Conocido universalmente como “El Acuarelista de la Poesía Antillana”, Luis Mariano Carbonell Pullés, “santiaguero rellollo, pianista, repertorista y poeta trascendió las fronteras de la Isla con una poesía dicha en su matizada e inconfundible voz y su peculiar forma de expresión (…), inauguró un género popular, hijo del romancero español y la copla para colocarlo en el pentagrama literario con elegancia personal y picardía criolla. Su histrionismo no reclamaba nada. Todo era él, su instinto profesional, su carisma. Tanto en el humor como en el drama ha desplegado los recursos más versátiles de la actuación. Sus estampas callejeras, con pinceladas que han engalanado la poesía vernácula cubana, lo colocan en el más alto sitial de la popularidad en el continente”.

En el centenario de su natalicio, La Jiribilla comparte con sus lectores este dossier para homenajear al gran artista de la narración oral y la lírica.

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