El habanero Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau participó —de manera amorosa y activa— en la vigésimo octava edición del Festival de Barnasants, efectuado entre enero y abril en varios sitios y localidades de Barcelona.

La Nueva Trova Cubana ha tenido en el Centro Pablo “su casa por derecho propio y ganado”.

En esta oportunidad la cita musical estuvo dedicada a rendir tributo a los cincuenta años de la fundación de la Nueva Trova Cubana, movimiento que ha tenido en el Centro Pablo “su casa por derecho propio y ganado”, según expresó el poeta y cineasta, Víctor Casaus, director de la institución con sede en la Habana colonial y que durante más de veinticinco años “ha arropado, cuidado y fomentado ese importante género musical tan lleno de signos y significantes para la Cuba de ayer y de hoy”.

Como parte de las actividades del Festival, Casaus realizó un interesante conversatorio.

Como parte de las actividades del Festival, Casaus realizó un interesante conversatorio en el que abordó el desarrollo que en las últimas cinco décadas ha tenido el Movimiento de la Nueva Trova Cubana y disertó sobre los orígenes y ulterior desenvolvimiento de la también llamada “canción cubana contemporánea” en la que se entrelazan las más diversas estéticas y modos de expresar sentimientos, angustias, logros y preocupaciones: “han sido cincuenta años en los que la palabra cantada nos ha convocado a pensar, analizar y criticar, pero también a soñar con la misma intensidad de estos tiempos transcurridos que no han estado exentos de sobresaltos y también de logros”.

Igualmente, el director del Centro Pabloparticipó en la proyección del documental Silvio: que levante la mano la guitarra —realizado en 1984 y concebido por él con guion del poeta y novelista, ya fallecido, Luis Rogelio (Wichy) Nogueras: “ver en las pantallas catalanas estas imágenes ha sido muy importante a nivel afectivo y a nivel memorioso”, dijo, al tiempo que afirmó que ese audiovisual “conserva la vitalidad y la vigencia que la obra de Silvio mantiene, crecientemente, en su obra musical y —no menos importante— en su participación activa y comprometida en estos tiempos cruciales para el destino de los cubanos y las cubanas”.

“Han sido cincuenta años en los que la palabra cantada nos ha convocado a pensar, analizar y criticar, pero también a soñar con la misma intensidad”.

Otro de los momentos emotivos fue la entrega a Pere Camps, director del Festival de Barnasants, del Premio Pablo, máxima distinción que otorga el Centro a personalidades que han mantenido una relación estrecha y consecuente con la institución: “ese es el caso del Festival de Barnasants y del hermano Pere, quien a lo largo de muchos años ha conservado intacta su capacidad de soñar y su interés por promover lo mejor de la creación musical nacida en Cuba, considerada por muchos, como la isla de la música”.

En esta oportunidad la cita musical estuvo dedicada a rendir tributo a los cincuenta años de la fundación de la Nueva Trova Cubana.

Igualmente hizo un reconocimiento muy especial Juan Miguel Morales, fotógrafo andaluz afincado en Cataluña y miembro del equipo de dirección del Festival, quien, al decir de Casaus, “es un hermanito entrañable con el que hemos colaborado en la realización de varios hermosos proyectos fotográficos y literarios” y quien —junto a otros amigos— está impulsando en estos momentos una campaña de solidaridad para mejorar el “un tanto avejentado” parque tecnológico de la institución: “agradecemos infinitamente estas solidarias ayudas que contribuirán a la difusión de los distintos ejes de trabajo creativo que desarrolla el Centro Pablo”, enfatizó.  

En los cuatro meses en que se ha extendido el Festival el público pudo disfrutar de más de ochenta conciertos protagonizados por cantautores de Argentina, Colombia, Chile, Francia e Italia. Pero, al ser “la trova cubana la gran homenajeada” ha sido notable la presencia de un representativo grupo de trovadores de la Isla. Entre ellos se encuentran: Liuba María Hevia, Pedro Luis y Lena Ferrer, Irina González, Yadira Ferrer, Heidi Igualada, Marta Campos, Inti Santana, Leonardo García, Fernando Cabreja, Raúl Menchaca, Edelis Loyola, Yaíma Orozco y Karel García, todos ellos cultivadores de diversos modos de crear la canción y representativos de más de una generación de trovadores procedentes de varias regiones cubanas.