La relación de Artecubano Ediciones con la Bienal de La Habana es histórica. Desde su nacimiento a mediados de los noventa (el del sello editorial y el de la revista que le dio nombre), las publicaciones iniciales recogen artículos dedicados a analizar crítica y fenomenológicamente aquellas primeras ediciones desde 1984; pero existe un texto capital, sobre todo por su vigencia, titulado “Cómo, por qué y para qué se hace la Bienal”, donde su autora Llilian Llanes sienta las bases fundacionales del mencionado evento y lo ubica en el contexto socioeconómico y político del país. Su primera publicación data de la revista Artecubano 1/1997,[1] momento en que con seguridad ya se perfilaba la quinta Bienal. Posteriormente, varios números se hicieron eco de las sucesivas ediciones —pueden consultarse el 1/1998, el 1/2004, el 1/2006 o incluso el 2 de aquel mismo año—, aunque los nexos no han sido solo editoriales. Me dedicaré aquí a enunciar estos vínculos desde la memoria personal a partir de mi incorporación en el año 2008.

Libro Memorias. Bienales de La Habana 1984-1999, de Llilian Llanes.

Recuerdo que en 2009, durante la décima Bienal de La Habana, ya como parte del equipo integrado por Isabel M. Pérez, Deborah de la Paz, Maribel Herrera, José Alberto Curbelo, Fabián Muñoz, Andrés Álvarez, Eydel Beltrán y Heidy Fernández Castillo, nos mudamos para los predios del Complejo Morro-Cabaña mucho antes de la inauguración y así poder participar de todos los procesos posibles (creativos, logísticos, de montaje) mientras entrevistábamos a curadores y artistas que arribaban, para elaborar nuestras notas. En ese momento también nos ocupamos de gran parte de la visualidad (gráfica, identidad, señalética) que ocupó diversos espacios capitalinos con llamativas gigantografías publicitarias. Fuimos responsables además del catálogo oficial de aquella edición, hicimos un catálogo popular más económico y accesible al público, asumimos el libro del evento teórico con todos sus textos y conferencias.

Catálogo de Zona Franca, muestra colateral a la 12 Bienal de La Habana.

Otros ejemplares nuestros de excelente factura e invaluable contenido fueron Memorias. Bienales de La Habana 1984-1999, de Llilian Llanes (2012) y Zona Franca,catálogo sobre las exposiciones colaterales a la duodécima edición (2015). De igual modo, Artecubano Ediciones ha tenido incidencia en el procesamiento, selección, comercialización y distribución de volúmenes como Bienal de La Habana. Palabras críticas: 1984-2010, en dos tomos de Israel Castellanos León, resultado de la beca de investigación Wifredo Lam 2009 y Bienal de La Habana para leer,compilación de textos donada por la Universidad de Valencia.

Portada de Hazlink No. 15. Boletín digital, junio de 2015.

Entre las publicaciones periódicas que con el paso de estos años se lograron hacer no puede faltar HazLink, boletín digital de carácter quincenal que duró apenas dos años (2014-2015) pero resultó ser muy efectivo, pues al circular en PDF a través del correo electrónico contaba con un alcance increíble, también por las noticias que generaba. En tiempos de la 12 Bienal de La Habana HazLink dedicó sus espacios a testimoniar de forma concisa el antes, durante y después. Aquí hago un aparte para mencionar a la dupla editorial Ramón Fernández Cala / Gretel Acosta y a su diseñador Alexis Diezcabeza (10K).

Portada de Hazlink No. 16. Boletín digital, junio de 2015.

Como sucede con cualquier equipo laboral unos salen y otros entran, así pasaron por Artecubano Anaeli Ibarra, Patricia Martínez, Maeva Peraza, Shirley Moreira, Daniel González Alfonso, Carolina García Domínguez, Yoandra Mancebo, Virginia Alberdi, Juan Carlos Romero, hasta el presente con Jorge Ángel Hernández, Maikel Rodríguez Calviño, Wendy Peñalver, Maité Fernández, Leyda Sánchez y Jorge Méndez. Quizás olvide algunos nombres, pero sin dudas estos que menciono han dado su aporte indiscutible en cada etapa bienalera.

Noticias de Artecubano, especial Bienal 2019-1-9.

Noticias de Artecubano sigue siendo, para muchos, nuestra publicación impresa más dinámica. Con formato tabloide en papel gaceta, a dos tintas y una amplia tirada mensual, se distribuía en varios estanquillos de los puntos más neurálgicos habaneros, aunque era común encontrar sus pacas en las entradas del Centro Wifredo Lam, la Fototeca de Cuba, el Centro de Desarrollo de las Artes Visuales, la Facultad de Artes y Letras, galerías, sin costo alguno para los interesados.

Pliego doble página interior del tabloide Noticias de Artecubano, mayo 2012-11 Bienal.

En cada Bienal sus páginas se llenaban de reseñas críticas y de artículos valorativos sobre lo que acontecía. Desde las portadas siempre destacaron, con cierta sutileza, elementos textuales y/o visuales como un llamado de atención en cada número. Independientemente de los objetivos de este mensuario se realizaban otros Noticias… especiales dedicados a recoger programas, mapas e información general de las exposiciones y los lugares de exhibición. Para la 13 Bienal en 2019, además del impreso, por primera vez llegamos a posicionar una versión de Noticias de Artecubano digital ejecutada desde La Jiribilla, lo cual facilitó una mayor accesibilidad del público. Debido a la crisis económica, de la que nada ni nadie está ajeno, no fue posible mantener el tabloide impreso; pero en su lugar finalmente hemos dado un ligero salto al escenario virtual, publicando los trabajos de nuestros colaboradores a través de la sección Noticias de Artecubano Web que se encuentra en el sitio del Consejo Nacional de las Artes Plásticas con promociones incluidas en las redes sociales.

Pliego doble página interior del tabloide Noticias de Artecubano, mayo 2012-11 Bienal.

Volviendo a la revista, núcleo de la labor de Artecubano por más de 25 años, por cada Bienal hemos dedicado un número posterior con todo tipo de reflexiones. En más de una ocasión se consideraron revistas dobles por exceder con creces la cantidad habitual de páginas, llegando a tener más de 200 en una oportunidad sin renunciar a la visualidad, el equilibrio entre textos e imágenes, el destaque de anuncios que funcionaban a página completa o doble página, los resúmenes en inglés (pues sabemos que circula en los mercados de habla no hispana) y una amplia selección de los principales sucesos artísticos.

Portada del tabloide Noticias de Artecubano, mayo 2012-11 Bienal.

Llamativas portadas y titulares se combinaron con otras más sobrias, algunas con plena libertad de diseño, como la de la revista 3-4/2009, resuelta de modo minimalista con barras verticales de colores y una “B” fácilmente identificable. En ciertos momentos se utilizó la documentación fotográfica de obras realizadas por artistas cubanos invitados a la muestra central que, según el criterio editorial, tenían una fuerza visual ineludible para impactar a quienes las tuvieran delante, bien por la propuesta del conjunto o por la originalidad conceptual. Ejemplos concretos son los números 2-3/2012, portada de Adonis Flores (con la compleja instalación Fe expuesta en una fachada apuntalada del Malecón habanero) y el 3-4/2015, con la pieza Escuchando el azar, de Glenda León.

Portada de la revista Artecubano 2-3/2012 con la obra Fe, de Adonis Flores.

Ya solamente con dos números anuales, la revista Artecubano 2/2019 debía asumir la responsabilidad de publicar otros sucesos significativos acontecidos en el año. Aquí la portada se dedicó a celebrar el 75 cumpleaños del maestro Manuel Mendive, y si lo vemos desde la perspectiva relacional con la Bienal, este ha sido el único creador que ha estado presente en cada edición del evento, desde 1984 hasta la decimotercera cita del arte.

Portada de la revista Artecubano 2/2019 con extenso dossier sobre la 13 Bienal.

Cada uno de estos números se consagró íntegramente o en buena medida —sus secciones principales: Ruta crítica, Dossier, Otros espacios— a investigar los pormenores de las bienales; en su dimensión global, colectiva, individualizada o enfoque transversal. Reconocidos especialistas nacionales y foráneos han discursado en artículos, entrevistas, reseñas y ensayos sobre problemáticas, utopías, poéticas, estilos, temas disímiles que afectan o implican al artista y su producción en las regiones hegemónicas, conflictuales o descolonizadoras. Basta hojear estas páginas para descubrir una diversidad total en múltiples aristas, desde lo consagrado hasta lo más emergente. Una de las iniciativas de la 13 edición ha sido expandir el programa de actividades hacia proyectos multidisciplinarios en otras provincias, dándoles la oportunidad de visibilizarse internacionalmente. Entre ellos se encontró Farmacia: una concepción, una escuela, gestado en Pinar del Río; Ríos intermitentes, en Matanzas y Mar adentro, desde la bahía de Cienfuegos. La revista correspondiente también refrenda textos que evalúan este momento en que la idea primigenia de la Bienal trasciende sus fronteras.

Artículo sobre la obra Sueño de verano, de Glenda León, en revista 2-3/2012.

Más allá de las exposiciones en los centros tradicionales que legitiman el arte, la Bienal de La Habana supo abrirse al espacio público, consciente de la interacción directa y necesaria con la vida cotidiana. En este sentido tampoco podían faltar nuestras glosas sobre proyectos multitudinarios como el Laboratorio Artístico San Agustín (LASA), 2009; Ciudad generosa, de René Francisco y la cuarta pragmática, 2012; Detrás del Muro, 2012, 2015 y 2019; y acciones individuales (Se soltaron los leones y Garras en la piedra, de Roberto Fabelo en la Punta y el Malecón, 2012; Sueño de verano, de Glenda León en la piscina del edificio Focsa, 2012; Los surcos de la ciudad, del francés JR y el estadounidense José Parlá, 2012 o colectivas y colaborativas como la Conga irreversible, de Los Carpinteros en el Paseo del Prado, 2012; el Tercer Paraíso, del italiano Michelangelo Pistoletto en las plazas de La Habana Vieja, 2015; Casablanca, 2015; las performances Las cabezas y Los abrazos, de Manuel Mendive en los exteriores del Gran Teatro de La Habana, el Prado y el Parque Central, en 2012 y 2019, respectivamente.

Anuncio en revista Artecubano 2-3/2012 con obras de Roberto Fabelo ubicadas en La Punta y el Malecón.

Visto a grandes rasgos hemos argumentado la huella indisoluble entre Artecubano (sus publicaciones y sus equipos editoriales) y las Bienales de La Habana, siempre con el firme propósito de contribuir a la memoria histórica del arte contemporáneo en Cuba que, al final, es lo que permanece a través del tiempo. Todo lo demás es efímero.

P. D.: ¡Ya trabajamos de conjunto en la 14 edición de la Bienal!

Catálogo oficial de décima Bienal de La Habana, 2009.
Gráfica utilizada en la décima Bienal de La Habana. Morro-Cabaña.
Portada de la revista Artecubano 3-4/2015 con obra Escuchando el azar, de Glenda León.

Notas:
[1] Por su trascendencia programática este texto ha sido publicado posteriormente en revistas y libros. Tal vez uno de los más recientes sea su inclusión en A quien pueda interesar. Antología de la crítica. Revista Artecubano 1995-2015,editado por Artecubano Ediciones, 2018.