Es innegable la relación que históricamente se ha establecido entre el patrimonio y el turismo. La gente viaja con fines turísticos por diversos motivos, uno de ellos, es el placer que les ocasiona conocer otras culturas que se le ofrecen de manera palpable a través de sitios, objetos o de actividades artísticas; la otra opción es asimilada por el contacto estrecho que tengan con portadores del patrimonio inmaterial, que se enriquece con el vínculo directo con la población del país que se visita.

El patrimonio cultural y el patrimonio natural son reservorio de interés en cualquier cartera turística porque son evidencia del devenir histórico, social y cultural de comunidades o territorios que han sido capaces de protegerlo, conservarlo y gestionarlo para que como memoria perdure.

Los museos

¿Por qué los museos y el patrimonio cultural inmaterial son siempre puntos focales en la expectativa de los turistas? Porque los museos son lugares donde se ha construido y formado una colección demostrativa de variados momentos de la vida de la región, exposición que ayuda a conocer y, sobre todo, entender a esos pueblos escogidos para viajar. La relación con el patrimonio inmaterial a través de sus portadores, permite a los turistas interactuar con un universo rico en expresiones o manifestaciones de grupos humanos que mediante las mismas le hacen acercarse a un mundo cultural diverso.

Cuba se ha caracterizado por ser un destino de interés para el turismo por razones relacionadas con el sol y las playas, la calidez de su gente, el afán por conocer la tipicidad del proyecto social emprendido en 1959, en fin, por otras razones donde indiscutiblemente se incluye la cultura. Hoy estamos acá convocados a presentar al patrimonio cultural y natural como una variante sólida que cuenta con una infraestructura capaz de satisfacer exigencias elevadas.

“Los museos en Cuba generalmente han sido ubicados en inmuebles con valores patrimoniales relacionados con acontecimientos históricos, culturales o sociales”. Imagen: Museo Bacardí, Santiago de Cuba.

El sistema de museos de Cuba cuenta con 340 instituciones museales distribuidas por todo el país, la provincia que menos museos posee cuenta con 11 y la que más tiene 77, el municipio especial Isla de la Juventud alberga 5 museos. Estos museos comprenden variadas tipologías como: generales, historia, arte, arqueología, etnología-antropología, ciencia y tecnología, historia natural. También en el panorama tipológico existen museos especializados que se relacionan con la filatelia, la numismática, personalidades y otras áreas del saber, además, los ecomuseos que pueden tener un ámbito más apegado al patrimonio natural o simplemente situados en zonas urbanas donde se priorice el trabajo comunitario.

Los museos en Cuba generalmente han sido ubicados en inmuebles con valores patrimoniales relacionados con acontecimientos históricos, culturales o sociales por lo que 107, el 31.4 % de estas edificaciones, son consideradas Monumentos Nacionales o Locales (estas declaratorias pueden ser individuales y otras asumen la protección que le otorga la ley por encontrarse en centros urbanos declarados como tal), condición que los pone en valor y de manera agregada aumenta el interés por visitarlos, para ello, es vital una promoción adecuada mediante técnicas de interpretación patrimonial o de acciones de  capacitación a turoperadores o guías turísticos.

Otros museos se encuentran en sitios inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial, como: La Habana Vieja y su sistema de fortificaciones coloniales, Trinidad y el Valle de los Ingenios, Castillo de San Pedro de la Roca del Morro, Paisaje Arqueológico de las Primeras Plantaciones de Café del Sudeste de Cuba, Centro Histórico de Cienfuegos y Centro Histórico de Camagüey. Esta es una opción para el turismo de alto impacto pues el reconocimiento de su patrimonio tiene connotación internacional y los turistas ya llegan al país con referencia significativa de la importancia de los mismos.

“El turismo y el desarrollo tecnológico alcanzado en el mundo impone retos al trabajo de gestión en nuestros museos”.

Siempre ha sido un interés de los turistas visitar museos donde se exponen colecciones relacionadas con personalidades históricas como José Martí, Antonio Maceo, Ignacio Agramonte, Máximo Gómez ejemplo de los próceres de la independencia. Por otra parte, las relacionadas con el arte y la literatura donde se pueden citar a Wifredo Lam, Carlos Enríquez, José Lezama Lima, Benny Moré, Rita Montaner, Ignacio Villa (Bola de Nieve), Alicia Alonso y Ernest Hemingway, entre muchos. Algunas de estas figuras tienen museos especializados cuyos discursos museológicos se centran sólo en ellos, otros forman parte de la narrativa expositiva de museos municipales o provinciales. En este sentido los museos más visitados (no por orden de prioridad) son:

Por ser la Oficina del Historiador de La Habana un sitio muy visitado por los turistas, sus museos, que sobrepasan la veintena, son también de los que más visitantes reciben y tiene articulado un sistema de animación cultural que les permite socializar las importantes colecciones que en ellos se atesoran. “Rutas y Andares” es una de las experiencias significativas de promoción y educación patrimonial desarrolladas en el país promovida por esta oficina.

El patrimonio cultural y el patrimonio natural son reservorio de interés en cualquier cartera turística.

Los museos cubanos ofrecen a los turistas variadas maneras de promocionar y dar a conocer sus colecciones mediante:

El turismo y el desarrollo tecnológico alcanzado en el mundo impone retos al trabajo de gestión en nuestros museos. Primero, una actualización de las narrativas que con el apoyo de la tecnología nos permita trasmitir los mensajes museológicos más a tono con la contemporaneidad; segundo, lograr que la interactividad sea algo que ayude a romper la barrera idiomática; y tercero, contribuir a que una musealización de las ciudades o comunidades sea armónica y sostenible.

Patrimonio Cultural Inmaterial

Cuba es signataria de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial del 2003 desde el año 2005, y ha logrado inscribir en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural de la Humanidad a cinco manifestaciones: la Tumba Francesa, las Parrandas de la Región Central, el Punto Cubano, La Rumba y los saberes de los Maestros Roneros. En estos momentos se encuentran en proceso para la inclusión en la Lista Representativa del patrimonio Inmaterial de la Humanidad dos expedientes, uno binacional con México (el bolero) y otro regional con Venezuela, República Dominicana, Haití y Honduras (elaboración y consumo del casabe). 

“El patrimonio cultural inmaterial da la posibilidad de conocer esas expresiones culturales en la relación turista–portador mediante una vivencia directa sin intermediarios”. Imagen: La Tumba Francesa, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación.

En el país hay declaradas 19 manifestaciones como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación:

Todas estas expresiones inmateriales de nuestra cultura patrimonial son una posibilidad para que mediante el turismo podamos contribuir a visualizarlas con un buen manejo a su gestión en un plan de salvaguardia objetivo y sostenible.

El patrimonio cultural inmaterial da la posibilidad de conocer esas expresiones culturales en la relación turista–portador mediante una vivencia directa sin intermediarios. En este interactuar pueden desarrollarse acciones para el desarrollo local que permitan favorecer un clima más adecuado al plan de salvaguardia de este patrimonio.

Nuestro patrimonio cultural inmaterial es un incuestionable atractivo turístico, portador de saberes, leyendas, expresiones, técnicas artesanales y festividades. Imagen: La Rumba, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación.

Cuba tiene un alto potencial para desarrollar un turismo cultural sano y sostenible pues cuenta con una infraestructura cultural sustentada como sistema de instituciones que abarcan todos los ámbitos de la creación artística y literaria, incluyendo el patrimonial.

En el aspecto relacionado con los museos la variedad, la accesibilidad y la presencia de recursos humanos capacitados hacen de estas instituciones patrimoniales una oportunidad para el conocimiento y el disfrute.

Nuestro patrimonio cultural inmaterial es un incuestionable atractivo turístico, portador de saberes, leyendas, expresiones, técnicas artesanales y festividades será siempre un nicho inevitable para el turismo cultural. Resta sólo asumirlo con responsabilidad para que la identidad sea un compromiso ineludible. 

Los invitamos a visitar a nuestro país, a conocer de su patrimonio cultural, natural y a su gente cargada de una especial espiritualidad que hacen de su patrimonio inmaterial una experiencia para no olvidar.