El 16 de diciembre de 2021 el Ballet Nacional de Cuba (BNC) escenificó por primera vez la pieza Séptima Sinfonía en la Sala Avellaneda del Teatro Nacional de Cuba, con coreografía de la maître Roser Muñoz. Ahora, a poco menos de un año, los movimientos de los bailarines del BNC se vuelven a fusionar con las melodías que compuso Ludwig van Beethoven, con coreografía esta vez del alemán Uwe Scholz, para iniciar así la XXVII edición del Festival Internacional de Ballet de La Habana Alicia Alonso.

Dividida en cuatro movimientos, la narrativa de la pieza se centró en la capacidad de renovación del ballet, complementada con la música de la Orquesta Sinfónica del Gran Teatro de La Habana, Alicia Alonso, bajo la dirección de Yhovani Duarte.

Con una sucesión de planos y tiempos, destacó en la puesta en escena el talento de los primeros bailarines Sadaise Arencibia, Anette Delgado, Dani Hernández y Yankiel Vázquez. Completaron los roles principales Darío Hernández, Chavela Rivera, Ányelo Montero y María Luisa Márquez.

La escuela de ballet cubana cuenta con un prestigio internacional gracias al empuje, talento y esfuerzo de quien fue su principal creadora, la Prima Ballerina Assoluta Alicia Alonso. Foto: Ismael Francisco/Tomada de Cubadebate

En las palabras de inauguración, Aurora Bosch, una de las cuatro joyas del ballet, se refirió a la esencia, el estilo y la singularidad de la escuela de ballet cubana, que cuenta con un prestigio internacional gracias al empuje, talento y esfuerzo de quien fue su principal creadora, la Prima Ballerina Assoluta Alicia Alonso.

Además, destacó el carácter no competitivo que ha caracterizado a este Festival. La idea siempre fue que el evento se convirtiera en una fiesta internacional de la danza, y ese propósito se ha cumplido en estas 27 ediciones, en las que han participado miles de artistas, cubanos y extranjeros. Aurora Bosch recordó a Alicia Alonso y los ojos se le aguaron cuando habló de lo que significaron los festivales de ballet para sus hermanas de escena y vida, Mirta Plá, Loipa Araújo y Josefina Méndez.

“La idea siempre fue que el evento se convirtiera en una fiesta internacional de la danza”.

Viengsay Valdés, directora del BNC y presidenta del festival, dijo que este evento será una muestra de la pasión que caracteriza a los integrantes del Ballet Nacional de Cuba. En lo personal, esta edición será un reto para Viengsay, que vuelve a los escenarios después de una pausa por la maternidad. 

 “Uno de los rasgos distintivos de esta fiesta cubana de la danza es la multiplicidad estilística, que permitirá apreciar, junto a los grandes clásicos, las más diversas formas de asumir el hecho danzario. Por primera vez se suman al festival valiosas compañías cubanas con diferentes poéticas interpretativas, que revalidan el prestigio que ha alcanzado en nuestro país esta manifestación escénica”, explicó la artista. 

“Uno de los rasgos distintivos de esta fiesta cubana de la danza es la multiplicidad estilística”.

Tradición y contemporaneidad. Talento y entrega. Intercambio de saberes. Conexión con el público. Diferentes narrativas. El legado de Alicia Alonso más vivo que nunca. Danza y arte. Así promete ser la XXVII edición del Festival Internacional de Ballet de La Habana Alicia Alonso.