A Venezuela el abrazo solidario y militante
En un mundo cada vez más ilógico, marcado por las presiones y el silencio cómplice y excluyente de algunos, el canto de Cuba se erige una vez más en baluarte de la paz. En esta vocación radica quizás la confirmación de que la idea fecunda se constituye en arma de batalla en el camino de alcanzar ese sueño de una humanidad más humana a la que aspiraba el cantautor venezolano Alí Primera.
La Casa de las Américas —en particular la Sala Manuel Galich—, punto de encuentro para tantas citas pasadas y futuras, abrió sus puertas para la melodía y verso fraguados al calor de la trova de Raúl Torres, Fidel Díaz Castro y Erdwin Vichot Blanco quienes alzaron una vez más su canto por la tierra hermana de Venezuela y contra la amenaza imperialista que pretende cercenarle a un pueblo —de paso— las esperanzas.

Allí, el autor de emblemáticos temas como “Candil de Nieve”, “El regreso del amigo” o “Cabalgando con Fidel”, repasó letras insignes de su repertorio, alternado por composiciones inéditas y la obra de otros grandes del panorama sonoro cubano como Silvio Rodríguez. De esta manera, significó la importancia de agradecer, pues afirmó que está virtud contiene la capacidad de abrir muchas puertas.
Torres aprovechó la ocasión para definir al pueblo venezolano de hermano y familiar. Afirmó que dicha convicción se le remonta al recuerdo de caminar las calles de Caracas sin sentirse como un extraño y la energía que le ha inspirado a componer algunas de sus letras en suelo bolivariano. Por esta razón recalcó el deber de los cubanos de levantar la voz y defender a Venezuela y otras tantas causas justas como la de Palestina.

Ante el público presente, entre quienes se encontraban Orlando Maneiro Gaspar, embajador del país sudamericano en la mayor de las Antillas, y Abel Prieto Jiménez, presidente de la institución sede del concierto, el trovador enfatizó en lo trascendental del despertar de las conciencias en América Latina y el Caribe, proceso impulsado en gran medida por la amistad cultivada entre el líder histórico de la Revolución Cubana, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, y el Comandante Hugo Chávez.
Esas fueron en resumen las claves de un concierto que representó a Venezuela y al continente todo; donde la paz no solo debe ser respetada, sino venerada. El abrazo del caimán rebelde a la Patria de Bolívar, la cual se encuentra hoy en el blanco de las amenazas de agresión del imperialismo norteamericano. Un puente comprometido y solidario hacia esa humanidad más humana que soñó Alí Primera.

