Nicolás Guillén: entre el mar y la luz
11/7/2019
Con la mirada fija en el mar, luce la escultura de Nicolás Guillén en el paseo de la Alameda de Paula. Poesía y pensamiento abrazan la obra emplazada en uno de los lugares preferidos por el Poeta Nacional de Cuba en La Habana.
Desde este miércoles 10 de julio, su estatua aparece acompañada de una tarja conmemorativa, que fue develada en acto oficial con la presencia del Historiador de la Ciudad, el Doctor Eusebio Leal Spengler y miembros de la Fundación que lleva el nombre del autor de Motivos de Son.
Nicolás Hernández Guillén, presidente de la organización y nieto del reconocido poeta, recordó el lugar de nacimiento de su abuelo, Camagüey, además de su íntima relación con la capital de los cubanos. “Sin La Habana no hubiera podido hacer gran parte de su obra”, reconoció.
En su intervención, el Historiador de la Ciudad se refirió a que las personas de su generación conocieron “la importancia del poeta, del hombre sensible y humano que fue. Nicolás trabajó por la unidad de los artistas e intelectuales, se dio cuenta que las revoluciones las hacen las vanguardias aguerridas”, precisó.
Como hombre de lírica y acción “creyó que nuestra mulatez no era de color, sino de cultura, de la cual él fue apóstol”, expresó Leal Spengler, quien calificó la escultura de Guillén, hecha por el creador Enrique Angulo, como “una bella obra, viril, hermosa”.
El monumento es resultado de un trabajo bien pensado. Al poeta es preciso recordarlo de pie, erguido, en perfecta comunión con el destino que marca nuestra insularidad. “Es un Nicolás Guillén caminante”, señaló el también Presidente de la Red de Oficinas del Historiador y del Conservador de las Ciudades Patrimoniales de Cuba.
En conmemoración al aniversario 117 del natalicio del notable poeta y los 30 años de su muerte, se realizarán presentaciones de libros hasta el próximo 16 de julio, así como lecturas de poemas, exposiciones de artes plásticas y paneles académicos.
Precisamente, los poetas Basilia Papastamatíu, Yanelys Encinosa y Karel Leyva tomaron, este miércoles en la tarde, la Calle de la Poesía, sita en Mercaderes y O´Reilly, para recordar al hombre de Sóngoro cosongo.
El público pudo adquirir varias publicaciones, entre ellas, los títulos de la Colección Palma Sola, de Ediciones Sensemayá, Cantos para Soldados y sones para turistas; De qué callada manera. Poemas de amor; El son entero y La paloma de vuelo popular.
El gran aporte de Guillén es reivindicar la cultura negra dentro de los procesos de mestizaje y transculturación en la Isla, lo que denominó el “color cubano”, ni negro ni blanco: mestizo, rasgo propio de América Latina.