Duele, la ciudad duele. Desde casi cualquier rincón se observa, amenazadora, la columna de humo. La noche entera las sirenas aullaron en la ciudad. Cada vez que se oye una, hay silencio, un silencio entre dos, un silencio entre todos. Entonces las personas se persignan, le piden suerte a sus santos o a sus antepasados, cualquiera que los oiga, que los ampare, que los consuele.

La noche entera las sirenas aullaron en la ciudad. Cada vez que se oye una, hay silencio. Foto: Radio Victoria de Girón

Allá en la zona industrial están los amigos, los colegas: la gente que estudió conmigo, la gente con la que te sientas en los quicios a matar el tiempo, la gente con la que chocaste los picos de las botellas de cerveza. El camarógrafo herido más de una vez se ha acercado para enseñarme tal o más cual foto en una cobertura. Quiero creer que pronto todo esto sea una foto de archivo, un recuerdo, coño, que sea una efeméride triste.

Uno tiene como una apretazón en el pecho. Tratas de que no te consuma, que no te llegue adentro. Esto puede demorar y hay que estar atento.

Pienso en Yunior y Yoamed, dos rescatistas que entrevisté unos meses atrás en lo que compartíamos café y cigarros. Pienso en ellos y espero que estén sanos y salvos, porque tipos como ellos son difíciles de encontrar, con tanta alma, con tanta agalla.

Mi madre está nerviosa. Ya se puso un nasobuco mojado para los gases. Me pregunta si nos evacuarán, me pregunta qué pasará, me pregunta qué sucede que parece que las desgracias y las tristezas no paran. Yo le digo que se calme, que todo irá bien, se lo digo a ella y me lo digo a mí.

Quiero creer que pronto todo esto sea una foto de archivo, un recuerdo, una efeméride triste.

Ayer, antes de la segunda y la tercera y la cuarta explosión, una niña le preguntaba a la madre, con ingenuidad, qué pasaría si el fuego sigue y llega a la ciudad y te toca la puerta. La madre solo le acarició el cabello.

Este no es el momento de las querellas de siempre, los encontronazos, la chancleta en redes sociales. Es tiempo de una sola ciudad, de un solo país, de un solo rezo, de un solo pensamiento. Fuerza, Matanzas, coño, fuerza.

Tomado del perfil de Facebook del autor