José Martí es bandera, principios… Cuba

Taissé del Valle Valdés
29/1/2020

Los niños cubanos leen a José Julián Martí Pérez en centros escolares. Desde la primera infancia comienzan a descubrir versos y cuentos dedicados a los que visitan La Edad de Oro. A Martí lo encuentran, además, en un pedestal sagrado donde, a manera de escultura, reposa seguro de saberse aún útil y querido. Muchas calles y parques de la geografía nacional llevan el nombre del Apóstol. De manera que el maestro, amigo, patriota… forma parte del actuar cotidiano y termina existiendo un Martí para cada cubano.

La doctora Marlene Vázquez Pérez, directora del CEM. Fotos: Juan Carlos Borjas
 

Karla Oliveros Pérez es estudiante de primer año del Instituto Superior de Relaciones Internacionales Raúl Roa García. A sus diecinueve años ha crecido a la sombra de la obra martiana y hoy es una de los ganadores del Concurso Juvenil Aniversario 130 de La Edad de Oro, convocado por el Centro de Estudios Martianos (CEM). Ella también tiene su Martí.

“En mi trabajo, La Edad de Oro: bandera y desafío, ejemplifiqué cómo a partir de la obra de José Martí los jóvenes cubanos se forman hoy y lo enarbolan como bandera. Los principios que defendemos están basados en el conocimiento de la obra martiana y de cómo tienen que ser, inexorablemente, de obligada consulta sus libros a la hora de enfrentarnos a los desafíos actuales”.

Como Karla, otros niños y jóvenes recibieron sus premios de manos de la doctora Marlene Vázquez Pérez, directora del CEM, en el acto de conmemoración del aniversario 167 del natalicio del Héroe Nacional de Cuba. Los allí reunidos, amén de la generación a que pertenezcan, de sus creencias, evocaron a su Martí, el que los acompaña en cada batalla como un imprescindible.

Karla Oliveros Pérez es una de los ganadores del Concurso Juvenil Aniversario 130 de La Edad de Oro,
convocado por el Centro de Estudios Martianos (CEM).

 

“Relatar a un hombre excepcional, devenido símbolo de la cubanía, y representativo de la idea del bien entre nosotros siempre es motivo de alegría —expresó Vázquez—. Nada empañará el orgullo de quienes nos sentimos continuadores modernos de su obra magna en bien de Cuba y de la humanidad. Por tales razones hoy celebramos la aventura de contar con su ejemplo y su obra inagotable devenida clásico de las letras y del pensamiento universal. Y esa alegría presente no nos lleva a olvidar la indignación de las ofensas a Martí, ocasionadas por un grupo de apátridas y mercenarios”.

En el año del 167 aniversario del natalicio de Martí seguimos descubriéndole en su prosa, versos, frases, artículos de publicaciones periódicas… Sigue el ejemplo de hombre extraordinario inspirando a poetas, compositores y artistas. Mientras algunos intentan mancillar su imagen; otros arman crucigramas para acercarnos a aristas poco conocidas porque, sin duda, Martí es inagotable. Es símbolo de cubanía, como dice Marlene Vázquez, y es bandera para enarbolar, como expresara Karla Oliveros.

 

“No creo que haya un niño cubano que no haya crecido bajo el abrigo de la obra martiana. Desde que estamos en los círculos infantiles nos van incorporando ese conocimiento. Y es deber de todo joven tenerlo como un amigo. Para mí, Martí es bandera, principio. Es Cuba”.