Escuchar fado es una de las sublimidades de la vida. Se siente una mezcla de nostalgia, poesía, ternura, desasosiego y pasión. En sus inicios siempre una voz solista endulzaba los oídos, pero con el tiempo, el acompañamiento instrumental, incluso con grandes orquestas, ha aumentado para añadirle más valores a la música insigne de Portugal.

La Habana tuvo la dicha, por partida doble, de ser la ciudad en la que el fado, fusionado con el jazz, se le ofreció al público, como parte del programa del Jazz Plaza 2023.

Uno de los músicos portugueses más internacionales, Júlio Resende, llegó al país por primera vez, como invitado del festival, y trajo consigo todo el virtuosismo y la modestia que le caracteriza.

Pianista y compositor, Resende ha transitado por caminos que lo llevan desde el jazz hasta el pop rock, siendo el fado la esencia, anhelando la sonoridad perfecta. Antes de comenzar su concierto en el Teatro Martí este sábado me confesó que esperaba encontrar en Cuba nuevas inspiraciones para seguir experimentando.

Muestra de su constante trabajo son sus discos Da Alma, Assim Falava Jazzatustra, You Taste Like a Song , Amália por Júlio Resende (en homenaje a Amália Rodrigues, la Diva del Fado), Fado & Further (con la participación de la cantante Silvia Pérez Cruz), Poesía Homónima (con poemas de Eugénio de Andrade y Gonçalo M. Tavares, en la voz de Júlio Machado Vaz), Alexander Search (a partir de la poesía inglesa de Fernando Pessoa) y su más reciente disco, eminentemente ecléctico, Cinderella Cyborg

Resende fue de mano rápida y ligera en el piano, al que a ratos le extraía los sonidos tocándolo desde dentro. Sin ser demasiado extrovertido pero impresionante.

“Resende fue de mano rápida y ligera en el piano, al que a ratos le extraía los sonidos tocándolo desde dentro”.

De su trabajo, reconocido a nivel mundial, disfrutamos en el concierto de una presentación, otras veces vista en el mundo, con el Dúo ALMO, conformado por el tenor Paulo Lapa y el barítono Tiago Matos.

Los cantantes líricos arrancaron sentidos aplausos desde el público, porque fueron sus voces perfectamente ensambladas con el pianismo de Resende, y despertaron múltiples sensaciones al regalar temas del cancionero tradicional portugués y otras composiciones conocidas a nivel global como “Paloma”, del mexicano Tomas Méndez, cuya interpretación realizada por Lapa fue exquisita.

“Los cantantes líricos arrancaron sentidos aplausos”.

El repertorio se completó con los títulos “Olhos negros”, “Rua do capelao”, “Estranha forma de vida”, “Haja o que houver”, “Namorico da Rita”, “Da alma” (a piano solo) y “Mano a mano”.

Invitada especial en el espectáculo fue Eme Alfonso, con quien también se presentaron la noche antes en Fábrica de Arte Cubano. “Ha sido lindo unir las raíces cubanas con las raíces portuguesas, lo tradicional de este país europeo con la música afrocubana”, dijo la cantante después de interpretar “Ayaba”, un rezo a la Reina del Cementerio, Oyá en la religión yoruba. El cierre del espectáculo fue con “Barco Negro”, del cancionero tradicional de la tierra lusa, también con la cantante y compositora cubana.

“Invitada especial en el espectáculo fue Eme Alfonso”.

Para Lindiana Murphy, quien lleva siete años trabajando el fado en nuestro país, fue un concierto maravilloso:

Es precioso ver el fado desde el piano, rompiendo los esquemas archiconocidos de este género visto más desde lo tradicional del canto. A Resende lo sigo hace tiempo, porque es un genio y es osado. Y en este concierto ha sido enriquecedor escuchar cómo han podido desmembrar el fado, teniendo en cuenta que es un género suavemente lineal, pudiéramos decir, para convertirlo en una montaña rusa de emociones… Lo que ese señor hace es fabuloso. Los cantantes son excepcionales. Ha sido una dicha el concierto, una nueva mirada a la canción portuguesa.  

“Ha sido una dicha el concierto”, afirmó Lindiana Murphy, quien lleva siete años trabajando el fado en nuestro país.