El patrimonio histórico de la Habana Vieja es uno de los puntales en los cuales se han sostenido las labores de restauración y conservación desarrolladas por entidades como la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH). La impronta de figuras como Eusebio Leal y el legado materializado en las obras que se desarrollan a día de hoy, ha tenido a la cooperación internacional como uno de sus elementos más importantes.

Una muestra de ello es la conclusión del proyecto de cooperación internacional “Colegio Santa Clara, restauración y valorización del complejo monumental del antiguo Convento de Santa Clara” y la clausura del curso de capacitación sobre restauración y rehabilitación de edificios históricos, el uso de nuevas tecnologías y economías creativas, realizado del 15 al 26 de septiembre.

En la cita participaron Roberto Vellano, embajador de Italia en Cuba, el señor Augusto Chiaia, coordinador general del Programa Santa Clara desde la Organización Internacional Italo-Latinoamericana (IILA), Perla Rosales, directora adjunta de la OHCH. Entre los invitados, por su parte, estuvieron Antonio Festa, director de la sede de La Habana de la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo (AICS, por sus siglas en italiano), Cecilia Santinelli, experta y consultora de la IILA, Gladys Collazo, directora del Colegio Santa Clara y los especialistas de la OHCH que recibieron el curso.

“Siempre fundando, siempre en pos de la capacitación de nuestros especialistas”, expresó Rosales en agradecimiento a la cooperación italiana. Imagen: Cortesía del autor

“Las palabras que me ceden mis compañeras me permiten agradecer desde el corazón a nombre de todos los trabajadores de la Oficina del Historiador, profesionales y obreros, todos hijos legítimos del Historiador de la Ciudad, que un día del año 2019 avizoró lo que hoy tenemos la dicha de tocar, ver y sentir, fruto del esfuerzo, del sacrificio y nuestro amor por la obra rehabilitada: el Colegio Santa Clara y esta majestuosa Aula Magna”, expresó Rosales.

Todo ello ─destacó─ no habría sido posible lograrlo en el tiempo sin la cooperación de la IILA y la AICS, quienes por tantos años andan de la mano con nuestra oficina y ofrecen detalles de los proyectos en los que continuaremos trabajando. “Siempre fundando, siempre en pos de la capacitación de nuestros especialistas”, añadió la directiva en su agradecimiento.

El intercambio científico, la formación de profesionales y las relaciones culturales deben verse como un instrumento de diálogo y una herramienta de desarrollo económico, reconoció el embajador italiano. Imagen: Cortesía de Lorenza Strano, comunicadora del AICS

Roberto Vellano, embajador de Italia en Cuba, destacó la colaboración italiana en las labores de restauración en el Centro Histórico, la promoción de redes concretas que contribuyan al desarrollo comunitario y el compromiso con la sostenibilidad de la propuesta. “Nos sentimos orgullosos de representar a este equipo en un campo ─el de la restauración y el patrimonio histórico-monumental─ donde Italia tiene sin dudas una experiencia amplia y reconocida a nivel internacional”, comentó el diplomático.

El titular felicitó a los especialistas graduados del curso y señaló que la conclusión del curso no representa un término de la colaboración italiana. “Creo que en este proyecto conviven muchos elementos, por un lado el patrimonio histórico-documental, pero también el intercambio científico, la formación y las relaciones culturales como un instrumento de diálogo y una herramienta de desarrollo económico”, añadió.

Augusto Chiaia reseñó los vínculos históricos de esa institución con la OHCH y la implementación de un enfoque centrado en la flexibilidad para diseñar y desarrollar las propuestas. Ello, afirmó, no solo permitió centrar los esfuerzos y los recursos en las áreas y aspectos más importantes y necesarios, sino que también optimizó la gestión económica y evitó el desperdicio de recursos, un valor agregado en tiempos de crisis. El especialista abordó los trabajos de restauración en el Convento Santa Clara (en particular las técnicas y métodos empleados en el tejado de esa institución), las consideraciones del diseño como cultura de proyecto a nivel organizacional y la conformación de un comité científico que auxilia los programas sin trabas burocráticas. “Puede ser una herramienta importante de respaldo a las decisiones y actividades que se vayan haciendo”, reconoció.

Augusto Chiaia reseñó los vínculos de la Organización Internacional Italo-Latinoamericana con la Oficina del Historiador de la Ciudad. Imagen: Cortesía del autor

Entre los desafíos comentó asimismo la sustentabilidad del trabajo de la institución en el tiempo y la necesidad de incluir otras propuestas que alienten dicho propósito. Un espacio así de grande puede ser el justo para hacer nuevas iniciativas que no estén ligadas solo al patrimonio, el barrio tiene que tener un testimonio de la presencia de esta institución y vincularse en consecuencia, añadió el especialista.

Ambos proyectos integran las acciones de cooperación italiana en la Isla y complementan las obras de restauración en el propio Convento desde su reapertura el pasado 29 de abril. Entre otras disciplinas, los graduados del curso se prepararon para desarrollar labores de restauración en el Casco Histórico de la ciudad. En esa materia el colegio se instaura como un centro para la formación en las artes y los oficios de la restauración de Cuba en la OHCH.

El programa, contó a su vez con la financiación del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional de Italia a través de la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo (AICS), y fue implementado por la IILA y la propia OHCH.