Hotel Splendide
Escribir puede ser, simplemente, llegar al Hotel Splendide y alojarse en una habitación con vista a la ciudad. Quedarse ahí hasta que algo se manifieste, sentarse a esperar incluso el fin del mundo o, por qué no, el fin de la poesía o el fin del amor entre todos los seres que pueblan este frío planeta. Porque el Hotel Splendide, como escribió Rimbaud, es el hotel de los poetas delirantes y fue construido en medio del caos de los hielos y la noche polar.