Uno de los más altos exponentes de las artes escénicas en Cuba, Carlos Alberto “Tin” Cremata fue el protagonista este 17 de julio del espacio “Encuentro con…” auspiciado por la Asociación Hermanos Saíz (AHS).

El encuentro, conducido por la periodista Magda Resik, tuvo lugar en el contexto de la XXIV edición de la Feria de la Cultura Cubana Arte en la Rampa, que se celebra hasta el 31 de agosto en el Pabellón Cuba, sede de la AHS.

En un abarrotado Salón de Mayo, los asistentes tuvieron la oportunidad de acercarse un poco más a la vida y obra del fundador y director del hermoso proyecto infantil La Colmenita, creado en febrero de 1990. Un diálogo ameno caracterizó el conversatorio donde el auditorio conoció remembranzas, sueños y anhelos de este consagrado pedagogo cuya pasión por el teatro va mucho más allá de los escenarios.

A Tin Cremata le debemos que cientos de niños y niñas cubanas sean hoy más amantes de su Patria, más bondadosos y solidarios, más divertidos y cultos.

“Podía perfectamente haber seguido la vocación artística de mi madre Iraida Malberti, bien conocida por todos los presentes. Podía, incluso, haber formado parte de uno de sus tantos proyectos. Sin embargo, toda mi inclinación por el teatro la heredé de mi padre, que cada acto de su vida cotidiana lo convertía en una obra de teatro. En una excelente puesta en escena permeada de humor. Esa herencia es tan grande, tan fuerte y arraigada que puedo asegurar que es él quien dirige La Colmenita desde su surgimiento”.

Con estas remembranzas narradas con visible emoción, comenzó Tin Cremata el encuentro en el que estuvieron presentes varios de sus compañeros de la infancia y la juventud devenidos hoy entrañables amigos, niños integrantes y colaboradores de La Colmenita, además de un nutrido grupo de admiradores y seguidores de esta popular compañía de teatro infantil convertida desde su propio surgimiento en una suerte de escuela.

En un abarrotado Salón de Mayo, los asistentes tuvieron la oportunidad de acercarse un poco más a la vida y obra del fundador y director de La Colmenita.

Aunque ha hecho también teatro para adultos, ha sido en los niños donde la ilimitada creación artística de Cremata ha encontrado su verdadero universo creativo. Así, aunando voluntades y corazones, ha dado vida a un teatro que a pesar de constituir un divertimento, resulta un llamado permanente a la reflexión y a la vez un medio para la promoción y difusión de los valores que aspiramos prevalezcan en nuestros niños y niñas, en nuestros pinos nuevos, parafraseando al Apóstol.

El intercambio en el Pabellón resultó un espacio de ameno diálogo donde se destacó la pasión del fundador y director de una compañía de teatro infantil que ha llevado la esencia de Cuba, el patriotismo y valentía de los cubanos a los más disímiles escenarios dentro y fuera de las fronteras nacionales. Su capacidad de resiliencia, de imponerse en todo momento a las circunstancias más adversas, su vocación de servicio y especialmente su amor y apego a su país y a las enseñanzas de Martí, Fidel y el Che.

Tin ha logrado unir, aunar a niños y niñas con características muy peculiares y diversas, más allá de las habilidades y talentos de cada uno de ellos.

En opinión de Carlos Alberto Cremata, “una Revolución es sumar y multiplicar, jamás restar y dividir, y menos aún excluir. Por el contrario, abrazar, amar profundamente. Y justo todo eso hemos querido trasmitir en cada una de nuestras puestas en escena”.

Asimismo, hizo énfasis en la importancia de la unidad dentro de la diversidad que caracteriza no solo a la Compañía que lidera, sino igualmente a toda nuestra nación. Y sin lugar a dudas Tin ha logrado unir, aunar a niños y niñas con características muy peculiares y diversas conduciéndolos siempre a una gran victoria gracias a la unidad, más allá de las habilidades y talentos de cada uno de ellos.

“Siempre tengo metas por cumplir, sueños por realizar”, confesó Tin Cremata. Junto a Yasel Toledo Garnache, presidente de la AHS.

Por último, se consideró a sí mismo “el hombre más feliz del mundo. Soy multimillonario, subrayó, porque siempre tengo algo que hacer. Recientemente, por ejemplo, estrenamos en la Sala Universal de las FAR la obra La colmena encerrada y ya nos estamos preparando para viajar a Birán como parte de las conmemoraciones del Centenario de Fidel, el venidero año. Siempre tengo metas por cumplir, sueños por realizar”.

A Tin Cremata le debemos que cientos de niños y niñas cubanas sean hoy más amantes de su Patria, más bondadosos y solidarios, más divertidos y cultos. Por ello, gracias, muchísimas gracias por tu altruismo, por tanto derroche de cubanía, talento y buen corazón.

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