Este 24 de marzo, en el contexto del aniversario 63 de la fundación del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (Icaic), le fue entregado a Manuel Herrera Reyes (1942) el Premio Nacional de Cine 2022, con lo cual se reconoce el valor de su obra y su larga trayectoria en el cine cubano.

Asistieron a la Casa del Festival personalidades del cine cubano, artistas e integrantes del jurado que concedió a Herrera el máximo reconocimiento que recibe en la Isla un creador del ámbito cinematográfico. Estuvieron presentes María Elena Salgado, viceministra primera de Cultura; el viceministro Fernando León Jacomino y el presidente del Icaic, Ramón Samada.

En el contexto del aniversario 63 de la fundación del Icaic, le fue entregado a Manuel Herrera Reyes el Premio Nacional de Cine. Fotos: Del autor

En sus palabras de elogio, el también Premio Nacional de Cine Raúl Rodríguez reconoció la voluntad creativa de Herrera, su temprano vínculo con el cine y su constancia en la concepción de varios proyectos documentales y de ficción. Rodríguez también refirió el vínculo que Manuel Herrera ha sostenido con la docencia, y su aporte al quehacer de la Escuela Internacional de Cine y Televisión y la Facultad de las Artes de los Medios de Comunicación Audiovisual de la Universidad de las Artes, donde ha formado parte del claustro y ha contribuido a la enseñanza de las jóvenes generaciones de cineastas. “Todavía hay mucho por hablar de este cineasta y amigo. Su actitud ante la vida es muy vital, optimista, y continúa transmitiendo sus experiencias a las más jóvenes generaciones”, señaló Rodríguez.

Al final de sus palabras, el destacado fotógrafo abordó la relevancia de la última producción dirigida por Manuel Herrera, de la cual expresó: “Retrato de un artista siempre adolescente es una película que tiene el privilegio, no solo de mostrarnos a Julio García Espinosa en cada una de sus facetas, sino de exponernos lo que ha significado para la cultura cubana el Icaic, y lo que sigue aportando como primer organismo cultural creado por la Revolución Cubana en 1959”.

“Entre las obras de ficción realizadas por Manuel se encuentran No hay sábado sin sol (1978), Capablanca (1986), la popular Zafiros, locura azul (1997) y Bailando chachachá (2004)”.

Además de las muestras de cariño y admiración, Herrera Reyes recibió una pieza de Eduardo Miguel Abela de manos del propio artista y de la presidenta del jurado, la editora y realizadora Miriam Talavera.

Entre las obras de ficción realizadas por Manuel se encuentran No hay sábado sin sol (1978), Capablanca (1986), la popular Zafiros, locura azul (1997) y Bailando chachachá (2004), además de una sostenida carrera como documentalista y guionista.

“Seguirá siendo nuestro cine, con su mirada artística, irreverente y revolucionaria”.

En sus palabras de agradecimiento por este premio, Manuel concluyó:

Me he tomado la libertad de hablar del futuro que también es mío, nuestro, de todos los que contribuimos con un granito de arena al nacimiento de nuestro cine y de los que hoy impulsan su continuidad. Mañana no será igual, pero seguirá siendo nuestro cine, con su mirada artística, irreverente y revolucionaria.  

“Los miembros expresaron con breves palabras la necesidad de reconocer su entrega al cine y la cultura: ‘Por la obra de la vida y su gran aporte al cine cubano’”.

El pasado 16 de marzo el jurado integrado por el presidente de la Fundación Ludwig de Cuba, Helmo Hernández; el realizador de animados Paul Chaviano; el productor Frank Cabrera; la vicedirectora de la Cinemateca de Cuba, Lola Calviño; el referido Raúl Rodríguez, y el sonidista y también Premio Nacional de Cine, Jerónimo Labrada, junto a Miriam Talavera, en función de presidenta, decidió de manera unánime reconocer la obra de Manuel Herrera Reyes. En el acta los miembros expresaron con breves palabras la necesidad de reconocer su entrega al cine y la cultura: “Por la obra de la vida y su gran aporte al cine cubano”.