Canciones en la banda sonora del tiempo
15/10/2019
El Concurso Adolfo Guzmán resultó un espacio privilegiado dentro del trabajo en conjunto de la música y la televisión. La realización de este certamen abrió nuevas vías de promoción a la canción cubana y la consiguiente presentación de los principales intérpretes de nuestra música, la creación de un espacio de confrontación y el enriquecimiento en el número de composiciones gestadas en función de este concurso. Al final resultaba un tanto a favor del patrimonio sonoro de la Isla y la continuidad dentro de la larga y amplia tradición musical que distingue a Cuba.
Punto de partida para que en este 2019, la propia Televisión Cubana le haya solicitado al director Manuel Ortega, ya consagrado en nuestra pantalla por la realización de otros concursos como: Bailando en Cuba, Sonando en Cuba, La Banda Gigante… y a RTV, como empresa, retomar el Guzmán y traerlo de vuelta a la televisión de los cubanos.
De esta manera llegó por segunda vez el concurso, en sus primeras emisiones muchos fueron los detractores de su nuevo planteamiento visual, del efecto de luces y de la conducción de alguien que no había asumido antes este rol: Luna Manzanares. Más allá de la manzana de la discordia, la pluralidad de juicios emitidos, y la diversidad de criterios en torno a quién resultaría el ganador en la Gran Final de este concurso, soy de los que vota a favor de que un nuevo Guzmán haya llegado a enriquecer un panorama sonoro que requiere de muchas otras buenas intenciones. Entonces, muchos me recriminarán con la segunda parte del refrán, pero bueno siempre es un riesgo que se corre cuando se ejerce el sagrado derecho de opinar.
Es cierto que entre una propuesta y otra se perciben cambios sustanciales en la forma de mostrar el contenido musical, ese ha sido el punto inicial de la confrontación en torno al espacio. Polémica muy interesante teniendo en cuenta que son pocos los programas televisivos que generan un estado de opinión de manera tan rápida, efectiva y en algunos casos, espontánea. Y muchos no aprobaron el diseño de luces, ciertamente muy similar al ya visto en los espacios referidos. Alguien podría decir que constituye una marca, un sello de identidad y otros, señalar que parecen hermanos con diferentes estilos y formas.
El uso de códigos comunes, el diseño escenográfico y la forma de conducir el show televisivo… son algunos de los puntos en común. Creo que la cuestión reside en que, dentro de tanto empaque, lo fundamental que es el concurso en sí, se pierde.
Propósitos
Concebido como un espacio para la presentación de talentos, una larga y trascendente historia acompaña a este concurso que en su actual edición busca rescatar el legado de una figura imprescindible en el arsenal de nuestra música. Porque Adolfo Guzmán es mucho más que el compositor de muchas de las canciones que volvimos a escuchar en cada uno de los programas, todas en la voz de Luna y como introducción de cada entrega.
Por una parte, el programa se basa en el conocido y explotado por los medios de comunicación sistema de premios al talento ─en sus diversas variaciones, estilos y modos—, en el caso que nos ocupa con la participación de un jurado que incluye a creadores con una reconocida trayectoria musical en la interpretación, la dirección de orquestas y la investigación sobre la música.
Jurado
La participación de Beatriz Márquez, ganadora ella misma del Guzmán junto a Adalberto Álvarez, ambos merecedores del Premio Nacional de Música; Edesio Alejandro, conocido por su relevante producción musical para películas cubanas; Israel Rojas, voz líder de una agrupación que entró en la escena musical de la Isla con mucho auge y la inserción de la musicóloga y profesora de la Universidad de las Artes, Yianela Pérez, resultaron aspectos de mucho valor en la lógica de este espacio. Cada uno de ellos, mostró las maneras en que una canción puede llegar a ser mejor.
Resultó muy interesante la diversidad de criterios emitidos, las opiniones divididas y algunas divergencias en torno al sentido de las canciones, los acordes, la afinación y otros aspectos. Hecho que refuerza el criterio de libertad de expresión y opinión sobre el cual se asentó su quehacer.
Historias del Guzmán
La inclusión de pequeñas entrevistas a algunos de los ganadores en distintas ediciones del Guzmán fue uno de los momentos más emotivos disfrutados por el público. Insertadas como cápsulas, reforzaron la idea central en torno a la importancia del concurso, la necesidad de rescatarlo y de promoverlo para que no vuelva a morir.
Algunos de los entrevistados fueron: Pancho Amat, Roberto Novo, la propia Beatriz Márquez. En algunos de estos casos, los artistas realizaban recorridos por espacios que constituyen símbolos de la ciudad, lo que significa en sí mismo un homenaje a la urbe que muy pronto celebrará sus cinco siglos de existencia.
José Aquiles, Kiki Corona, Niurka Reyes y Andrés Pedroso, comentaron sus impresiones sobre la trascendencia de este concurso, lo que significó para ellos en su carrera y la necesidad de haberlo traído de vuelta.
Invitados
Sumar al concurso la participación de grandes intérpretes de nuestra música más contemporánea fue uno de los objetivos que se persiguió en los programas del Guzmán 2019. Artistas como Ivette Cepeda, Liuba María Hevia, Pancho Céspedes y en la noche de la gran final formaron parte de las presentaciones Vania Borges con el tema Qué hago con la canción, compuesta por Pedro Romero; Mayito Rivera con Mi amor, Señor Amor de Ariel Alfonso y Gerardo Alfonso con la bellísima Para Bárbara, creación del gran Santiago Feliú.
A la noche final del Guzmán se sumó la intérprete Diana Fuentes con Decirte cosas de amor, tema del compositor cienfueguero Roberto Novo.
Como prueba de la influencia de esa generación y por la huella que dejan en los miles de seguidores de su legado, durante la octava gala se devolvió a la memoria el arsenal de dos hombres que son historia de la música cubana. Son dos obras que sostienen el legado musical de la nación y dos estéticas que expresan la cultura cubana en su diversidad y riqueza.
Silvio Rodríguez y Pablo Milanés son dos voces a las cuales hay que volver inevitablemente si queremos contar la historia de la música en su extensión en el tiempo y en la intensidad de una época dorada de la canción cubana.
Las voces de Tammy López en Ángel para un final, Brenda Navarrete con El necio, ambas de Silvio; junto a Beatriz Valdés con la clásica Yolanda y Zule Guerra con Para vivir de Pablo, conformaron el preámbulo a esa banda sonora de una época que es: Cuando te encontré.
En la última noche del concurso una de las grandes sorpresas fue el regreso de Xiomara Laugart, importante intérprete que conquistó a miles de melómanos por su potente voz.
Con temas como Fue así que te olvide; Si alguien te dijera, no le creas y Como cualquiera fue recordada la intérprete Lourdes Torres.
La Habana
En la quinta entrega del programa la ciudad se convirtió en el principal motivo para desde la música, celebrar la existencia de esta ciudad maravilla. Los temas que se le ofrecieron como tributo a la urbe fueron muestra de la nostalgia y la añoranza.
La música es el mejor canto para celebrar la existencia de esta urbe que es cuna de autores, estilos, es una ciudad que canta alrededor de sus espacios, sus calles, su gente. La Habana es en sí misma una canción.
Una quinta gala no competitiva que inicia la segunda fase del concurso, en la cual se privilegió la colaboración y el homenaje a la ciudad, musa inspiradora de estilos, una ciudad sonora, en la que la música es esa voz inspiradora que se escucha desde un lado u otro de la bahía.
Los temas interpretados en la quinta emisión del Concurso Guzmán constituyen testimonios del amor de muchos músicos a la ciudad que habitan, a esos espacios que hacen suyos desde la cotidianeidad de transitar sus calles y lugares que la identifican: el Malecón, el Cristo de La Habana, la Ceiba del Templete, la calle Obispo, el Gran Teatro, el Capitolio…, son algunos de sus símbolos. Si le preguntamos a otros, dirán muchos más, cada uno de nosotros asume la urbe como espacio simbólico, social, cultural. El tejido de componentes que tienen lugar en La Habana es único.
La letra de canciones como Añorado encuentro, Canción de mi Habana, Mi ayer, Nosotros y Hermosa Habana son verdaderos testimonios de la pasión de los músicos por ese espacio que diariamente hacen suyo. En ese tránsito de una época a otra, se dejaron escuchar temas más recientes como En el muro del malecón y Mi curandera; todos enfocados en dibujar los contornos de esa ciudad desde la cual cuelgan sábanas blancas en sus balcones.
Premios
Seis canciones resultaron finalistas después de transitar por las dos fases anteriores hasta traerlas a la gran final. Los temas Pretexto del Dúo Saudade, Será de la autoría de Roly Rivero y en la voz de Annys Batista, Haciendo fe del Dúo Iris, Lo que tú me faltas con voz de Omar Ross y compuesto por Ramón Andrés, junto a Giselle, compuesta y defendida por Abel Geronés y Tentaciones en la voz de Jayler Martín y de la autoría de Roberto Novo.
Con la participación de miles de votos por las diversas vías habilitadas para este fin, el tema Pretexto alcanzó el codiciado Premio de la Popularidad, porque significa un galardón que entregan los miles de espectadores que lo defendieron y lo escogieron por mostrar con sencillez y lozanía la canción cubana contemporánea y sus nuevos cultores.
Mientras que el tema Tentaciones quedó ubicado en la tercera posición; la pareja que conforma el Dúo Iris se llevó a casa el segundo lugar y Será alcanzó el Gran Premio del Guzmán 2019.
Sobre ella, Adalberto Álvarez dijo: “Es una canción que posee todos los valores musicales necesarios para llegar a la final del concurso y estar entre las posibles ganadoras del Gran Premio. Tiene una muy buena letra, una hermosa melodía, un buen arreglo y una magistral e impecable interpretación que fue creciendo y fue creciendo hasta llegar a lo más alto”.
Por lo pronto, más allá de las polémicas en torno al regreso de este concurso, nos queda esperar por la próxima edición que tendrá lugar en el año 2020 y donde esperamos que siga siendo la música cubana la que salga beneficiada. Vuelve la canción.