Roberto Fonseca: La música es para el público, no para los músicos
9/1/2018
La fiesta del jazz tomará La Habana y Santiago de Cuba del 16 al 21 de enero y de Cuba para el mundo se ofrecerá lo mejor del panorama de este género en el país, y se compartirán privilegios entre los músicos cubanos y los extranjeros participantes.
El concierto inaugural de esta edición del Festival Internacional Jazz Plaza estará a cargo del maestro Chucho Valdés, uno de los máximos exponentes del Latin Jazz, junto al creador del evento Bobby Carcassés. Esta es una denominación dentro del género que nos remite de manera obligada al año 1947, cuando Chano Pazo tocó “Manteca” en el Carnegie Hall de Nueva York, logrando una simbiosis perfecta entre la música norteamericana y la cubana.
El pianista Roberto Fonseca, miembro del Comité Organizador, regresará a Santiago de Cuba, ciudad patrimonial desde el punto de vista musical, en la que se originaron el son, el bolero y la trova tradicional. Afortunadamente el jazz ganó espacio en esta provincia, gracias a las iniciativas del presidente Rodulfo Vaillant, promotor del Encuentro Amigos del Jazz, y el escultor Alberto Lescay, impulsor de la idea de crear el Iris Jazz Club. Este espacio es una de las sedes del evento en este territorio, además del Patio de la UNEAC y el Teatro Martí.
Lograr una asistencia masiva a un evento de música popular o urbana puede resultar más fácil si se compara con un evento dedicado al jazz, cuya apreciación mayor o menor del público varía, teniendo en cuenta que en ocasiones se identifica con un género para élites.
Fonseca reconoce que a veces es culpa de los propios músicos si el público se aleja o no de propuestas como las que trae este Festival.
“Cada vez que uno se identifica como músico que se dedica al jazz, muchos se alejan. Es culpa de nosotros mismos que queremos filosofar y complejizar nuestras interpretaciones. Existen diferentes estilos dentro del jazz, y eventos como este permiten demostrarlo, al lograr la participación de agrupaciones e intérpretes versátiles como Snarky Puppy, cuya propuesta en el festival le mostró al público otra variante dentro del jazz.
“Asociar al jazz con élites, con minorías, con densidad o complejidad, no es culpa del público sino de nosotros mismos. A veces hacemos los conciertos olvidando que es para el público, que se necesita retroalimentación. Tocamos, nos divertimos, y queremos demostrar virtuosismo o complejidad en la ejecución, y no todos pueden entenderlo. Nosotros mismos nos cerramos las puertas de un público más masivo.
“No me considero un jazzista, y sí defiendo la influencia fuerte que tengo de este género como músico. Tal vez por eso me alejo de esa posición etiquetada, ofrezco mis conciertos y mucha gente la pasa bien. No es que nos convirtamos en músicos comerciales, sino que no dejemos de lado al público.
“La proyección escénica es importante, y desde que se estudia en las escuelas de música ese aspecto no puede obviarse. No se ofrece un concierto con el telón cerrado, solo para que el público escuche. También se asiste al concierto a ver, y en ese show, en ese espectáculo, se perciben todos los detalles. No basta con tocar bien nota por nota, sino compartir energía, química, vibraciones. Desde que el músico entra al escenario, eso se desprende y funcionará o no, en dependencia. Descuidar, por ejemplo, el vestuario, la postura al tocar, son detalles que no tienen nada que ver con la música que se ofrece, pero que escénicamente puede resultar desagradable. Es importante esa educación que a la par del conocimiento musical debe incentivarse”.
En Santiago de Cuba se presentarán en esta edición del festival, además de Fonseca, Ted Nash, Bobby Carcassés, Yasek Manzano, Omara Portuondo, el cuarteto de saxofones Arci de Pinar del Río, Xulema Iglesias, Carlos Miyares, Albertico Lescay, Akana, Shuffle Demons, Steel Band y el grupo de Iván Acosta, De Cuba Somos.
Dee Dee Bridgewater, Ted Nash, Joseph Salvatore Lovano, Víctor Goines, Blas Rivera Trío, Diego El Cigala, Rodrigo Iter, la Rumbatería de Chile, Eduardo Bandola, Jazz Band Christ, Ray Lema, entre otros, son invitados foráneos que prestigian este festival de connotada importancia a nivel mundial, entre tantos que se celebran en ciudades de diferentes países.