Hay velas blancas, moradas, rojas, azules, amarillas. Hay girasoles, rosas, gladiolos, picualas, mariposas. Las traen coroneles, capitanes, ancianas, niños, ministras, directoras de teatro, esa amalgama que es el pueblo.

La conmoción se refleja en todos los rostros. Los militares se detienen para saludar. Un soldado lleva una oreja vendada, quemada.

Matanzas dice “lo siento” y “gracias”.