Recién concluye la etapa estival y es recomendable hacer un paréntesis para ofrecer algunas ideas y opiniones sobre el Festival de Cine de Verano.
En su novena edición, el festival resultó un espacio de encuentro entre el cine y los espectadores; aunque mucho han cambiado las prácticas de consumo en los públicos y las audiencias; muchos disfrutamos asistir a una sala de cine para la proyección de un buen filme.
Los meses de julio y agosto, propiciaron que más espectadores llegaran hasta estos espacios; lo que revela que sigue siendo una opción factible, de disfrute y que ofrece esparcimiento en medio de situaciones que afectan la movilidad, y por tanto, el acceso de todos a las salas de cine, ubicadas en su gran mayoría en la calle 23, salvo el cine Acapulco, de la Avenida 26.
Con proyecciones que sumaron muestras internacionales, presentaciones especiales, espacios de debate, aprendizaje y formación, encuentros con la prensa, entre otras acciones, el saldo de esta edición del Festival es punto de partida para compartir algunas ideas en torno al tema.
Muestras de cine internacional
La cuarta edición del Festival Orizzonti fue el espacio internacional con el cual se iniciaron las muestras provenientes de otros países en el contexto del Festival de Cine de Verano.
Orizzonti Italia-Cuba mostró dentro de la programación cinematográfica cine histórico, con títulos como La ilusión (Roberto Andó, 2024); Campo de batalla (Gianni Amelio, 2024) o los documentales Bosco Martese (Fariborz Kambari, 2023) y La guerra de los volcanes (Francesco Patierno, 2012); del cine contemporáneo se incluyeron La vida de adultos (Greta Scarano, 2025) y Parikrama (Goutam Ghose, 2023); además de una selección de cortometrajes y varios documentales sobre figuras del arte y la cultura italiana.

En los días finales de julio se programaron proyecciones de cine ruso realizadas por ROSKINO en el cine Acapulco, lo que ofreció la posibilidad de apreciar nuevas producciones del país, como parte de acuerdos conjuntos entre el Icaic y empresas, productoras e instituciones rusas.
Del 6 al 10 de agosto se realizó el Ciclo de Cine Japonés, que propició que los espectadores interesados llegaran a los cines La Rampa y Riviera. Dramas de distintos temas y filmes animados formaron parte de la programación diseñada en esta muestra.
Cine cubano de aniversario
Como parte de la novena edición del Festival de Cine de Verano se realizaron presentaciones especiales de filmes cubanos, que contaron con la participación de actores, directores y miembros de los equipos técnicos de los mismos. Este hecho permite el acercamiento de los públicos con el cine producido en la Isla y la posibilidad del encuentro con estos artistas.

Dentro de las obras que fueron presentadas se encuentran Vampiros en La Habana (Juan Padrón, 1985); Retrato de Teresa (Pastor Vega, 1979); La última cena (Tomás Gutiérrez Alea, 1976), que permitió el diálogo con la actriz Mirtha Ibarra, Premio Nacional de Cine; Lucía (Humberto Solás, 1968), con la asistencia de una de sus actrices, la Premio Nacional de Cine Eslinda Núñez y Capablanca (Manuel Herrera, 1986).
También se celebró el aniversario del personaje Elpidio Valdés, obra del creador Juan Padrón que simboliza uno de los símbolos de la cultura y la identidad a través de la historia y la memoria.
Espectadores y espacios en la Isla
Al finalizar la novena edición de este festival, el Icaic publicó las cifras de funciones y espectadores que llegaron a las salas. Más allá de las estadísticas, el hecho palpable es que el cine se convirtió en una opción cercana para miles de cubanos.
Un total de 383 584 espectadores formaron parte del diseño de esta programación, que contó con 8814 funciones cinematográficas en toda la isla; el Icaic reconoció el desempeño de los Centros Provinciales de Cine en Granma, Holguín, Villa Clara, Sancti Spíritus y Pinar del Río, también al Proyecto 23 en la capital.

La novena edición del Festival de Cine de Verano también contó con spots, promociones y espacios a través de transmisiones en streaming que favorecieron la socialización de los eventos, las presentaciones y otras actividades culturales que se sumaron a la programación.
La celebración por los 65 años de la Cinemateca de Cuba, el Noticiero Icaic Latinoamericano, la revista Cine Cubano, Animados Icaic y el Cine Móvil fueron las principales motivaciones de este evento que debió incluir además espacios para recordar la obra de Alfredo Guevara, en el año de su centenario; por su papel como fundador del Icaic y varias de estas instituciones y espacios que arriban a sus 65 años.

