o la pantalla. Ese misterio pertenece también a Herminia Sánchez”.

Quien la invitara al elenco de su segunda película y lograra con ello que volviera al cine, elogió su “pasión  inconmovible con la que ha alimentado su trayectoria profesional y de vida. Una trayectoria que destaca y representa de manera insigne a toda una generación de nuestro teatro que enfrentó, en años republicanos, la precariedad del medio y que, después de 1959, ha navegado por mares serenos, pero también turbulentos, siempre en defensa de una expresión teatral compleja, diversa y contestaría frente a todo esquematismo”.

En nombre de todos los alumnos que tuvo Herminia en el ISA, el actor Renecito de la Cruz envió sus palabras de felicitación, y de inmediato, ella pidió el micrófono y nos conmovió.

Estas tablas, este escenario, se llevan nuestros años, tantos años, y estamos contentos de que así sea. Tengo que dar las gracias, no sé si merezca todo esto, pero sí me comprometí a ser una actriz y es lo que he hecho. Siempre lo he perseguido.

Yo me debo a esos que se sientan en una butaca, me debo a ellos, vivo para ellos, no lo puedo negar. Sería injusta conmigo misma si no dijera que cada vez que pisaba un escenario me sentía una persona feliz, llena, pero era para ellos, y nunca me sentí abandonada.

‘¿Acaso fui buena maestra?’, me preguntaba, y días atrás recibí la contestación. Mis alumnos me han llamado de todas partes. Sé que no fracasé porque este premio lo tienen como suyo. NO seré lo mejor pero no he sido lo peor.