Ignacio Piñeiro, el son cubano y los orígenes del himno de Asturias
¿Qué relación tiene el himno de Asturias, en España, con Cuba y específicamente con un cubano? “Asturias, Patria querida” —como se nombra este— fue designado himno oficial por la Ley 1 del 27 de abril de 1984. Se trata de una canción popular que estaba tan arraigada entre los asturianos que fue elegida finalmente como himno, pero pocos saben que su origen se relaciona con uno de los músicos cubanos más importantes, autor de conocidos sones y fundador en 1927 del Septeto Nacional, el habanero Ignacio Piñeiro.
La melodía —según asegura el investigador y folclorista español Fernando de la Puente Hevia—fue adaptada de una canción que los mineros silesianos cantaban en las Cuencas Mineras del Caudal y de Mieres, a principios de siglo XX. Piñeiro (1888–1969) escribió la letra como homenaje a su padre asturiano, Manuel Piñeiro y Montero, que había regresado a su tierra natal para morir allí en 1926. “Tras escribirla empieza a tocarla en las fiestas de la colonia asturiana en La Habana y en salones como La Tropical. En ese momento el son estaba naciendo, era un ritmo que procedía del oriente cubano, llegó a La Habana y se popularizó. Piñeiro fue bolerista antes de ser sonero, pero el ‘Asturias, patria querida’ nació siendo un son”, género que singulariza a Piñeiro, asegura De la Puente.

La letra del himno dice así:
Asturias, Patria querida
Asturias de mis amores;
¡quién estuviera en Asturias
en todas las ocasiones!
Tengo de subir al árbol,
tengo de coger la flor,
y dársela a mi morena
que la ponga en el balcón.
Que la ponga en el balcón,
que la deje de poner,
tengo de subir al árbol
y la flor he de coger.
Cuando Piñeiro, autor del conocido son “Échale salsita”, pisó en 1929 la localidad de Grado, de donde era natal su padre, este había fallecido, pero la canción se había popularizado notablemente no solo en La Habana, sino en Asturias y en toda España, gracias a la emigración y la comunicación existente con Asturias. “Después va a Galicia, pasa a Santander y allí la reestrena con una nueva letra. Una letra que habla de la mujer asturiana y de la Asturias que él acababa de conocer”, comenta el folclorista asturiano.
Alma sensible,
casta pureza,
todo es amor.
Es la mujer asturiana,
con su cáliz de dulzura,
de la grandiosa natura,
la hizo dueña de amor,
con la ternura,
con la virtud,
de diosa.
Asturias patria querida,
a ti consagro mi vida.

“De paso por Madrid graban ocho temas, entre ellos el ‘Asturias, patria querida’. Tuvieron mucho éxito. La canción más famosa de ellos fue ‘Suavecito’. El grupo vuelve a La Habana y a principios de 1930, Piñeiro registra el ‘Asturias, patria querida’. Es curioso porque los tres principales musicólogos en Cuba, que son Radamés Giro, Helio Orovio y Manuel Villar, son de origen asturiano. Ellos no tienen vinculación actual con Asturias, pero sí me confirmaron que el ‘Asturias, patria querida’ es de Ignacio Piñeiro”, añade el también etnólogo. Orovio falleció en 2008, Villar en 2010 y Giro en 2022.
Aunque el musicólogo José Ignacio Lajara asegura que el himno tiene un origen mucho más antiguo en la zona norte de España, De la Puente, por su parte, sigue sosteniendo que:
(…) nuestro himno es un hijo de la emigración. De los polacos que vinieron y de los asturianos que se fueron a Cuba. La hipótesis es que los mineros polacos vienen a Asturias con su cultura y su música. En Asturias hay una letra, la del “Asturias, patria querida”, que viene con un son cubano. Un son que es una novedad y tiene un arquetipo melódico que a la gente no le queda. Pero la letra tiene miga y sí cala en la gente. Por lo tanto, nuestra hipótesis es que los mineros que proceden de Polonia y se asientan en la cuenca minera traen la melodía y se junta con la letra que había llegado de Cuba.
El himno se emplea en los actos solemnes de la Junta General y del Gobierno del Principado de Asturias y suele utilizarse también como cierre de muchos actos de carácter cultural, musical, festivo, deportivo, entre otros, acostumbrando a interpretarse y cantarse todos los años en el Día de les Lletres Asturianes (Día de las Letras Asturianas).

Durante la Revolución de Asturias de 1934, insurrección obrera ocurrida en ese mes y que formaba parte la huelga general revolucionaria y el movimiento armado organizado por los socialistas con el nombre de Revolución de Octubre de 1934, los sublevados entonaban un cantar popular, que es una versión del conocido tema y cuya letra es la siguiente:
Asturias, tierra bravía,
Asturias, de luchadores;
no hay otra como mi Asturias
para las revoluciones.
Tengo que bajar a Oviedo
empuñando mi fusil
y morirme disparando
contra la guardia civil.
Contra la guardia civil
y los cobardes de Asalto;
tengo que bajar a Oviedo
y morirme disparando.
Los obreros, en Asturias,
demostraron su heroísmo
venciendo a la clerigalla
y al feroz capitalismo.
Los de Lerroux y la CEDA
son los verdugos de España,
los que roban las conquistas
del obrero que trabaja.
Soldados polacos que lucharon en Asturias en los años treinta llevaron la melodía, con variaciones en la letra, a su país natal, donde alcanzó tanta popularidad que fue grabada por varios artistas. Incluso el papa Juan Pablo II, nacido en Wadowice, Polonia, en 1920, al escucharla cuando se le interpretó en su presencia durante su visita a Asturias, comentó que la recordaba de su infancia. Este himno, compuesto con música festiva y texto nostálgico, porque nace del distanciamiento, acaso el de un emigrante, se asemeja, dijo, en grado sumo a un canto polaco muy popular en los años de su niñez. Un himno que nació en clave de son cubano como homenaje de un hijo cubano a su padre asturiano.

