La Universidad de las Artes convocó a profesores, investigadores, creadores, especialistas y directivos de instituciones del patrimonio y la cultura en general a la presentación de la Cátedra de Pensamiento Descolonizador. Las proyecciones fundamentales de este proyecto académico están dirigidas a:

La defensa de las conquistas alcanzadas precisa de la participación de todos los integrantes de la sociedad, sea cual sea el entramado parental que le da origen al color de la piel. Es una de las premisas constitutivas para edificar y sostener la patria “con todos y para el bien de todos”; necesidad declarada por el Maestro desde el siglo XIX y premisa que sostiene la sociedad cubana.

“La defensa de las conquistas alcanzadas precisa de la participación de todos los integrantes de la sociedad”.

Una de las maniobras de supervivencia del pensamiento colonial —“divide y vencerás”— todavía hoy hace mellas en un siglo en que los seres humanos tienen signada la mayoría de edad. La categoría tiempo es regida por los hombres con madurez o con desatino.

Descolonizar las prácticas culturales es una exigencia inaplazable. No somos los primeros, pero vamos a continuar el camino iniciado por los que nos enseñaron en, cómo y cuándo pensar sobre los asuntos de la soberanía como urgencia impostergable de los pueblos agredidos. Incluso después de su emancipación, estos pueblos demuestran batalla tras batalla la posibilidad de regir sus propios destinos con la osadía de la juventud y la experticia de la madurez.

Aprehendimos claro del icónico texto de Fanon, “Piel negra, máscaras blancas” (1952), que ya se están “recuperando las identidades pisoteadas”. Los intelectuales y artistas han dado repuesta al reclamo de la necesaria compilación de Eduardo Lande (2005) para descolonizar los saberes, y de las sugerencias de Colombres en La descolonización de la mirada (2020). Aunque para nada estamos ajenos a los llamados anteriores, llega a los académicos la alerta particular de Boaventura de Sousa Santos: Descolonizar la universidad. El desafío de la justicia cognitiva global (2021).

El pensamiento descolonizador resulta inclusivo y no da cabida al más mínimo atisbo de prejuicios o discriminaciones por color de la piel, de lo contrario, sería tan excluyente como el accionar que critica. El pensamiento descolonizador cobró voces, sonidos e imágenes en el programa de la presentación, concebido por la coordinadora de la Cátedra de Pensamiento Descolonizador y profesora de Arte Cubano y Religiones en Cuba. Saberes y Contextos: M. Sc. Ercilia Argüelles Miret.

El joven profesor y licenciado Ernesto Oliva ejecutó dos de sus composiciones. Este artista y docente mantiene vivas sus raíces guantanameras, las cuales están en sus composiciones para música de cámara y sinfónica y en la práctica jazzística. Los títulos lo subrayan: “Sonenguea’o” y “Cañenga”.

El Dr. Sc. Ramón Torres Zayas, subdirector científico del Instituto Cubano de Antropología, quien ha impartido conferencias sobre la temática abakuá en varios cursos académicos, versó sobre el tema de la descolonización desde una perspectiva antropológica y comunicacional.

La Dra. Sc. Giselda Hernández Ramírez, profesora de Antropología de la Universidad de las Artes, hizo un llamado a colocar las prácticas de las culturas aborígenes cubanas, generalmente preteridas incluso en los predios académicos, en el sitio que merecen dentro del entramado de la cultura.

“El pensamiento descolonizador resulta inclusivo y no da cabida al más mínimo atisbo de prejuicios o discriminaciones por color de la piel”. Obra: Grito de los excluidos (2001), del pintor y muralista ecuatoriano Pavel Egüez

El Lic. Rayco Vera Valladares, conservador y restaurador de la Casa de Arte y Tradiciones Chinas, y la Lic. Teresa Toranzo Castillo, profesora de Arte Cubano, directora del Registro Nacional de Bienes Culturales y curadora de la muestra El hijo del emigrante, del artista Alfredo Zhong López, expresaron sentidas palabras sobre la producción de este artista, descendiente de inmigrantes chinos. Las obras expuestas en el Aula Magna de la Universidad son parte de un conjunto mayor. Realizadas en papel y pátina de broce. Zhong se dirigió a los presentes con absoluta humildad para hablar de sus creaciones y transmitir su arraigo a la cubanía, aunque confesó que, incluso los miembros de la familia cubano-china, lo percibían como “diferente”. Sobre sus piezas acotó: “Están diseñadas para perpetuar estas imágenes[1] y a la vez rendir homenaje a los hombres y las mujeres sencillas que tanto contribuyeron silenciosamente a nuestra historia y cultura”.

Antes de la presentación del documental Herencia, de Ana Hurtado (realizadora española y defensora de la cultura y la revolución cubanas), se escuchó una grabación donde la artista manifiesta su satisfacción por la decisión de proyectar su realización audiovisual en la presentación de la Cátedra. El Lic. Javier Gómez Sánchez, decano de la Facultad de Arte de los Medios de Comunicación Audiovisual de la Universidad de las Artes, y el Lic. José Luis Lobato Matamoros, productor ejecutivo en Cuba del documental y vicepresidente de la Comisión Aponte de la UNEAC, además de hablar sobre la realizadora, explicaron la importancia que esta le confiere a las herencias cubanas de otras culturas e hicieron énfasis en las aportaciones de África a la cultura toda, no solo en cuanto a religión.

El documental fue proyectado durante la presentación de la Cátedra de Pensamiento Descolonizador. Imagen: Internet

Este enunciado queda ejemplificado en el documental, donde aparece la Charanga de Oro, dirigida por el Maestro Dr. C. José Loyola; colectivo integrado por el Lic. Augusto Diago, violinista de la Sinfónica Nacional, y la joven egresada de nuestras aulas Alba Lidia Chand Gálvez, quien ejecuta los teclados desde el conocimiento de la academia y la sabrosura de la música popular cubana.

Un día memorable en la celebración de la Jornada de la Cultura Cubana, en un año marcado por dolores y pérdidas, pero también por el empuje de un pueblo que no renunciará jamás a los sueños, las herencias y la soberanía, que se enriquecen si todos asumimos y practicamos las enseñanzas del pensamiento descolonizador.

Acabamos de perder a dos hombres que desde sus prácticas culturales fueron consecuentes con el legado de obras sólidas y profundamente descolonizadoras. Hacen latir el corazón Las briznas para la memoria, y cómo no sentirse en una butaca del Teatro Nacional disfrutando de María Antonia. Mucha luz para esos eggunes mayores: Rogelio Martínez Furé y Eugenio Hernández Espinosa. Que nos acompañe siempre su cultura de la resistencia, poderosa arma de descolonización.


Notas:

[1] Se refiere a las piezas que produjo inspirado en los chinos y descendientes que conoció en su infancia. Las imágenes que se apoderan de sus recuerdos son “las del bodeguero, el del tren de lavado, del cocinero, del vendedor de hortalizas con sus dos canastas”.

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