Entre el 2 y el 5 de octubre próximos, La Habana será espacio de convergencia para la danza toda con el II Encuentro De la memoria fragmentada, organizado por el Departamento de Danzología de la Universidad de las Artes (ISA).

A la convocatoria respondieron  investigadores, bailarines, coreógrafos, maestros, estudiantes y gestores de 7 países, quienes debatirán los siguientes temas:

-Contextos en los que se desarrolla la creación danzaria contemporánea. Cartografías coreográficas, estéticas de creación, estudios de públicos

-Roles del creador-investigador de danza

-Archivos y patrimonio de la danza

-Estrategias para la formación de coreógrafos

-Miradas contemporáneas al folclore

-Discursos, Cuerpos y Movimientos: hacia qué contemporaneidad

-Gestar y gestionar la danza para los escenarios culturales y sociales del siglo XXI

Se anuncian clases magistrales, como la de Técnica cubana de danza moderna, que impartirá Yoerlis Brunet, maitre de la compañía Danza Contemporánea de Cuba, y  la de Técnicas danzarias de Vudú, bajo la guía de Isaías Rojas, director de la compañía BanRarrá. La conferencia Cardiopatías en danzantes, a cargo del cardiólogo Raúl Reyes Sánchez, será un buen pretexto para intercambiar criterios sobre el cuidado de la salud de los bailarines. El Maestro Javier Contreras, director del Centro de Investigación coreográfica-INBAL, de México, disertará sobre un tema que le apasiona: Cuerpos indóciles: pulsión, empatía y enunciación (praxis poética y praxis política en algunas obras contemporáneas de la danza de la América Nuestra).

Una de las más reconocidas teóricas de la danza en Latinoamérica, la mexicana Hilda Islas, realizará el Taller  Laboratorio para diseñar en colectivo, itinerarios específicos que vayan de la acción a diversos modos de representación, una propuesta para borrar las fronteras entre el hacer y el pensar la danza.

Teatralizar el folclor, documental del realizador Pedro Maytín, extraordinaria indagación por el mapa de la danza folclórica cubana, que recoge valiosos testimonios de los hacedores, forma parte del programa de la cita.

Varias publicaciones circularán entre los asistentes al encuentro: revistas como Cúpulas, Tablas y Conjunto; libros como Nociones de cuerpo y entrenamiento en danza contemporánea. Colectivos Danza Común y Cortocinesis, de Yudy Morales, y Caminos del cuerpo. Una visión de la danza venezolana del siglo XX, de Carlos Paolillo.

Dedicado a los 500 años de La Habana, una plaza fuerte para la danza mundial, y a los 60 años de la compañía Danza Contemporánea de Cuba, madre nutricia del movimiento cubano de danza moderna, el foro cuenta con el patrocinio de la Facultad de Arte Danzario y el Departamento de Extensión Universitaria la Universidad de las Artes ISA, el Consejo Nacional de las Artes Escénicas, la Casa del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, la UNEAC, la Dirección Provincial de Cultura de La Habana, el Consejo Nacional de Casas de Cultura, el Teatro Nacional de Cuba, la Embajada de Francia y Redbull.

En Plataformas de encuentro se propiciará la circulación de convocatorias de festivales, concursos, becas de creación y otros espacios para el intercambio de experiencias. El capítulo Cuba, diálogos cruzados: Arte, Cultura y Sociedad tendrá como ponentes a los ensayistas Víctor Fowler, Fernando Rojas y Yosvany Montano.

Durante las mañanas se  desarrollarán las sesiones teóricas en la Casa del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano. En el Centro Cultural Bertolt Brecht se presentarán la agrupación Ad Livintum y el grupo Otro lado, ambos de Cuba, y el artista Max Diakok, de Guadalupe-Francia. Danza Contemporánea de Cuba subirá al escenario de la sala Avellaneda, del Teatro Nacional, con la puesta en escena de Carmina Burana, de la autoría de Miguel Iglesias, acompañada por la Orquesta Sinfónica Nacional, el Coro del Teatro Lírico Nacional, el Coro Diminuto y figuras protagónicas del canto lírico.

Las difíciles circunstancias por las que atraviesa hoy nuestro país, marcadas por el recrudecimiento del bloqueo norteamericano, ha sido estímulo para los organizadores y los participantes del evento. Abrimos las puertas de Cuba al mundo a través de la danza para compartir saberes y experiencias vitales, para intercambiar puntos de vista y formas de hacer. Crear  y pensar la danza es una manera de tender puentes solidarios entre los seres humanos que habitan el planeta.