La Academia de Historia de Cuba (AHC) realizó una sesión solemne para rendir tributo al Doctor Eduardo Torres Cuevas, su presidente desde la refundación de la entidad, en 2010, hasta su reciente fallecimiento.

La sesión, a la que se admitió al público interesado, contó con la presencia de su viuda, Patricia González Díaz, y se realizó en el salón de reuniones de la Casa de Altos Estudios don Fernando Ortiz, otra institución encabezada durante años por Torres Cuevas, el cual se repletó.

“El legado intelectual de Eduardo Torres Cuevas será protegido, estudiado y divulgado por los miembros de la AHC y por otros investigadores”. 

Con un minuto de silencio a la memoria del insigne intelectual comenzó la sesión, que continuó con las palabras introductorias de Edelberto Leyva, vicepresidente de la AHC, quien explicó que la Junta Directiva en funciones de la entidad había convocado esta sesión con el claro objetivo de evocar a su presidente y eminente historiador por parte de sus colegas, como muestra de respeto y afecto. Acto seguido el Doctor Pedro Pablo Rodríguez, uno de los fundadores de la nueva etapa de la AHC iniciada hace quince años, recordó momentos de su amistad y colaboración con Torres Cuevas, en particular sobre la refundación de la AHC (en la que igualmente fue decisiva la participación del Doctor Eusebio Leal) y sobre otros vínculos de trabajo. También se refirió brevemente a su vasta obra historiográfica.

El Doctor Pedro Pablo Rodríguez recordó momentos de su amistad y colaboración con Torres Cuevas. Fotos: Cortesía del autor 

El Doctor Félix Julio Alfonso, secretario de la AHC, leyó una carta del fraile dominico Manuel Uña Fernández, quien relató aspectos de la intensa colaboración intelectual de Torres Cuevas con la Iglesia católica cubana y con él en sentido personal, elogiando valores personales de Torres Cuevas como incansable investigador y promotor de la cultura. El documento le fue entregado a Patricia González.

El Doctor Félix Julio Alfonso leyó una carta del fraile dominico Manuel Uña Fernández, elogiando valores personales de Torres Cuevas como incansable investigador y promotor de la cultura.

El momento central de la sesión lo constituyó la realización de un panel integrado por los académicos Doctores Yoel Cordoví, Edelberto Leyva y Oscar Zanetti, quienes disertaron sobre la oceánica obra investigativa de Eduardo Torres Cuevas. Aquí se resaltaron por los panelistas los temas principales abordados por Torres Cuevas en sus libros, se citaron títulos fundamentales de una obra de alrededor de sesenta volúmenes, las grandes antologías y libros realizados en co-autoría, su incansable labor de estudio a veces enfrentando incomprensiones e intolerancias, su actividad al frente de la Biblioteca Nacional José Martí, la Casa de Altos Estudios don Fernando Ortiz y la Sociedad Cultural José Martí, entre otras entidades que dirigió, siempre sin abandonar las investigaciones, eje axial de su labor intelectual. Los oradores enfatizaron el gran amor por Cuba que caracterizó la andadura de Eduardo Torres Cuevas durante toda su vida y que dejó plasmada con claridad en su testamento.

El panel integrado por los académicos Doctores Yoel Cordoví, Edelberto Leyva y Oscar Zanetti, disertó sobre la oceánica obra investigativa de Eduardo Torres Cuevas.

Durante el desarrollo del panel salieron a relucir tópicos sobre las grandes figuras del pensamiento cubano estudiadas por Torres Cuevas, lo que dejó como saldo una visión de conjunto sobre el desarrollo de las ideas en Cuba desde antes y durante el surgimiento de la Nación, las guerras de independencia, la república y la etapa revolucionaria, hasta el presente.

La sesión homenaje se realizó en el salón de reuniones de la Casa de Altos Estudios don Fernando Ortiz.

Fue un genuino ejercicio de evocación, respeto y cariño por parte de sus colegas académicos. El legado intelectual de Eduardo Torres Cuevas será protegido, estudiado y divulgado por los miembros de la AHC y por otros investigadores.

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