Todavía se recuerda en Santiago de Cuba el día en que Luis Carbonell recibió el Premio Internacional Casa del Caribe a sus 90 años, en 2013, así como el homenaje que le hiciera la Uneac santiaguera y su presentación en la Sala Dolores. Diez años después, la edición 42 del Festival del Caribe en Santiago de Cuba recordará al Acuarelista de la Poesía Antillana, Premio Nacional de Música, declarado el 16 de febrero de 2012 Hijo Ilustre de la Ciudad.

“La obra de Luis Carbonell seguirá viva en Santiago de Cuba: el Festival del Caribe mantendrá vivo su legado”.

El Festival del Caribe le rendirá homenaje a través de galas, espectáculos y eventos académicos. El taller de oralidad y el de estudios literarios del Caribe lo declaran como motivaciones de sus encuentros. El de oralidad, coordinado por Bertha Ferrer Estiu, propone una contada en homenaje a Luis Carbonell en el cementerio de Santa Ifigenia, donde reposan sus restos desde el año 2017.

El taller de estudios literarios del Caribe anuncia en su programa un homenaje que realizará el periodista Pedro de la Hoz. El promotor cultural Gonzalo González comentará sobre el proceso de trasladar los restos de Carbonell desde el cementerio de Colón a Santa Ifigenia, y el deseo de Luis de descansar en su tierra natal. La investigadora Yorisel Andino presentará el libro El arte de Luis Carbonell, con selección y prólogo de Radamés Giro, publicado por Ediciones Museo de la Música en 2013. El libro recoge artículos, entrevistas, poemas de firmas muy reconocidas y material gráfico.

“El mejor intérprete de los registros de la llamada ‘poesía negra’, ‘afrocubana’ o ‘mulata’”. Imagen: Tomada del sitio web de Claustrofobias

El arte de Luis Carbonell permite valorarlo en su justa medida. En sus páginas el poeta y ensayista Virgilio López Lemus afirma: “Para la poesía cubana no cabe duda de que él llenó el siglo XX como el mejor intérprete de los registros de la llamada ‘poesía negra’, ‘afrocubana’ o ‘mulata’, o para la estampa o la caricatura verbal, en la que sigue creciéndose y hace crecer incluso algunos textos que, sin su voz de gran juglar, dormirían dentro de la tapa cerrada de libros poco frecuentados”. El mismo Virgilio escribió que “Si en Rita Montaner tuvimos a ‘La Única’, Luis Carbonell es en verdad ‘El Único’, solo en su reinado de gracia personal”.

La poeta Nancy Morejón escribe: “Luis Carbonell es uno de los trofeos más hermosos de Cuba, porque nuestra poesía no sería la misma sin su concurso desde los años en que Don Fernando Ortiz animara aquel movimiento que él mismo nombró de varias maneras: poesía negroide, negrista, negra, mulata, en fin, afrocubana. Al recrear los mundos más representativos de autores como Nicolás Guillén, Federico García Lorca, Emilio Ballagas, Luis Palés Matos y Aquiles Nazoa, entre otros, aquella modalidad no había tenido mejor vía de trasmisión que la voz y la presencia de Carbonell, creador de un estilo excepcional, mantenido de forma ininterrumpida en la preferencia de todos los públicos”.

Para Emilio Ballagas, “Luis Carbonell es uno de los artistas más extraordinarios que ha dado Cuba”, y para Alejo Carpentier “comunica una vida, una movilidad, una diversidad de acentos que salvan victoriosamente el escollo de la relativa uniformidad de lo escrito”.

“Luis Carbonell es uno de los artistas más extraordinarios que ha dado Cuba”. Foto: Tomada de Internet

Para los que pudieran preguntarse por qué y cuándo nació el calificativo del Acuarelista de la Poesía Antillana, aparece la respuesta en una entrevista de 1987 que contiene el libro El arte de Luis Carbonell, donde responde:

“Resulta que trabajando con Dick y Biondi [actores cómicos argentinos], este último me veía siempre que actuaba desde entretelones. Entonces el primer día me dijo: ‘Estoy realmente impresionado. Usted no es un declamador, sino un pintor. Usted pinta con sus brazos el paisaje y los personajes cubanos. Usted hace como especie de una acuarela con su arte’. Y cuando se organizó mi presentación por medio de un empresario cubano, este me preguntó cómo quería yo que se me diera a conocer. Le conté esta anécdota y de ahí surgió el Acuarelista de la Poesía Antillana”.

La obra de Luis Carbonell seguirá viva en Santiago de Cuba: el Festival del Caribe mantendrá vivo su legado.

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