Entre el 7 y el 11 de diciembre, en el marco del 46 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, el Hotel Habana Libre acoge MECLA-Isla Abierta 2025, iniciativa diseñada para convertirse en espacio de encuentro y trabajo para profesionales del sector audiovisual.

Organizado conjuntamente por el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic) y el propio festival, este mercado nace con el propósito explícito de facilitar conexiones entre creadores, productores y distribuidores de América Latina, el Caribe y regiones como Europa del Este y Asia, con el objetivo de reactivar y ampliar los circuitos de colaboración y distribución del cine de la región.

Los organizadores, Tania Delgado Fernández, directora del Festival, y Alexis Triana, presidente del Icaic, señalaron en varias intervenciones que este esfuerzo responde a una necesidad concreta de la industria. La idea central es aprovechar la convocatoria del festival, ya consolidada, para crear un entorno paralelo en el que los asistentes no solo exhiban sus películas, sino que también puedan conversar, negociar y establecer alianzas comerciales y creativas duraderas.

MECLA-Isla Abierta 2025 aprovecha el espacio del Festival de Cine para que los creadores establezcan alianzas, explicó el presidente del Icaic, Alexis Triana. Fotos: Tomadas de Cubacine Icaic

La convocatoria para participar, que estuvo abierta hasta el 15 de noviembre, logró atraer a una diversidad de profesionales y representantes institucionales de países como Rusia, China, Indonesia, México, Argentina, Colombia, Venezuela y varias naciones centroamericanas.

La programación del mercado se estructura en varias áreas temáticas y operativas, pensadas para cubrir distintos aspectos de la cadena de producción y distribución. Una zona dedicada al mercado y a la circulación de contenidos alberga proyecciones privadas de proyectos en desarrollo o terminados, sesiones de pitching donde realizadores presentan sus ideas ante potenciales inversionistas, y paneles de discusión sobre temas relevantes para la industria.

Paralelamente, se instaló una feria tecnológica para demostraciones prácticas de herramientas y tendencias emergentes, como el uso de realidad virtual y aumentada en la narrativa, aplicaciones de inteligencia artificial en la creatividad y soluciones técnicas para mejorar la accesibilidad en los contenidos audiovisuales.

En el espacio participan profesionales y representantes institucionales de países como Rusia, China, Indonesia, México, Argentina, Colombia, Venezuela y varias naciones centroamericanas. Foto: Tomada de Festival de Cine de La Habana

Otra de las áreas destacadas es Cuba Destino Fílmico, plataforma creada específicamente para promover a la mayor de las Antillas como locación para rodajes internacionales. En este espacio se presenta un portafolio con diversos escenarios naturales y urbanos disponibles, junto con información detallada sobre los servicios técnicos y logísticos que la industria cinematográfica cubana puede ofrecer a producciones extranjeras. Para fomentar el contacto directo entre los asistentes, se habilitó un área de networking con mesas de trabajo y un sistema organizado de citas, lo que facilita que productores, distribuidores y agentes de ventas puedan sostener reuniones concretas.

El programa incluye también una serie de actividades especializadas y presentaciones institucionales: foros con la participación de figuras como Esther Beukes, de la Comisión de Cine de Namibia; Ernesto Villegas, ministro de Cultura de Venezuela; y Adrián Carrasco, de la Cinemateca Nacional de Nicaragua, quienes comparten perspectivas sobre políticas culturales y oportunidades de coproducción en sus respectivos países.

MECLA-Isla Abierta sesionará hasta el 11 de diciembre en áreas del Hotel Habana Libre.

Asimismo, se llevan a cabo presentaciones de entidades como la agencia de ventas internacional Cinemaya y el sindicato de actores SAG-AFTRA, para ofrecer información valiosa sobre mercados y estándares laborales globales. Asimismo, se anuncia la firma de un convenio de colaboración con los Estudios Churubusco de México, uno de los complejos de producción más emblemáticos de Latinoamérica, un paso significativo en la intención de fortalecer los lazos industriales dentro de la región.

En su concepción y desarrollo, Isla Abierta funciona esencialmente como un complemento práctico y necesario a la dimensión más artística y exhibidora del festival: un intenso programa de trabajo profesional centrado en cómo producir, financiar y distribuir el cine que viene. La apuesta, según expresaron sus impulsores, es contribuir a que el cine latinoamericano no solo se vea en los festivales, sino que encuentre vías sostenibles para realizarse, circular por nuevas geografías y conectar con audiencias más amplias.