Más allá de su probado talento artístico, Ana Gloria Buduen Castellanos es actualmente una reconocida actriz porque ha dado a la actuación todo cuanto ha podido, todo lo que se ha propuesto. “Nunca he dicho que no a ningún ofrecimiento de trabajo por muy difícil, sencillo o simple que sea el personaje a interpretar. Desde niña me apasionó la actuación y en la misma medida en que me formé como actriz creció en mí la vocación de servir al público”.

La primera vez que Ana Gloria Buduen entró a un estudio de televisión no fue para demostrar sus cualidades artísticas en un casting, menos aun representando un personaje, sino como profesora de esgrima en un programa dedicado a ese deporte.

Rememora que el espacio era “trasmitido por el antiguo canal Tele Rebelde desde Santiago de Cuba. Todavía era muy joven, añade, y me desempeñaba como profesora en una escuela de deportes en esta, mi ciudad natal.

“Por esos años se trasmitía en vivo, a través del mismo canal, una aventura de capa y espada dirigida por Amado Cabezas. Era la popular serie El zorro. Para mi gran dicha, un día el destacado director me propuso que enseñara a los actores el manejo de la esgrima y los movimientos que debían hacer con sus cuerpos durante un combate.

“Pocos días después de mi desempeño como asesora, Amado Cabezas me propuso asumir un personaje en aquella aventura. Inmediatamente le dije que sí, porque ser actriz había sido el sueño de toda mi vida”, narra Ana Gloria con la misma emoción que si hubiera ocurrido ayer.

“Tanto era mi deseo, que antes de entrar a la escuela de deportes había pasado por varias pruebas de actuación. Nunca fui seleccionada por mi corta edad. Los escogidos tenían que tener edad laboral pues se insertarían enseguida en la televisión.

“En esa aventura representé a una espadachina muy mala que tenía, incluso, guardaespaldas. El personaje hizo que muchas personas me odiaran. Pero cuando unos capítulos más adelante ella se enamora del Zorro y adopta su misma actitud altruista, ese odio se convirtió en amor y admiración. Fueron esos los dos primeros grandes premios que recibí en mi recién iniciada carrera. Me lo otorgaron los seguidores de aquel programa televisivo en el que hice mi debut como actriz.

“Por todos mis personajes siento una pasión inmensa”, afirma la actriz. Imagen: Tomada de Internet

“Después de esa primera presentación me contrataron oficialmente. Abandoné entonces mi labor docente para empezar a hacer realidad mi anhelado y gran sueño”.

Su formación académica, obtenida en cursos de actuación en la Escuela de Artes de Santiago de Cuba y en otras instituciones dedicadas a la enseñanza artística, le permitió más tarde asumir distintos personajes sobre un escenario teatral. “Combinaba la televisión y el teatro y a ellos se sumó casi enseguida la radio”.

De aquella época resulta sobresaliente su colaboración en la dirección artística del Festival del Caribe y en el evento, también de carácter internacional, Máscara de caoba, del cual es una de sus fundadoras.

La primera vez que Ana Gloria Buduen entró a un estudio de televisión fue como profesora de esgrima en un programa dedicado a ese deporte.

“Por compromisos profesionales viajaba frecuentemente de Santiago a La Habana, y viceversa. Hasta que finalmente, en el año 2000, decidí instalarme en La Habana de manera definitiva. Por poco más de tres años, y a partir de la experiencia que traía de mi ciudad natal, donde había contribuido en la formación de un grupo considerable de actores, comencé a trabajar en la Casa de Cultura de Alamar, en el municipio capitalino La Habana del Este.

“En esa institución viví por primera vez la experiencia de trabajar con niños. Con la ayuda de un maravilloso equipo, creamos un grupo de teatro que dimos el nombre de Flor de naranjo. Con él asistimos a numerosos eventos provinciales en los que siempre fue premiado. Esa fabulosa experiencia me permitió crecer, y mucho, como actriz.

“Aunque resulte increíble, aprendí más de aquellos niños que lo que yo fui capaz de enseñarles”.

Además de su talento, usted posee una versatilidad impresionante. Esas, entre otras cualidades, le han permitido incursionar en el teatro, la radio, la televisión y el cine. ¿Si tuviera que elegir, con cuál se quedaría?

“Con todos. Por todos siento una pasión inmensa. La radio, por ejemplo, donde trabajé durante cuarenta y cinco años en Santiago, me fascina. Es un mundo maravilloso en el que la voz es la principal protagonista y justo por eso permite interpretar los más disimiles personajes, aunque no por eso menos compleja que los demás.

“Mientras, el teatro facilita el contacto directo con el espectador, con el público. Ese mismo contacto, solo que a través de una pantalla, se logra en la televisión y el cine.

“A estos medios hay que añadir mi participación en las fotonovelas. Es un género muy poco utilizado ya. Años atrás, sin embargo, cosechó grandes éxitos y tenía mucha demanda porque podía leerse en cualquier lugar. Se trata de una fotografía acompañada de texto. Su complejidad consiste en que lo que muestre esa fotografía tiene que corresponderse con el texto y el actor tiene que ser capaz de revelar en ella lo que aparece narrado en texto.

Insertar chapeau: Memorables son igualmente sus excelentes desempeños actorales en otras series relacionadas con temas policíacos como Día y noche y Tras la huella. No menos relevantes han sido sus actuaciones en espacios televisivos de aventuras.

“Es una especialidad difícil porque el actor tiene que prepararse física, psíquica y emocionalmente para la fotografía. Entre las fotonovelas que protagonicé en ese espacio hay tres que recuerdo nítidamente por la fama que alcanzaron. Ellas fueron Camilla, Vuelo 909 y Camino y estrella.

“En sentido general, considero que lo más importante para un actor no es el medio para el cual trabaja, sino el saber conscientemente que su principal y mayor misión es fomentar la espiritualidad en el público, algo de lo que se carece bastante en la actualidad.

“Las agresiones que sufre Cuba desde el triunfo de la Revolución provocan grandes carencias materiales y severas necesidades económicas. Nos corresponde entonces a los artistas, porque está en nuestras manos, atenuar esa situación y poner al servicio del público todos nuestros conocimientos y talento.

“Yo experimento una felicidad infinita cuando sé que estoy haciendo algo que redunda en el beneficio espiritual de las personas, bien sea en una representación teatral, una trasmisión radial o televisiva o mediante una película, que les ayude a entretenerse, a reflexionar o a divertirse”.

Ya establecida en la capital, ¿cómo ha sido su desempeño artístico?

“Tuve que concluir mis funciones en la Casa de la Cultura para integrar el elenco artístico de la novela Cuatro mujeres que se grababa para la televisión. Su estreno fue en 1994 y abordaba la vida de cuatro mujeres entregadas por entero a la lucha clandestina.

“Además de ser una de aquellas luchadoras, era la encargada de narrar sus vidas y las acciones que llevaban a cabo. Con la interpretación de ese personaje obtuve el segundo lugar nacional de actuación. Nuevamente merecí ese galardón con la serie policíaca Concierto a cuatro manos.

“Posteriormente grabamos otra novela titulada La casa de cristal. El personaje que representé en esta era el reverso del que había asumido en Cuatro mujeres. Se trataba de una homosexual recluida en una cárcel. Reconozco que ese personaje me marcó para siempre, pues es una de las interpretaciones más complicadas que he tenido que hacer. Encarné a una mujer agresiva, que todo lo resolvía a la fuerza, violentamente”.

Memorables son igualmente sus excelentes desempeños actorales en otras series relacionadas con temas policíacos como Día y noche y Tras la huella. No menos relevantes han sido sus actuaciones en espacios televisivos de aventuras.

“Y en este género una de las que recuerdo con mucho agrado, además de El Zorro, es Tierra de fuego, dirigida por Miguelito Sosa”.

Con relación al cine, Ana Gloria Buduen refiere, sin ocultar su merecido orgullo, que “al parecer a Fernando Pérez, magnífico cineasta y no menos compañero, le gustó mi actuación en la novela Cuatro mujeres que estaba saliendo al aire en aquel momento, y me propuso un personaje en su película Hello Hemingway. Con anterioridad, bajo la dirección de Daniel Díaz Torres, había debutado con el filme Otra mujer. “En ella compartí roles con actores y actrices inolvidables como Alina Rodríguez, Jorge Villazón y Luis Alberto García, padre, por citar algunos.

“Cuando todavía no levantaba una cuarta del piso, como acostumbramos a decir los santiagueros, insistía en que yo iba a ser artista”.

“Más adelante participé en otras películas —la mayoría convocada por Fernando Pérez— hasta la última que ha hecho el prestigioso cineasta, El mundo de Nelsito, estrenada en La Habana recientemente”.

Galardonada, entre otros, con varios premios Caricato, la medalla Raúl Gómez García, la placa José María Heredia y la Orden por la Cultura Nacional, Ana Gloria Buduen asegura que a estos premios les confiere “la importancia y el valor sentimental incalculable que realmente tienen.

“Sin embargo, el que ocupa un lugar muy especial en mi corazón es ese reconocimiento franco, sincero, que a lo largo de mi carrera me ha entregado el público, al que con gran pasión me he dedicado a servir. Es ese el mayor galardón al que puede aspirar un artista”, dijo con su habitual humildad.

¿Qué ha sido para usted la actuación?

“Cuando todavía no levantaba una cuarta del piso, como acostumbramos a decir los santiagueros, insistía en que yo iba a ser artista. Mi madre se reía; ella tenía plena conciencia de los obstáculos que tendría que enfrentar y vencer para alcanzar ese propósito.

“De todos modos, cada vez que se me presentaba una oportunidad bailaba y cantaba para los integrantes del Ejército Rebelde, a quienes conocía bien porque mi padre también era combatiente.

“Él me colocó un día una carpa en el patio de nuestra casa. Me sentí totalmente realizada. En ese sitio, y aplaudida por los vecinos, niños y algunos adultos, bailaba rumba, cantaba y recitaba poemas hermosos de autores reales y otros que yo inventaba. Es decir, que la actuación para mí es la razón de ser, de existir”.

¿Cuánto se acerca el personaje de Alicia en la telenovela El derecho de soñar a la vida personal de Ana Gloria?

“Es un personaje preparado para rendir homenaje a esa extraordinaria actriz que fue Alicia Fernán. Me hubiera gustado contar con más recursos para representarla aún mejor. Pero puse todo mi empeño y corazón para que mi desempeño fuera convincente.

“Me sentí muy honrada y feliz cuando me propusieron asumirlo y, a decir verdad, no me resultó tan difícil porque es un poco mi vida.

“Durante un largo período tuve que simultanear presentaciones en la radio y en la televisión. Allá en Santiago, las grabaciones en la radio se realizaban durante las mañanas, mientras que las de la televisión comenzaban a partir de las dos de la tarde.

“Estoy trabajando con un grupo de ingeniosos actores y actrices en una nueva telenovela titulada Renacer. Aunque solo hemos grabado los primeros capítulos estoy convencida de que será una experiencia inolvidable”.

“De todos modos, hacer las dos cosas al unísono es bien complejo y requiere de mucha concentración y esfuerzo. Igual que la Alicia de la telenovela, no pocas veces me he visto en serios aprietos al tener que soltar un guion e inmediatamente comenzar con otro totalmente distinto. Pero si aquella grandiosa actriz fue capaz de asumirlo de manera brillante, yo regresé a mis viejos tiempos y me impuse estar a su altura para honrar su memoria como realmente merece”.

¿Proyectos futuros?

“Estoy trabajando con un grupo de ingeniosos actores y actrices en una nueva telenovela titulada Renacer. Aunque solo hemos grabado los primeros capítulos estoy convencida de que será una experiencia inolvidable.

“Para más adelante tengo en mente realizar una temporada teatral. Cuento con el apoyo del director español, radicado en La Habana, Carlos Aguiar, y del maestro Huberto Llamas.

“Hemos ideado iniciar esta temporada con la exitosa obra La casa de Bernarda Alba y en ella tendré el privilegio de compartir el escenario con grandes artistas cubanos consagrados y algunos jóvenes.

“Asimismo, al margen de otros compromisos profesionales voy a dedicar esta última etapa de mi carrera a trabajar para los adultos mayores, a desarrollar con ellos un intenso trabajo cultural, ya sea en las comunidades, en hogares de ancianos u hospitales. Desde ahora tengo la certeza de que por sus nobles propósitos ese proyecto será provechoso para ellos y a mí también me beneficiará espiritualmente”.

Ana Gloria en otra de sus interpretaciones. Imagen: Tomada del Facebook de Artes Escénicas en Santiago

Tanto como la novela El derecho de soñar, que trasmite por estos días la televisión cubana, sirva también esta entrevista como tributo al centenario de la Radio. Y de igual modo, a los que se han consagrado a la actuación para todos los medios audiovisuales. Entre ellos, por supuesto, Ana Gloria Buduen, quien por más de medio siglo ha sido protagonista de una carrera artística pletórica de éxitos en la radio, la televisión y el cine.

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