Hace solo dos días comentábamos en esta misma revista algunas opiniones ofrecidas por intelectuales, críticos e investigadores sobre la trascendencia de la revista Cine Cubano. Como parte de esta jornada de celebración por las seis décadas de su existencia, desde ayer se encuentra disponible en el portal Cubacine (www.cubacine.cult.cu) su último número.

Desde hace algunos años se comparte el archivo justo después de la presentación de la revista, pero atendiendo a las condiciones actuales y a la necesidad de compartir contenidos atractivos para su lectura en casa, el equipo de redacción de la publicación ha decidido situarla en su espacio digital. De esta manera se permite el libre acceso a todos los interesados.

Se trata de un número doble (206-207) que comprende los meses de mayo a diciembre de 2019. En sus páginas se anuncia la publicación del Decreto-Ley No. 373 del Creador Audiovisual y Cinematográfico Independiente, lo que constituye el punto de partida para la realización de importantes transformaciones en las maneras de la realización audiovisual en Cuba, la conformación del Registro del Creador Audiovisual y Cinematográfico y la convocatoria para la presentación de proyectos al Fondo de Fomento del Cine Cubano.

A través de una síntesis de sus itinerarios creativos, Luciano Castillo logra expresar un elogio oportuno a Miguel Mendoza, Livio Delgado
y Jerónimo Labrada, los tres merecedores del Premio Nacional de Cine en el año 2019. Castillo concluye su texto con la siguiente afirmación: “Para este trío de profesionales a quienes rendimos tributo por la obra de toda una vida, el ICAIC [Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos], a donde llegaron con tan temprana edad y aprendieron el concepto de responsabilidad que otorga el cine, como una lección de vida, ha sido precisamente eso: su escuela, su vida, un espacio creativo único, sin ser un paraíso, pero que les generó un sentido de pertenencia que no hallaron en ningún otro lugar, y que tiende a perderse. Basta revisar las impresionantes filmografías de Miguel Mendoza, Livio Delgado y Jerónimo Labrada para corroborar que incluyen importantes películas que integran nuestro patrimonio cultural”.

En el presente número, aparecen textos sobre la obra de cineastas cubanos, como el estudio de Karina Paz Ernand titulado “Cine de poesía y dramaturgia visual: la insumisión de Fernando Pérez”, así como referencias a autores del cine contemporáneo, como el director griego al cual Antonio Enrique González Rojas dedica un amplio análisis: “Yorgos Lanthimos: la tragedia es un plato que se degusta congelado”.

En sus páginas finales Cine Cubano incluye algunas críticas a filmes de reciente aparición: Perro bomba (Juan Cáceres, 2019); Guerra fría (Paweł Pawlikowski, 2018); El libro verde (Peter Farrelly, 2018); Cafarnaúm (Nadine Labaki, 2018); Joker (Todd Phillips, 2019) y Salvaje (Camille Vidal-Naquet, 2018).

Con la publicación del más reciente número de Cine Cubano en formato digital, la revista apuesta por un escenario al que se accede de manera gratuita y que permite la socialización de sus contenidos, aunque el disfrute del olor de una revista recién salida de la imprenta es uno de los placeres más sublimes que nos han legado La Gaceta de Cuba, La Siempreviva, Casa de las Américas, Cine Cubano y otras. Es un placer que no quisiera perderme, y estoy seguro de que muchos lectores experimentan esa misma sensación.