Justo el día en que la Casa de Cultura de Plaza de la Revolución cumplió 45 años de fundada, se produjo un conversatorio en la sala teatral de la institución con la actriz Corina Mestre Vilaboy, Premio Nacional de Teatro 2022 y de Enseñanza Artística 2016.

El maestro Humberto Rodríguez, Premio Nacional de Cultura Comunitaria, le rindió homenaje a una de sus primeras alumnas en el emblemático grupo de teatro aficionado Olga Alonso, creado el 6 de octubre de 1979.

“Gracias a él empecé a entender que el teatro no era para que uno brillara, sino para ayudar a los otros”. Foto: Boris F. Atienzar/ PL

Corina siente mucha gratitud por el hombre que la inició en el mundo de las artes escénicas y en el método de Stanislavski. Cuando la entrevistaron, en ocasión del Premio Nacional de Teatro, reconoció públicamente el legado de su maestro. “Gracias a él empecé a entender que el teatro no era para que uno brillara, sino para ayudar a los otros”, recordó.

La actriz confesó que Humberto fue quien le enseñó que lo más importante es llevar el teatro a los sitios donde la gente más lo necesita. De él heredó también la vocación por el magisterio y el amor por enseñar a las nuevas generaciones de actores cubanos.

En el encuentro, donde también participó la actriz, guionista y directora de televisión Raquel González, Corina respondió a las interrogantes de una nutrida concurrencia, integrada en su mayoría por estudiantes y aficionados a las artes escénicas.

Explicó que los actores tienen que cultivarse constantemente, conocer las esencias de la cubanidad, promover los verdaderos valores artísticos y no dejarse llevar por la improvisación sin antes haber realizado un exhaustivo trabajo de mesa.

El maestro Humberto Rodríguez, Premio Nacional de Cultura Comunitaria, le rindió homenaje a una de sus primeras alumnas en el emblemático grupo de teatro aficionado Olga Alonso, creado el 6 de octubre de 1979.

Acudieron a la cita, además, antiguos alumnos del grupo Olga Alonso, como los populares actores Bárbaro Marín, Ariana Álvarez y Jorge Enrique Caballero, a quien Corina calificó como su segundo hijo.

Irma Jané Lara, directora de la Casa de Cultura de Plaza, entregó un reconocimiento a Corina por su consagración al arte escénico y a la enseñanza artística.

Los nuevos integrantes del grupo Olga Alonso, con sede en la Casa de Cultura de Calzada y 8, presentaron en el homenaje fragmentos de distintas obras del teatro cubano y universal.

La pedagoga regaló a los presentes su interpretación del poema “El bostezo” de Olga Alonso —insigne instructora de teatro que perdió la vida a los 19 años, en Fomento (Sancti Spíritus)—, quien fuera prima de Humberto y su ejemplo para dedicarse a la docencia.

La actriz confesó que Humberto fue quien le enseñó que lo más importante es llevar el teatro a los sitios donde la gente más lo necesita. De él heredó también la vocación por el magisterio y el amor por enseñar a las nuevas generaciones de actores cubanos.

En la década de los 70, Corina se vinculó al movimiento de teatro estudiantil donde obtuvo premios en varios de sus festivales. Posteriormente se graduó de Licenciatura en Artes Escénicas en el Instituto Superior de Arte. En 1981 comenzó su vida artística en Teatro Estudio, dirigido por Raquel Revuelta. Ha trabajado en el cine, la radio y la televisión. Actualmente se desempeña como vicepresidenta de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac).

El homenaje a Corina fue organizado por la Dirección de Cultura de Plaza de la Revolución, y forma parte de la Jornada por el aniversario 45 de la Casa de la Cultura de Calzada y 8 que concluirá el sábado 25 con un concierto del grupo Interactivo.