Miguel Ojito se ocupó, junto a varias compañeras, de los arreglos florales y de organizar el espacio del tributo.

Me disculpas, te quiero ofrecer el honor de los que asistimos. Hoy colocaste el altar de la Patria con solemnidad. Abrazo a tu obra por cada pieza en el sitio exacto, las flores, las urnas. Tu oficio siempre es el justo respeto a la memoria. Cuba Honra.